¿Por qué mi mascota muda de pelo en otoño?

Los animales tienen una capa inferior de pelo y otra superior, el pelaje de guarda. La primera es más fina y su función es proteger la piel y dar calor, mientras que la segunda es más áspera y sirve para mantener la piel seca. El pelaje debe adaptarse a la temperatura ambiental. Por ello, y aunque los animales pierden pelo durante todo el año, es en primavera y, sobre todo, en otoño cuando esta circunstancia es más evidente.

El cuarto trimestre del año anticipa la llegada de los días fríos. Así como los humanos modificamos nuestra ropa y optamos por prendas más abrigadas, los animales se preparan para afrontar este descenso térmico cambiando su pelaje. El suave y liviano pelo veraniego va convirtiéndose poco a poco en un manto denso y grueso. Cada especie y raza realiza este proceso de manera distinta, pero al final el objetivo es el mismo: sobrellevar el invierno con el mayor confort posible.

Convivir con una mascota durante la época de muda puede ser estresante. Los pelos no solo están por todas partes, sino que forman marañas (al ser los de la temporada veraniega son finos y sedosos) y vuelan hacia todos los rincones. Sí, la imagen de plantas rodantes por el desierto se asemeja bastante a lo que podemos llegar a ver en casa.

Aunque no podemos luchar contra un proceso natural como es el de la muda, sí que es posible hacerlo más llevadero intentando controlar esa caída y reduciéndola. ¿Cómo? Aumentando el cepillado y lavando (si es que se puede) a nuestra mascota.

Lograremos que el pelo muerto se quede en el peine o cepillo, evitando que caiga al suelo o quede adherido sobre el sofá o la alfombra. Lo idóneo es un cepillado diario, aunque hacer dos sería un plus. La costumbre de peinar a las mascotas es indispensable en periodo de muda, pero debería extenderse a todo el año con una frecuencia más dilatada: una vez a la semana podría ser suficiente. De esta forma, conseguiremos que el animal tenga un pelo limpio, sano y libre de enredos.

No todos los animales aceptan de buen grado un baño. Para los que se muestran más «optimistas» con el aseo, y siempre que nuestro veterinario considere que es una buena idea, un lavado con el champú adecuado acelera (y mucho) la pérdida del pelo muerto.

Además de los perros, otros animales requieren de ciertas atenciones durante el proceso de muda. Repasamos unos consejos básicos para gatos, conejos y hurones.

Los mininos, junto con los canes, son una de las mascotas que más pérdida de pelaje experimentan. La muda otoñal de los gatos suele durar entre cuatro y seis semanas. Para simplificarla, además de practicar el cepillado y el baño, es clave cambiar la alimentación del animal. En este periodo, seguir una dieta reforzada con vitaminas específicas para el pelaje (B, cobre y zinc), omega 3 y omega 6 es fundamental.

Dura entre 4 y 6 semanas

Los gatos, además, pasan largo tiempo lamiéndose la piel lo que, en época de muda, provoca que se traguen grandes cantidades de pelo: son capaces de ingerir más de dos tercios del pelo que cambian. Ya en el cuerpo, el pelo forma bolas. Habitualmente el gato las vomita o las elimina en las heces, pero a veces pueden provocar graves atascos en su estómago e intestino. Para evitar la formación de bolas de pelo y favorecer el tránsito intestinal, podemos optar por alimentarle con un pienso especial o proporcionarle malta.

La primavera es la estación en la que el conejo experimenta una pérdida de pelo más acusada. En otoño también se produce la muda, pero el mes en el que ocurre varía en función de la temperatura donde resida el animal. En cuanto a la duración de este proceso, depende de la raza: algunos conejos tarda apenas una semana, mientras que en otros se extiende más allá del mes.

Dura entre 1 semana y algo más de 1 mes

Los conejos, como los gatos, utilizan la lengua para asearse, con lo que también tragan pelo. Es fácil saber si esto ocurre tan solo observando si las heces del animal están unidas con una especie de hilillo (que en realidad es el pelo). Para ayudar a nuestra mascota a eliminar estas bolas de pelo, además de cepillarle a diario, hay que suministrarle una cantidad extra de heno para que limpie el tracto gastrointestinal. La malta especial para conejos, si así lo recomienda el veterinario, también da buenos resultados.

El cambio de pelo en los hurones se produce cuatro veces al año, al llegar una nueva estación. Asimismo, cada animal tiene sus propias particularidades en lo que a la muda del pelaje se refiere: mientras algunos lo sustituyen a la vez en todo el cuerpo, otros tan solo lo hacen en una zona concreta. Incluso a veces presentan áreas que se quedan calvas durante largos periodos de tiempo.

Ocurre 4 veces al año

Además de apreciar este suceso a simple vista, el que el hurón se rasque más de la cuenta es un claro síntoma de que ha entrado en un proceso de muda. Cepillarlo (si se deja) y bañarle (solo debe hacerse cada dos meses como mucho) acelera el proceso de pérdida de pelaje y alivia el picor que puedan sufrir.

En cuanto a la dieta, incrementar la ingesta de ácidos grasos y proporcionar malta, ya que estos animales también ingieren parte del pelo que mudan, puede ser de gran utilidad.