Negro sobre negro. Este es el punto de partida del “El Proyecto de los Perros Negros”, una imponente iniciativa fotográfica que reivindica la belleza de los canes más oscuros, muchos de ellos rechazados por los posibles adoptantes por el único motivo de su color. El síndrome del perro y del gato negro condena a los animales de este tono a tenerlo más difícil para encontrar un hogar. La ciencia ha comprobado que el color oscuro lleva a algunas personas a considerar a estos canes “menos amigables”. Una falsa creencia que asociaciones, amantes de los animales y hasta investigadores luchan por desmontar, y que se aborda a continuación.
El Proyecto de los Perros Negros: hermoso y oscuro
Un proyecto de fotos reivindica la belleza y el carácter amable de los perros y gatos negros
Negro sobre negro. Grandes, pequeños. De ojos saltones o de largas orejas. Con el pelo rizado, corto o largo en tirabuzones. Unos miran a la cámara, otros (más tímidos) prefieren fijar su cálidos ojos en el techo. Imperfectos (como todos). Y, sobre todo, negros.
El fotógrafo Fred Levy se ha empeñado en retratar la belleza de los canes negros. Su trabajo, «El Proyecto de los Perros Negros» (Black Dogs Project), es una bella reivindicación de la belleza de los canes oscuros, quienes, según coinciden muchos expertos, lo tienen más difícil por culpa de ciertos prejuicios para encontrar una familia que les quiera como merecen.
«El Proyecto de los Perros Negros comenzó después de conocer que los canes oscuros pasan más tiempo en los centros de adopción y encuentran más dificultades para ser adoptados, solo con motivo de su color», explica Levy.
Síndrome del perro negro: existe, pero es falso
Los gatos negros no son los únicos en sufrir falsos prejuicios y ser discriminados a causa de su color. El llamado síndrome del can negro también preocupa a muchas personas que se dedican a la protección de animales.
«Aunque no existen estadísticas oficiales, ya que las protectoras no ofrecen datos de adopción en función del tamaño o color de los animales, los estudios sugieren que el llamado síndrome del perro negro existe«, explica el psicólogo experto canino Stanley Coren.
Este científico ha estudiado los sentimientos que perros de distintos colores despiertan en las personas. Para ello, ha utilizado fotografías de canes labrador retriever negros, marrones y amarillos, tomadas en poses similares. También ha empleado imágenes de perros de varios tonos. La idea era conocer los sentimientos que los distintos colores provocaban en 60 personas.
Los resultados fueron elocuentes. Los observadores suelen coincidir en que los canes negros no les parecen tan buenos ni tan amigables. Las diferencias entre los perros de color marrón y amarillo, sin embargo, no fueron tan pronunciadas, aunque en la mayoría de los casos, los más claros sí resultaron ser los más deseados.
«Aunque el estudio no concluye que los canes negros sean siempre rechazados, ya que muchas personas los consideran los más hermosos, el hecho de que se les valore menos en aspectos como la simpatía sí indica prejuicios no fundados por su color, y evidencia que el síndrome del perro negro existe», concluye Coren.
Perros negros y amados por sus dueños
Con el objeto de combatir la injusta e infundada discriminación de los canes negros, el fotógrafo Levy ha reclutado, gracias a las redes sociales, a decenas de personas orgullosas de compartir sus vidas con un perro negro, una gran muestra de amor humano hacia sus canes oscuros, y viceversa.
A continuación se muestra una pequeña selección de su trabajo.