La gordura del perro puede medirse: se habla de obesidad cuando el peso corporal del animal supera en el menos un 20% su peso ideal. La obesidad puede causar dolencias en la salud del can: artritis, problemas cardiovasculares o la merma de su capacidad pulmonar, son solo algunas de las enfermedades relacionadas con el exceso de peso en los perros.
La obesidad del perro no es sana: es una enfermedad crónica que puede causar artritis, enfermedades cardiovasculares o merma de la capacidad pulmonar de la mascota. Entre el 20 y el 40% de los perros de los países industrializados padece obesidad, según datos de la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA, por sus siglas en inglés).
El descontrol alimentario de un perro cuya conducta no se vigila puede derivar en sobrepeso y con el tiempo en obesidad.
Un perro obeso respira peor. La grasa que acumula en el abdomen reduce su capacidad pulmonar.La sobrealimentación y la falta de actividad física explican en buena medida la mayor parte de ese sobrepeso en los canes. Las calorías que el perro debería gastar en los paseos y los juegos se acumulan en los tejidos grasos de su cuerpo, provocando no pocas dolencias a nuestra mascota.
Problemas respiratorios en el perro obeso
La primera consecuencia de la obesidad en el perro es que éste respira peor. La grasa que se acumula en el abdomen presiona su diafragma y reduce su capacidad pulmonar. Esto explica que el animal gordo encuentre más dificultad para inhalar el aire que necesita. Pero los problemas respiratorios de un perro con sobrepeso no acaban aquí.
«La obesidad aumenta el riesgo de que exista un colapso en la tráquea del perro», afirman desde la Conferencia de Veterinaria Europea, que se reúne cada año en Ámsterdam. «El peligro es mayor en el caso de perros obesos de pequeño tamaño, más vulnerables a la acumulación de grasa», explican.
Las anomalías respiratorias son más frecuentes en las razas de cara aplastada y pliegues faciales como el Bulldog, el Carlino o el Boxer, conocidas como síndrome braquicefálico, y se ven agravadas en el caso de los perros obesos de estas mismas razas chatas.
Anomalías cardiacas del animal obeso
La acumulación de grasa en el perro puede desencadenar anomalías cardiacas, otro de los problemas frecuentes en canes con sobrepeso. El incremento del peso corporal tiene efectos sobre el ritmo cardiaco, ya que al corazón le cuesta mayor trabajo bombear la sangre para repartirla por todo el cuerpo del perro. La presión cardiaca, por tanto, aumenta.
«Los perros obesos pueden presentar asimismo hipertensión, hipoglucemias, resistencia a la insulina o tumores de mama, en el caso de las hembras», concluye una investigación realizada por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria sobre obesidad canina; investigación dirigida por el catedrático José Alberto Montoya.
Un aumento del riesgo a la hora de enfrentarse a una intervención quirúrgica, problemas de esterilidad o incluso complicaciones en los partos de las perras embarazas, son otras de las patologías que el equipo de investigadores de la Universidad de Las Palmas relaciona con el exceso de peso en los canes.
Cojeras y problemas para andar
El cuerpo de un perro que padece obesidad responde a la concentración de grasas en sus tejidos redondeando su figura. El peso de los lípidos que se acumulan en los tejidos explica la aparición de pliegues en la zona del abdomen, que se balancean cuando el perro anda o corre. Las calorías no consumidas se acumulan en unos tejidos denominados grasos (o adiposos). Pero el esqueleto del perro no siempre está preparado para soportar un peso muy por encima de su talla adecuada.
Los kilos excesivos ejercen una presión extra sobre los huesos del perro. No es extraño que aparezcan entonces cojeras, dolores articulares o artritis, como consecuencia de la compresión sobre las articulaciones del perro obeso. La grasa innecesaria que se acumula en los tejidos del perro obeso está relacionada, en ocasiones, con afecciones a la piel del perro, como alopecias o seborreas.
Menos longevidad en el perro obeso
Como ocurre en el caso de las personas con esta enfermedad, la esperanza de vida del perro obeso se acorta con respecto a los canes que gozan de un peso adecuado.
El sobrepeso tiene efectos sobre el ritmo cardiaco del perro. Al corazón le cuesta mayor trabajo bombear la sangre.«La obesidad canina está relacionada con un aumento de la mortalidad en los canes, ya que los perros gordos no suelen, de media, vivir tantos años», advierte por su parte la Conferencia de Veterinaria Europea. La menor longevidad del perro gordo, recuerda el congreso, se explica en ocasiones no tanto por la acumulación de kilos, como por las enfermedades relacionadas con la obesidad de los canes.
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La obesidad es la enfermedad más común entre los perros. Para advertirla, basta con comprobar si somos capaces de palpar las costillas y la columna vertebral de nuestra mascota.
Asegúrese de que su perro realiza el ejercicio suficiente acorde con su edad y raza.
No sobrealimente a su mascota. Compruebe que la dosis de comida diaria es la adecuada para su tamaño, edad, raza, etc.
Si detecta algún síntoma de sobrepeso, elimine las golosinas. No dé sobras a su perro, ni abuse de la comida enlatada.
Un perro con sobrepeso necesita un cambio en su dieta; acuda sin falta a su veterinario para dirigir la realimentación del animal hacia su peso ideal.