En España, el microchip canino se implantó por primera vez en Cataluña, a finales de los años ochenta. El registro de los animales de compañía con microchip (perro, gato y hurón) se gestiona a través de las comunidades autónomas. Su función es evitar los extravíos, pero también los abandonos. En este artículo se explica cómo el microchip permite localizar al dueño del perro o gato, de qué manera mejorar su eficacia y sus puntos flacos, así como la necesidad de identificar al animal, ya que es obligatorio en todas las comunidades autónomas, e incluso, existe un sistema común de búsqueda en la Unión Europea.
El microchip permite localizar al dueño del perro o gato
El microchip tiene el tamaño de un grano de arroz y se instala bajo la piel del perro, gato o hurón
El microchip es un pequeño dispositivo electrónico, de tamaño similar a un grano de arroz. Su coste ronda los 30 euros, aunque no hay una tarifa unificada, y está preparado para introducir en él un código alfanumérico que permita acceder a la información del propietario del perro, que se almacena en una base de datos.
El microchip se implanta de manera subcutánea, bajo la piel del cuello del perro, gato o hurón. De esta forma, si el animal se pierde, es posible leer los datos con un aparato similar al que se utiliza en las tiendas para leer los códigos de barras. Este sistema permite localizar al dueño del animal con más facilidad.
Una vez que el propietario del animal avisa de su pérdida al registro o archivo donde esté inscrito, hay que esperar a que llegue el aviso de localización, con el número del microchip del perro, gato o hurón. Con ese código, se localiza el número de teléfono y dirección del dueño, para alertarle del hallazgo de su mascota.
En caso de abandono o pérdida, el microchip es la mejor herramienta para localizar a los dueños y conseguir que el animal regrese a casa. No ocurre lo mismo cuando se roba a la mascota y se ocultan los datos del microchip para que sus dueños no la recuperen.
Cómo mejorar la eficacia del microchip
La finalidad del microchip es facilitar la recuperación de un perro perdido y la lucha contra el abandono de animales. ¿Pero se ha conseguido cumplir estos dos objetivos? Según Leire Jiménez, veterinaria de la Sociedad Española de Animales y Plantas (SPAP), «en general, el microchip cumple estos objetivos«. Aunque matiza: «Un 5% de los perros que llegan a nuestro albergue no regresa con sus dueños porque, entre otras cosas, los datos que figuran en el archivo o registro de animales de compañía no están actualizados».
Solo en la Comunidad de Madrid, el microchip permitió encontrar a 13.400 perros y gatos en 2011
Para que el microchip cumpla su función de manera eficaz, la veterinaria cree necesario mejorar varios aspectos: los dueños deben actualizar su información de contacto, cuando cambien de dirección o de teléfono, y avisar en la base de datos del microchip si el perro se pierde. No obstante, a pesar de los aspectos mejorables, solo en la Comunidad de Madrid, la identificación de perros y gatos con microchip permitió recuperar a 13.400 animales en 2011. El número de perros y gatos censados con microchip en 2012 en la base de datos de la Comunidad de Madrid es de 800.000.
En el caso de Asturias, el presidente del Colegio de Veterinarios, Armando Solís, señala que hay 146.305 perros, gatos y hurones registrados. En cuanto a los animales perdidos con microchip, se recuperan un 80%. Por su parte, según datos del Archivo de Identificación de Animales de Compañía (AIAC) elaborado por el Colegio de Veterinarios de Cataluña, en esta comunidad hay 931.355 animales de compañía (perros, gatos y hurones). En el año 2011, el AIAC recibió y gestionó un total de 5.636 llamadas sobre animales encontrados con microchip. De ellos, sus propietarios recuperaron a 3.442, es decir, un 61%.
Puntos flacos del microchip
La falta de un registro de identificación de animales de compañía único y de carácter nacional ralentiza y dificulta la posibilidad de encontrar a su dueño. Si el animal se pierde en una comunidad autónoma distinta a la comunidad donde está registrado su microchip, en este segundo territorio no se tiene constancia de los datos.
Además, «muchos dueños de animales ignoran que tienen que notificar la pérdida de su animal en la base de datos de la comunidad autónoma donde está registrado el microchip, para que quede constancia y se agilice el trámite de búsqueda del dueño», comenta Jiménez.
El teléfono de la base de datos figura en la tarjeta que el veterinario entrega al propietario del animal tras colocarle el microchip. Este especialista también puede facilitarnos el teléfono del registro de identificación.
Identificar al animal es obligatorio en todas las comunidades
Las leyes de protección autonómicas obligan a identificar a los animales de compañía, con microchip o con tatuajes
La identificación del animal de compañía es obligatoria en todas las comunidades autónomas, aunque en unas se realiza con microchip y en otras, con un tatuaje en la cara interna de la oreja del animal. La obligatoriedad de la identificación del perro, gato y hurón (los tres mamíferos que, por el momento, se consideran animales de compañía en España) se recoge en las leyes de protección animal de carácter autonómico, si bien cada una tiene sus especificaciones: mientras que en unas es obligatorio la identificación de perros y gatos (Cataluña), en otras solo está reglado para los perros, como es el caso de Asturias.
El hecho de que el animal no esté identificado, ya sea con microchip o con tatuaje, puede conllevar distintas sanciones, que varían en cada región. Si la ausencia de identificación se considera una infracción leve, como en la Comunidad de Madrid, la sanción asciende a 300 euros. En Andalucía, donde se considera grave, la sanción puede ascender hasta los 2.000 euros.
Por otro lado, la Red Española de Identificación de Animales de Compañía (REIAC) es un archivo de datos con los códigos de los microchips de todas las comunidades autónomas españolas. Con este archivo se facilita la localización de un perro que se pierde en una región distinta a la comunidad donde vive.
Fuera de nuestras fronteras, en el resto de Europa también se cuenta con una base de datos para todo el continente, Europetnet. Esta consiste en un grupo de asociaciones que comparten los registros de identificación de todos los animales de compañía que tienen microchip.
Si nuestro animal se pierde en algún país de la Unión Europea, se puede introducir el número de microchip en la página web de Europetnet para obtener una lista de las entidades donde ha estado el animal desde el momento de su pérdida.