Un chicle sin azúcar puede parecer inofensivo para el perro. Sin embargo, es muy peligroso e incluso puede resultar mortal para el can. El culpable es un ingrediente cada vez más frecuente en este tipo de gomas de mascar: el xilitol. Este edulcorante tiene menos calorías que el azúcar, pero, como el chocolate, puede poner en peligro la vida del perro en pocos minutos. En este artículo se trata qué es el xilitol, qué alimentos y productos humanos lo contienen, por qué es tan peligroso para los canes, pero no para los gatos, cómo proteger a los perros de ello y qué hacer en caso de intoxicación.
¿Por qué es tan peligroso un chicle sin azúcar para los perros?
El xilitol es un edulcorante bajo en calorías utilizado en muchos productos de alimentación: desde chicles y caramelos sin azúcar, cereales, bebidas catalogadas como «sin azúcar» y hasta en productos de panadería. Además, este sustituto del azúcar puede encontrarse en dentífricos, medicamentos, suplementos de vitaminas, aceites de pescado e incluso en las toallitas de bebé.
El motivo por el que el xilitol es muy frecuente en los chicles sin azúcar es de peso: este edulcorante es casi tan dulce como el azúcar (sacarosa), pero solo contiene dos terceras partes de sus calorías. Esto explica su éxito entre muchos de los alimentos etiquetados como «sin azúcar». Pero no solo eso: su uso en los dentífricos se debe a que este compuesto promete reducir la formación de placa y previene la formación de caries.
Aunque en humanos el xilitol solo puede producir un ligero efecto laxante cuando es consumido en grandes cantidades, este edulcorante es muy peligroso para los perros: su ingestión puede ser fatal e incluso provocar su fallecimiento. «La proliferación del xilitol en los alimentos humanos es una mala noticia para los canes: ellos se sienten atraídos por los olores mentolados del chicle sin azúcar, pero estos productos pueden resultar mortales para el perro», advierte el veterinario Eric Dunayer, de la Universidad de Illinois (EE.UU.), y experto en toxicología animal.
El problema es que canes y humanos no metabolizamos los alimentos del mismo modo. «Mientras que el xilitol es un ingrediente seguro para las personas, útil para evitar subidas de azúcar en sangre en las personas diabéticas o para reducir la ingesta de calorías de ciertos alimentos, lo cierto es que es un componente muy peligroso para los perros», explica Dunayer.
El consumo accidental de alimentos con xilitol puede producirles episodios de toxicidad desde leves hasta muy elevados. El xilitol causa una rápida liberación de insulina en los canes, por lo que la concentración de azúcares en la sangre decrece de forma brusca e incluso puede causar su fallecimiento. «Para un perro de tamaño pequeño el riesgo crece: la ingestión accidental de este componente puede provocar una drástica bajada del nivel del azúcar en sangre (hipoglucemia) en tan solo 10 o 15 minutos», añaden los veterinarios del Centro de Control de Envenenamiento en Animales de Compañía. Y aquí no terminan los peligros: una dosis mayor es capaz de dañar su hígado de forma irreversible e, incluso, paralizar su funcionamiento.
¿Cómo saber si el perro ha ingerido dentífrico o un chicle con xilitol?
Las señales que advierten de una bajada brusca de azúcares en la sangre de los canes causada por el xilitol incluyen vómitos , un estado de debilidad generalizada y un problema para poder coordinar los movimientos de las patas.
Un perro que ha ingerido por accidente un caramelo sin azúcar o dentífrico destinado para uso humano, además, puede sufrir convulsiones y espasmos y, en los casos más graves, un daño importante en sus riñones.
Ante la menor sospecha de que el can pueda haber ingerido uno de estos alimentos, hay que acudir con urgencia al veterinario. Y es que el xilitol no solo es muy peligroso, sino que puede poner en riesgo su vida en menos de 15 minutos.
¿Cómo proteger al perro del xilitol?
Los chicles sin azúcar son uno de los alimentos donde el xilitol es más frecuente, por eso es tan importante mantener los paquetes siempre lejos del alcance de los perros. Pero también hay que tener en cuenta que es un componente habitual de los caramelos sin azúcar e incluso de productos de panadería, como las galletas. Y, además, este edulcorante es cada vez más frecuente en potitos infantiles y hasta cremas de cacahuete, un alimento muy común para fabricar galletas caseras para estos animales.
El consejo: mantener siempre estos alimentos fuera del alcance de los canes y revisar bien las etiquetas de todos los alimentos humanos para premiar al perros.
Además, los dentífricos son otro producto humano donde cada vez es más habitual encontrar este edulcorante tan peligroso para los canes. De ahí que nunca se deba usar dentífrico humano para limpiar los dientes de los perros, sino emplear productos creados para ellos, que hay en clínicas veterinarias o tiendas especializadas en animales.
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Este peligro que entraña el xilitol, sin embargo, parece menos habitual para los gatos que para los perros. “Los felinos suelen ser más sensibles a las intoxicaciones que los canes, pero, en el caso del xilitol, los gatos no parecen sufrir su toxicidad ni las bajadas de azúcares en sangre que padecen sus compañeros caninos”, dice el veterinario Eric Barchas.
Esto no significa que se pueda dar a los gatos productos con xilitol ni dejar estos alimentos al alcance de los felinos. Pero sí significa que quienes viven con gatos pueden respirar un poco más tranquilos, al menos esta vez.