Los hematomas en las orejas del perro son una dolencia grave. Las mascotas orejudas, con el pabellón auricular colgante, son más propensas a padecer estos cardenales, ya que el movimiento de su cabeza puede provocar impactos que rompan los vasos capilares. Conviene tener en cuenta algunas recomendaciones respecto a esta dolencia frecuente en el perro de orejas largas, como vigilar el baño y los paseos bajo la lluvia, evitar las peleas entre perros y los parásitos, así como reconocer el hematoma de la oreja del perro.
Hematomas: una dolencia frecuente en el perro de orejas largas
Los perros de orejas largas y colgantes tienen más probabilidades de padecer hematomas en sus oídos. El vaivén habitual de las orejas del perro de razas semejantes al Cocker spaniel, el Afgano o el perro Sabueso explica que estén más expuestos a golpear sus enormes pabellones auriculares.
El hematoma de las orejas del perro se debe a una rotura de los vasos capilares sanguíneos en esta zona. «El rascado profundo o las sacudidas violentas de las orejas puede provocar un hematoma, o rotura de pequeños vasos, en el cartílago auricular del perro», explican desde el centro veterinario La Estrella, de Ciudad Real.
El rascado profundo o las sacudidas violentas de las orejas pueden provocar hematomas en el perro
Un perro que agite de forma compulsiva su cabeza para aliviar un dolor o un picor en la zona puede exponerse a padecer un hematoma en las orejas. Tampoco es extraño que el moratón auricular se manifieste en los canes que padecen una molesta infección de oídos (otitis) como consecuencia de los intentos del can de rascarse el área afectada.
El golpeteo de sus orejas contra la cabeza, así como los arañazos intensos y repetidos, pueden provocar la ruptura de los vasos sanguíneos. La sangre corre libre cuando esto ocurre, se desborda fuera de sus conductos habituales y se acumula, lo que provoca el habitual color morado característico de los hematomas.
Vigilar el baño y los paseos bajo la lluvia
Hay diferentes situaciones en las que un perro tiende a sacudir su cabeza de forma intensa, con el consecuente golpeo de sus orejas. Es frecuente que un perro mojado tras un paseo bajo la lluvia o después de recibir un baño de agua y jabón mueva de un modo potente su cuerpo, con el objeto de retirar los restos de humedad de su pelaje.
Cuando el perro está mojado, sacude su cuerpo para retirar los restos de humedad del pelaje y el impacto de sus orejas le puede causar moratones
Esta agitación supondrá un impacto de sus pabellones auriculares, por lo que es fundamental secar de un modo concienzudo al perro tras el baño. Después del aclarado, debe secarse por completo al perro con ayuda de una toalla y del secador.
El ruido del secador puede asustar al perro, no obstante, por lo que conviene acercar de forma paulatina el aparato y mantener en todo momento una distancia de 30 centímetros entre el perro y el secador. Hay que secarle muy bien con toallas y volver a cepillarle, para que no queden restos de humedad.
Las peleas entre perros y los parásitos también provocan hematomas en las orejas
El impacto de las orejas no es el único motivo que explica los moratones. Un hematoma puede ser consecuencia de una pelea entre perros, en la que nuestra mascota reciba un mordisco en su pabellón auricular.
En otras ocasiones, los parásitos externos, como garrapatas, pueden explicar los molestos y poco saludables hematomas en las orejas del perro. Estos muerden la piel de la mascota para chupar su sangre, de la que se alimentan, y rompen, por lo tanto, los vasos sanguíneos.
Proteger a nuestra mascota de los parásitos externos es una de las claves para evitar los hematomas. Se debe elegir un buen producto antiparasitario, en un formato adecuado y usarlo con la frecuencia necesaria. Además, un hematoma en el pabellón auricular de nuestra mascota debe ser un motivo para realizar una pronta visita al veterinario.
Cómo reconocer el hematoma de la oreja del perro
El aseo de los oídos del perro es un momento idóneo para revisar si hay alguna dolencia o infección en esta zona. Hay que vigilar cualquier inflamación, posibles ampollas en el pabellón o moratones en la zona. La entrada del conducto auditivo debe tener un color rosado pálido: será síntoma de buena salud.
Un perro que agite de forma compulsiva su cabeza para aliviar un dolor o un picor en la zona puede exponerse a padecer un hematoma en las orejas.
Hay que secar con conciencia al perro tras el baño: un perro mojado mueve de modo potente su cuerpo para retirar los restos de humedad del pelaje, lo que causa golpes en las orejas.
Los parásitos externos, como garrapatas, pueden explicar los molestos y poco saludables hematomas de las orejas del perro, a quien muerden para chuparle la sangre.
El aseo de los oídos del perro es un momento idóneo para revisar si hay alguna dolencia o infección en esta zona.
Un hematoma en el pabellón auricular de la mascota es motivo de una pronta visita al veterinario.