Vivir la experiencia del nacimiento de unos seres vivos en directo es conmovedor, y más, si existen lazos afectivos con la madre de las criaturas. Pero no hay que olvidar que tener cachorros en casa implica una gran responsabilidad. Por ello, si no se puede colocar a la camada con personas responsables, es mejor no embarcarse en el embarazo y parto de la perra.
En el momento del parto surgen muchas dudas sobre cómo actuar y ayudar a la perra, así que lo mejor es tener claro lo que ocurre durante el embarazo, las señales que nos anuncian el alumbramiento y cómo podemos ayudar durante el parto.
Durante el embarazo de la perra, que dura 63 días ocurre lo siguiente:
–Cambia de comportamiento: está más calmada; pierde interés por sus juegos habituales, necesita más horas de sueño.
-Se muestra más cariñosa con la familia, pero puede estar más recelosa con los machos y tener menos apetito.
– Su aspecto físico cambia a partir de las 4 semanas de gestación. El vientre aumenta de tamaño, las mamas se inflaman y adquieren un color más llamativo (es más notable en las hembras que tienen su primera gestación).
-A partir del día 25 de gestación, los latidos del corazón de las crías son perceptibles con una ecografía. En las últimas semanas del embarazo, se pueden sentir los movimientos de los fetos al poner la mano en el abdomen de la perra.
Cuando la hembra está de parto se producen síntomas, que pueden variar de una perra a otra y que son el preludio del alumbramiento:
- La parturienta puede escarbar en el suelo para construir un cubículo donde colocar a sus cachorros cuando nazcan. Esta actitud obedece a un instinto ancestral de la raza canina, que se remonta a los lobos.
- La perra puede secretar leche por las mamas.
- Pérdida de apetito.
- La perra estará tumbada, relajada, pero jadeante y es posible que vomite, pero no hay que alarmarse por ello.
- La futura mamá necesita estar bien hidratada, así que, debe tener un plato de agua cerca, para que pueda beber mientras está tumbada.
Hay que tener en cuenta que algunos de estos síntomas pueden aparecer en algunas perras 10 días antes del parto y en otras se ponen de manifiesto tan sólo unas horas antes delalumbramiento.
Las contracciones duran entre 10 y 30 minutos. Entre el nacimiento de un cachorro y otro, pueden transcurrir entre 45 y 60 minutos, pero incluso puede haber una diferencia de hasta cuatro horas. Algo que no es motivo de alarma es que, a diferencia de los humanos, los perros suelen nacer de pie.
Ya llegaron los cachorros
Cuando nacen los cachorros, la madre les limpia los restos de placenta. Los dueños pueden ayudar en esta tarea, con una toalla limpia. Si el cordón umbilical no se desprende de forma espontánea, se puede retirar, con cuidado.
Hay ciertas razas, que son propensas a tener problemas en el parto, y a las hembras hay que practicarles la cesáreaUna vez que los cachorros están limpios, hay que asegurarse de que mamen para que ingieran «calostro» de la leche materna, rico en nutrientes, que aportan a los cachorros defensas útiles para combatir enfermedades. La perra debe tener un cubículo cómodo donde parir y criar a sus cachorros. Un lugar tranquilo, donde la temperatura sea templada, y madre y cachorros tengan intimidad.
Hay ciertas razas, que son propensas a tener problemas en el parto, y a las hembras hay que practicarles la cesárea. Sobre todo en estos casos, es imprescindible consultar con el veterinario la posibilidad de que el parto se desarrolle en casa.
Las principales causas de problemas en el parto son las «distocias» y la «inercia uterina».
La perra debe tener un cubículo cómodo donde parir y criar a sus cachorrosEn el primer caso se trata de la imposibilidad de expulsar a uno o más cachorros por causas como: el excesivo tamaño de los cachorros en proporción a la madre, la inadecuada colocación de los perritos al nacer, malformaciones fetales, o fracturas en la pelvis que haya podido sufrir la perra. De todas las formas, si la perra tiene dificultades para la extracción de un cachorro, se puede ayudar tirando con cuidado del cachorro.
Pensar y sopesar las consecuencias de que la perra tenga una camada y preguntarnos: ¿Podemos colocar a los cachorros con personas que se ocupen bien de ellos?
Una vez que se toma la decisión de que la perra quede preñada, consultar al veterinario. De esta forma, se podrá hacer un seguimiento de la gestación, para comprobar que madre y cachorros están en buen estado.
El veterinario tendrá que determinar si el parto puede producirse en casa o puede haber complicaciones y hay que acudir a la clínica.
Durante la gestación y tras el parto, el veterinario aconsejará si la perra necesita una dieta a base de piensos específicos.