Un perro que vive en un chalé puede ser feliz si está bien atendido por sus dueños. Pero, si el can está aislado, sin contacto con su familia humana y otros congéneres, o permanece siempre atado, la soledad, el aburrimiento y la falta de estímulos pasarán factura al perro, que puede desarrollar ansiedad, depresión o agresividad. En este artículo se explican los problemas psicológicos que se desatan en los perros aislados en chalés o pisos urbanos y cómo denunciar y prevenir su sufrimiento.
Canes que viven solos en chalés y sus problemas psicológicos
«Un perro no es una alarma que disuada a los intrusos que quieren acceder a propiedades particulares, como los chalés», explica Cristina García, presidenta de la protectora Galgos Sin Fronteras. Este planteamiento erróneo suele ser el origen de perros aislados en viviendas individuales o parcelas que no tienen cubierta su faceta social: estar integrados y en contacto con su familia humana y relacionarse con otros perros.
La soledad del perro en pisos urbanos
El aislamiento social del perro que vive en un chalé, sin relación con sus dueños y con otros canes, sin paseos por el exterior de la vivienda, crea aburrimiento y frustración en el perro, que puede causar estereotipias o movimientos repetitivos, así como comportamientos neuróticos.
Otra forma de maltrato por aislamiento del perro, en la versión urbana, son las terrazas en los pisos, donde hay dueños que dejan a sus perro la mayor parte del día. Un can no se puede adaptar a vivir sin pasear o sin relacionarse con su grupo (humano o canino).
Las consecuencias para su salud no sólo son psicológicas, sino también físicas. «Enfermedades psicosomáticas, como las cardiopatías o las úlceras de duodeno suelen detectarse en casos de perros estresados y ansiosos, debido a un estado crónico de aislamiento en su entorno, que deriva en frustración», apunta el etólogo Miguel Ibáñez.
Pero, ¿puede recuperarse un perro enfermo debido a sus carencias ambientales? Según Ibánez, hay esperanza para estos canes: «La conducta de un perro se puede rehabilitar porque tiene gran plasticidad y, en cuanto se enriquece el medio del animal, la respuesta no se hace esperar y su comportamiento cambia y se ajusta a su nuevo entorno».
Denunciar y prevenir el sufrimiento de un perro aislado
En caso de observar que un perro está desatendido en una propiedad privada, ya sea un chalé, una casa o una parcela, se puede denunciar la situación en la policía municipal o a través de una asociación de protección animal que cuente con asesoría jurídica. Para que la denuncia prospere, es recomendable aportar pruebas, como fotos o videos.
Bienestar canino
«Garantizar el bienestar y felicidad de los perros es una responsabilidad de los dueños y conviene considerar ciertas pautas cuando la vivienda del can es un chalé», explica Marco Villén, veterinario que trabaja en etología clínica. Estas son algunas de esas pautas:
- Tener dos perros en el chalé o parcela es una manera de evitar la soledad del can, que es un animal social y necesita la interacción con personas u otros perros.
- Dedicar al perro tiempo para jugar con él o sacarle a pasear para evitar el aburrimiento, así como para conseguir que el can refuerce la relación con sus dueños y se sienta integrado en su clan familiar.
- Procurar no tener atado al perro y, si es así, que sea el menor tiempo posible, además de permitirle el acceso a la vivienda, un rato, todos los días.
- Tener en cuenta que hay que cubrir las necesidades vitales propias de la especie canina, como la relación social y que para un perro es tan perjudicial no alimentarle, como que esté solo siempre.