Los problemas estomacales son habituales en los perros y pueden estar provocados por ingerir alimentos en mal estado, comer demasiada cantidad, alergias, virus o bacterias, así como estrés o ansiedad. En estos casos, es esencial saber cuidar a un perro con el estómago delicado: hay que poner a su disposición agua limpia y fresca, ofrecerle una alimentación adecuada y equilibrada, incluir en su dieta la cantidad justa de fibra, evitar que se dé atracones y repartir el pienso diario en varias raciones.
La prevención es fundamental para evitar que el perro sufra problemas gastrointestinales. No obstante, cinco sencillas pautas ayudan a cuidar el estómago del animal:
1. Poner a su disposición agua limpia y fresca
El perro debe tener siempre a su disposición agua limpia y fresca, sobre todo, cuando hace calor. El agua estancada y con restos de comida es un foco de infecciones. En cuanto a la temperatura del agua, no debe ser demasiado baja, ya que puede provocar enfriamiento y malestar estomacal.
2. Ofrecerle una alimentación adecuada y equilibrada
La dieta debe ser adecuada y equilibrada según la edad, tamaño y grado de actividad que desarrolla el perro. La combinación de pienso y carne no es recomendable porque se ingiere un exceso de proteínas que desajusta la proporción adecuada de fibra, que mejora el tránsito intestinal del perro.
3. Incluir en su dieta la cantidad justa de fibra
La fibra es esencial para el perro. El veterinario es quien debe recomendar la cantidad de fibra que debe tomar el can, así como la dieta más adecuada. En cuanto a los piensos, hay variedades adecuadas y específicas, muy digestivas y con cantidades extra de fibra, para perros con estómago delicado.
4. Evitar los atracones
Muchos perros comen con avidez y tragan trozos de comida demasiado grandes, que pueden bloquear el intestino y crear graves problemas digestivos. Por ello, es recomendable que coman pienso. En el mercado hay alimentos específicos para perros con estómago delicado, que son más digestivos.
5. Repartir el pienso diario en varias raciones
La cantidad diaria de alimento que ingiere el perro es siempre importante. Las raciones se especifican en los recipientes de alimento canino, aunque si hay dudas al respecto, el veterinario podrá asesorar sobre cuál es la ración diaria más adecuada.
La dieta debe ser adecuada y equilibrada según la edad, el tamaño y la actividad del perro
Juan Antonio Aguado, veterinario y profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid, recomienda repartir la ración diaria en tres partes. Si el perro debe tomar 600 gramos de pienso cada día, esta porción se repartiría en tres raciones de 200 gramos cada una. «De esta manera, se evitan los atracones», añade el veterinario.
La obesidad del perro y los problemas de salud
La obesidad canina no es recomendable en ningún caso. Se debe evitar el sobrepeso porque provoca problemas circulatorios, desestabiliza órganos, como el hígado, y causa diarrea si el can toma más cantidad de alimento de la necesaria.
Los perros tienen un estómago muy sensible a los cambios de dieta, por lo que en principio, salvo que lo recomiende el veterinario, no es recomendable introducir cambios alimentarios. Por otro lado, los denominados «perros aspiradora», como en el caso de la raza Golden Retriever, devoran todo lo que encuentran a su paso. Pueden ser restos de basura, comida, e incluso, papeles o pequeños recipientes que recogen en la calle.
La ingestión de basura o desechos es perjudicial para la salud del perro porque le puede ocasionar graves problemas gastrointestinales. Hay que evitar que el perro ingiera este tipo de desperdicios, sobre todo, en el caso de un perro con tendencia a padecer problemas estomacales.
El veterinario Juan Antonio Aguado explica que los perros pueden ingerir los objetos más insospechados, como un cinturón o ropa interior, e incluso, detalla que algunos canes «comen piedras, telas y otros objetos, pero aún así, no tienen problemas estomacales».
Inapetencia en el perro
La inapetencia en el perro puede deberse a diversas causas, tanto físicas como psicológicas. Es probable que un perro enfermo o deprimido pierda el apetito de manera temporal. No obstante, si el perro está inapetente y deja de comer durante unos días, al menos, sí debe beber agua para evitar deshidratarse. La pérdida de apetito es más preocupante si se alarga en el tiempo y el perro no recupera de manera paulatina las ganas de comer.
En el caso de que haya varios perros en casa, en el momento de la comida, es recomendable colocarles platos independientes para que coman todos al mismo tiempo. Se evita así que coman deprisa porque piensen que los demás les quitarán su ración. Si un perro come muy rápido, puede indigestarse por no masticar bien el alimento. Hay que elegir para comer momentos del día en los que no haya prisa y el perro pueda tomarse su tiempo para comer.
Intoxicaciones caninas
Los perros pueden intoxicarse a causa de la ingesta (o por contacto) de diversas sustancias. Las más habituales son los matarratas, pesticidas, anticongelantes, algunas plantas y medicamentos. Los síntomas por intoxicación son los vómitos y diarreas, por lo que si se detectan, frente a una intoxicación, se debe acudir cuanto antes al veterinario.
La inapetencia en el perro puede deberse a diversas causas, tanto físicas como psicológicas
Al contrario de lo que se piensa, no es recomendable provocar el vómito en el perro porque, lejos de ayudar, puede empeorar la situación. En el caso de que se conozca qué producto ha causado la intoxicación, hay que llevarlo a la consulta del veterinario para que sepa cómo actuar, según la sustancia ingerida por el perro.
Evitar los atracones de comida.
Tener disponible agua fresca y limpia para el perro siempre.
Evitar el sobrepeso.
No permitir que el perro ingiera basura.
Tener cuidado con las intoxicaciones por la ingesta de sustancias venenosas y tóxicas.
Consultar con el veterinario el tipo de pienso más adecuado para el animal, así como las raciones diarias recomendables.