El caso de Maya, una perra de Reino Unido a punto de fallecer por una herida con un palo durante el juego, ha despertado las alarmas de los veterinarios, que advierten del riesgo que implican los palos en los canes. Y es que lanzar al can palos para invitarle a correr o dejar que mordisque ramas y otros trozos de madera que se encuentre de paseo por el parque puede resultar un peligro. «Puede provocarle heridas horribles, entre ellas, cortes graves en su boca y lengua; los trozos de madera pueden incluso quedarse atrapados en la garganta, causándole atragantamiento«, advierte el veterinario Grace Webster, presidente de los veterinarios escoceses. En este artículo se describen los riesgos de tiene dejar al can jugar con palos, se detalla el caso de Maya y se dan algunas ideas de juguetes seguros con los que estar en el parque.
Jugar con palos: peligros para el perro
Los juegos con palos en el parque pueden implicar un riesgo serio para la salud del perro. Los veterinarios están preocupados porque este sencillo pasatiempo puede acabar con heridas graves en el animal e incluso con perforaciones de los órganos con mayor frecuencia de lo que se piensa. La ONG PDSA, formada por veterinarios y especializada en ofrecer atención médica a los canes y felinos de familias desfavorecidas, asegura que sus veterinarios atienden heridas producidas por palos y maderas al menos una vez a la semana en sus hospitales de Reino Unido. «Incluso cuando el veterinario consigue curar la herida inicial, las astillas de madera pueden quedar atrapadas e implicar posteriores operaciones quirúrgicas en el perro», explica Grace Webster al diario The Times.
Los peligros que implican los palos para los canes incluyen riesgos derivados de la falta de higiene de la madera: si el palo está sucio, algo normal, la boca del perro también se llenará de bacterias peligrosas durante el juego. Pero no solo eso. Una astilla punzante es capaz de causarle daños importantes en el esófago, bloquear su aparato digestivo e incluso causar la parálisis de la mascota, si la madera puntiaguda consigue alcanzar su espina dorsal.
«He visto a perros que incluso han tenido que ser eutanasiados por la gravedad del daño causado por un simple palo o por la infección fatal provocada», añade Webster. La veterinaria Vicki Larkham-Jones coincide con el peligro, en ocasiones subestimado, que implican los juegos con palos para los canes. «Jugar a perseguir un palo con el perro puede parecer un divertimiento inofensivo, pero he visto demasiadas heridas graves causadas por este juego», dice esta médico veterinaria.
Un dato: los perros labradores y los border collies parecen ser los más propensos a sufrir heridas por palos, como consecuencia de que son rápidos corredores que disfrutann espercial de los juegos de captura.
La perra Maya, herida por morder un palo
El caso de la perra Maya, herida muy grave con un palo que mordisqueaba durante un paseo, ha hecho saltar las alarmas entre las personas que viven con estos animales y explica por qué los veterinarios se esfuerzan en recordar los peligros que pueden esconderse tras un juego en apariencia tan inocente como el lanzamiento de palos en el parque, con el fin de invitar a la mascota a atraparlos y hacerle correr.
De paseo por el parque hace un mes, Maya pidió a sus humanos que le lanzaran un palo para correr tras él, como hacía cada día. Cuando esta juguetona peluda agarró el palo, se frenó de golpe y comenzó a cojear. Una vez en casa, sus amos pudieron comprobar que Maya no podía abrir la boca, rechazaba la comida y bebida y estaba muy decaída. Además, el maxilar inferior se le había hinchado de forma espectacular. Una urgente visita al veterinario y una radiografía fueron definitivas para la recuperación de Maya: una astilla había logrado alcanzar su laringe, causando a la perrita una profunda herida muy dolorosa.
Pero Maya no es el único caso documentado. A la perra Priscilla, de tres años, las heridas causadas por un palo que mordisqueaba durante el juego le provocaron una pérdida de sangre que solo pudo ser estabilizada tras una visita rápida al veterinario.
Juguetes seguros para perros
Los palos no son los únicos objetos con los que se pueden jugar con los canes en el parque. Por fortuna, existen decenas de alternativas seguras de juguetes que animan a los peludos compañeros a estar ocupados y a correr, sin que su salud corra riesgos.
¿Algunas ideas de juguetes para perros? Los juguetes de goma, de tamaño adecuado, permiten que el animal pueda mordisquearlos sin problemas. Los hay de distintas formas (huesos, animales…) y hasta que liberan divertidos ruidos que se pueden usar para incitar el juego con el peludo compañero de vida. ¿Más? Las pelotas son geniales como alternativa de captura y deporte, ya que su rápido movimiento incita a los canes a perseguirlas. Y una propuesta más original: los frisbees para perros.
Una reflexión peluda para terminar: aunque el riesgo de los palos para los canes puede ser reducido en número de casos, puede que haya llegado la hora de reconsiderar cambiarse a la pelota o a los juguetes ruidosos con el fin de evitar dolorosos viajes al veterinario de urgencia.
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