El perro se prepara para defecar, pero antes repite un ritual que llama la atención de muchos dueños: el animal gira y gira sobre sí mismo, en busca de la mejor posición. ¿Cuál es la razón de este curioso comportamiento? Una investigación ofrece la clave: los canes son sensibles al campo magnético de la Tierra y eligen el eje norte-sur para defecar y orinar. Este artículo revela las claves para entender este fascinante hallazgo. ¿Está el magnetismo afectando a otras conductas del perro con el que compartimos la vida?
Los perros son sensibles al campo magnético terrestre
El campo magnético terrestre no solo marca la heroica travesía de los salmones por los océanos y su retorno a los ríos para desovar. Los polos magnéticos de nuestro planeta también afectan a los perros, y lo hacen de un modo muy particular: los canes son sensibles a estas corrientes magnéticas y, de forma especial, a la hora de escoger la posición para defecar u orinar. Así lo revela un estudio realizado por un grupo de doce investigadores alemanes y checos, publicado en la revista científica Frontiers in Zoology.Los perros son sensibles al campo magnético de la Tierra y escogen el eje norte-sur para defecar y orinar
Los expertos siguieron el rastro de 70 perros (machos y hembras) de 37 razas caninas distintas durante cerca de dos años. Entre ellos, había canes de raza beagle, pastores alemanes, setter irlandeses, carlinos y perros mestizos. La minuciosa conclusión llega 1.893 defecaciones y 5.582 orinas caninas después.
«Los perros prefieren orinar y defecar con su cuerpo alineado a lo largo del eje norte-sur terrestre. Eso sí, siempre que el animal se encuentre tranquilo y libre de la correa», sostienen estos científicos. La influencia de los polos magnéticos terrestres en la postura elegida por los canes estudiados es solo evidente cuando disfrutan de espacios abiertos, están calmados y se hallan libres de correas.
Pero cuando se dan estas circunstancias, y el eje terrestre es estable, los perros parecen tenerlo claro. Del mismo modo que las brújulas, los sufridos canes buscan el eje norte-sur, y para ello giran en torno a sí mismos hasta dar con la dirección adecuada.
¿Afecta la Tierra al comportamiento de nuestro perro?
El comportamiento animal en la naturaleza se ve afectado por el campo magnético terrestre. Y el salmón no es la única especie en notar sus efectos: roedores, ballenas, coyotes, zorros, vacas, ovejas y hasta los ciervos alinean sus cuerpos con el eje magnético terrestre.
Estos científicos querían saber, en consecuencia, si el campo magnético terrestre también está afectando a los perros con los que compartimos la vida. La respuesta es que sí. «Los canes han demostrado ser sensibles al magnetismo terrestre, y este campo magnético variable puede provocar cambios no solo en la dirección que el animal elige para defecar, sino también en otras respuestas y comportamientos», advierten los científicos.
Una vez confirmada la sensibilidad canina a los campos magnéticos cambiantes de nuestro planeta, quedan cuestiones por resolver. ¿En qué medida estas corrientes de partículas cargadas de electricidad que recorren la Tierra influyen en el día a día de los perros? Algunos expertos ya han expresado su interés en esta cuestión. «Esta investigación es fascinante, y plantea nuevas preguntas, entre ellas, cómo está afectando el electromagnetismo terrestre a los cambios de comportamiento de nuestros canes«, ha señalado el ecólogo Marc Bekoff, autor de más de una veintena de libros sobre conducta animal. Una interrogante que, por el momento, queda abierta.