¿Ha decidido adoptar un gato e incrementar su familia con un nuevo y peludo miembro? Lo primero es decirle: ¡Enhorabuena! Usted está a punto de adentrarse en una relación que no le dejará indiferente, llena de amor, diversión y un sinfín de momentos inolvidables. Antes de acudir a la protectora o de recoger a un gato adulto o cachorro felino de la calle, hay algunos pasos que debe conocer: preparar la llegada a casa, respetar su periodo de adaptación, darle confianza, visitar al veterinario y presentar con cuidado al nuevo felino al resto de los gatos de la casa.
1. Adoptar un gato: la llegada a casa
El primer contacto del gato adoptado con su casa es muy importante. «Hay que dejar todas las puertas interiores de la vivienda abiertas y que el gato deambule a sus anchas por las habitaciones», explica Jordi Ferres, educador de gatos y autor del portal Educador de gats.
Los gatos necesitan descubrir el territorio con libertad y sosiego, por lo que conviene no frenar su comportamiento exploratorio natural. Hay que permitirles olisquear e investigar cuanto deseen.
Pero, ¿qué hacer si el gato tiene miedo y se esconde bajo el sofá? «Nunca hay que forzar al felino a que salga de su escondite, es más útil dejarle que se sienta a salvo allí y sólo pasar a saludarle o hablarle, hasta que coja confianza», añade Ferres.
2. Adoptar un gato: periodo de adaptación
El gato adoptado elegirá su habitación preferida dentro de su nueva casa, donde se sentirá a salvo y protegido. Este cuarto será donde pase la mayor parte del tiempo y puede que también se convierta en el sitio donde esconderse.
Los tres primeros días del gato en casa resultan cruciales: asegurémonos de que tiene a su alcance todo lo que necesita. La comida del gato, bebida y su arenero deben colocarse en esta habitación elegida, que dejaremos abierta.
Los juguetes del felino también resultan de utilidad para que el gato supere, poco a poco, su temor.
3. Adoptar un gato: dele confianza
El gato, poco a poco, se relajará y podrá constatar que no hay peligro en su nuevo hogar. Transcurridos los tres primeros días, hay que sacar de la habitación que sirve de refugio al gato el arenero, la comida y la bebida, para colocarlos en la localización definitiva que se haya elegido para ellos.
Este cambio de ubicación impulsará al gato temeroso a salir de su escondrijo y a explorar, poco a poco, su nuevo hogar.
4. Visita al veterinario
Un gato adoptado puede estar resfriado, en especial si ha estado en la calle, padecer alguna enfermedad o tener pulgas. Una visita al veterinario es muy importante.
El médico felino podrá explorarle, comenzar el calendario de vacunación del gato y descartar enfermedades, como la inmunodeficiencia felina, que puedan ser peligrosas si tenemos otros gatos en casa.
5. Adoptar un gato con otros felinos en casa
Cuando hay otros felinos en casa, ¿cómo debemos presentar al nuevo gato? El primer paso es recibir el visto bueno del veterinario: asegurarse de que su salud es buena y de que no tenemos peligro de contagiar enfermedades.
El transportín del felino será un valioso aliado durante este encuentro inicial. «El gato adoptado debe permanecer dentro de este artilugio, que se colocará en el salón u otra habitación central de la casa», explica la veterinaria Patricia González.
Durante diez minutos, hay que dejar que los animales se olisqueen y se descubran, con la protección del transportín. El comportamiento de los gatos durante este tiempo ofrecerá valiosas pistas acerca de cómo será la convivencia entre los gatos.
Si la aceptación es positiva, se puede soltar al felino y dejar que se inspeccionen sin más barreras, con atención de vigilar siempre estos primeros encuentros. Si no hay tanta suerte, será mejor separar a los animales y repetir estas aproximaciones varias veces al día, sin estresarles, para que se acepten.
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