Diarrea, vómitos, gases y malestar son los signos habituales de un perro que padece intolerancia a determinados alimentos. En este artículo se da respuesta a cinco preguntas sobre la intolerancia alimentaria canina, entre ellas, en qué consiste, cuáles son sus síntomas, qué hacer cuando aparece y cómo diferenciarla de una alergia a los alimentos en perros.
La lactosa y las proteínas de los alimentos son componentes que provocan la intolerancia digestiva en los canes. El diagnóstico de esta enfermedad es complicado, porque hay que determinar los alimentos concretos a los que el perro tiene intolerancia.
La alergia alimentaria es una patología diferente a la intolerancia, aunque tiene tratamientos similares. Por ello, el diagnóstico es clave para determinar con exactitud de qué enfermedad se trata.
A continuación se resuelven cinco dudas frecuentes sobre las intolerancias alimentarias en perros.
1. ¿Qué es una intolerancia alimentaria del perro?
La intolerancia alimentaria en perros es «un proceso localizado en la zona intestinal, mientras que la alergia a los alimentos se desencadena por una reacción del aparato inmunológico», explica la veterinaria María Victoria Acha.
Una alergia es una patología que puede acarrear consecuencias más graves para la salud del can, incluso la muerte.
La intolerancia alimentaria, por el contrario, puede compararse con un proceso digestivo pesado, con síntomas como gases, molestias en la zona abdominal y diarrea, debido a una incorrecta asimilación de los nutrientes que aportan los alimentos. Se asocia a los siguientes casos:
Una reacción tóxica a bacterias o aditivos que contienen los alimentos.
Una reacción del organismo del perro a determinados fármacos.
Una deficiencia metabólica del can, como ocurre en el caso de lactosa, que le imposibilita la asimilación de la leche.
2. ¿Cómo diferenciar la intolerancia de una alergia alimentaria?
La intolerancia a los alimentos en perros implica un problema para asimilar algunas comidas
Los veterinarios diferencian una intolerancia de una alergia alimentaria en el perro a través de los síntomas. Algunos de ellos son comunes en ambas patologías, como la diarrea, pero en el caso de las alergias a los alimentos, aparecen signos específicos que no se presentan en las intolerancias. Algunos de los más repetidos son los trastornos respiratorios en el perro y los cutáneos, urticaria o prurito. Una alergia alimentaria implica, frente a la intolerancia, una reacción del sistema inmunológico del can.
Sin embargo, cuando el perro no tolera un alimento, reacciona de manera habitual con problemas digestivos, como vómitos, gases y diarrea.
3. ¿De qué manera se diagnostica la intolerancia alimentaria del perro?
Averiguar los alimentos a los que el can tiene intolerancia es fundamental en el diagnóstico de las intolerancias alimentarias. Los veterinarios utilizan para ello varias técnicas.
«Una de ellas es un análisis de sangre para detectar inmunoglobulinas o determinados anticuerpos», explica Ignacio Arija, veterinario y experto en nutrición animal de la Universidad Complutense de Madrid. No obstante, esta prueba a través de la sangre del perro no resulta del todo fiable y hay que complementarla con otros exámenes, matiza.
En otros estudios se comprueba la reacción de la piel del perro (dermoreacción) al contacto con determinadas sustancias. Estos análisis, sin embargo, resultan complejos y, en ocasiones, poco prácticos.
Por ello, lo más habitual es utilizar la prueba del eliminación alimentaria, que consiste en ofrecer al perro una dieta hipoalergénica durante ocho semanas. Esta técnica de diagnóstico es similar a la que se usa con un perro que padece alergia alimentaria.
Para eliminar los alimentos que producen la intolerancia en el perro se usan piensos hipoalergénicos, que se fabrican con proteínas hidrolizadas o divididas en cantidades más pequeñas de lo habitual, para evitar reacciones adversas en el aparato digestivo del animal. La dieta casera para los perros con intolerancia alimentaria es otra opción.
Una vez que han transcurrido los dos meses de dieta, se introducen de manera paulatina, y de uno en uno, el resto de alimentos para elaborar una hoja de ruta con los alimentos que provocan la patología y llevar a cabo el diagnóstico.
4. ¿Cómo se trata la intolerancia a los alimentos del can?
La intolerancia alimentaria en perros se trata con una dieta hipoalergénicaLos perros que padecen intolerancia precisan una dieta hipoalergénica de por vida, a base de piensos hidrolizados, para evitar situaciones de intolerancia a los alimentos.
Los veterinarios suelen recomendar una dieta casera elaborada bajo su supervisión. La intolerancia a los alimentos del perro puede remitir con tiempo, por ello el veterinario puede repetir las pruebas para determinar si el perro comienza a admitirlos sin problemas.
5. ¿Se puede prevenir la intolerancia alimentaria del perro?
Un perro nace con la predisposición para padecer intolerancias alimentarias. De hecho, hay determinadas razas, como el bull dog francés y el bóxer, que la sufren con mayor frecuencia.
Sin embargo, se desconoce si un perro padece intolerancia alimentaria hasta que no aparecen los primeros síntomas y se diagnostica la enfermedad.
En cualquier caso, para todos los cachorros mamíferos, la leche materna es imprescindible para la transmisión de anticuerpos, ya que fortalecen el sistema inmunológico e impiden reacciones adversas frente a los alimentos.
Los piensos de gama alta o excelente calidad facilitan la digestibilidad o el aprovechamiento óptimo de los nutrientes y evitan los restos en el intestino del perro, que provocan gases y digestiones pesadas.