La llegada de un nuevo gato a una casa donde ya viven otros felinos puede parecer un problema al principio, aunque con algunos consejos las asperezas desaparecerán y los peludos podrán convertirse en grandes amigos. En este artículo se recogen seis claves para que el gato adoptado sea aceptado por el resto de felinos: pasar por el veterinario, ofrecer una habitación aislada al recién llegado, presentaciones con transportín y premios, encuentros en los brazos del dueño y frenar las posibles peleas entre gatos que pudieran surgir al principio.
Nuevo gato en casa: ¿cómo presentarle al resto de felinos?
La llegada de un nuevo gato a casa necesita un tiempo de adaptación para que el resto de los felinos encuentren su lugarBilly es un gato atigrado de tres meses de edad. Este pequeño y simpático felino acaba de ser adoptado por una familia en cuya casa ya conviven otros gatos adultos. ¿Cómo lograr que la convivencia entre ellos sea positiva e, incluso, que lleguen a ser buenos amigos peludos?
«La llegada de un nuevo gato a una vivienda donde ya hay otros felinos adultos suele provocar algunos problemas iniciales, ya que los animales necesitarán recolocar al recién llegado«, advierte la veterinaria Patricia González.
Sin embargo, si la adaptación se hace del modo correcto, es muy extraño que haya problemas o que las peleas entre los gatos se prolonguen. «La clave es hacer las presentaciones de un modo muy progresivo», añade esta experta felina. A continuación se explican seis pasos para conseguirlo:
1. El gato nuevo precisa visitar al veterinario
El primer paso para introducir a un nuevo gato en casa es pasar por el veterinario. El doctor felino necesita examinar al peludo recién llegado, evaluar su estado de salud y analizar si posee parásitos internos o externos (pulgas) que precisen tratamiento. De este modo, además, se evita que la infección pase a los felinos que ya viven en casa, ya que este tipo de parásitos suele propagarse entre los amigos de cuatro patas de un modo rápido.
Esta primera visita al veterinario también servirá para realizar las pruebas de leucemia así como el test de inmunodeficiencia felina, el llamado sida de los gatos. Estos análisis son esenciales, ya que sendas enfermedades pueden ser transmitidas al resto de los gatos de casa. «Además, aunque la leucemia sí se vacuna, no existe una inyección contra el virus de la inmunodeficiencia del gato», advierte la veterinaria.
Una vez comprobado el estado de salud del gato adoptado se pueden comenzar las presentaciones felinas, paso a paso.
2. Introducir un gato nuevo en casa, una habitación separada
Segundo paso para tener éxito con la llegada del nuevo gato: el felino necesitará una habitación para él solo durante los primeros días en casa. El nuevo peludo inquilino puede permanecer en una estancia apartada, con cama para gatos, juguetes, agua, arenero para que el felino haga sus necesidades.
Esta separación permitirá a los gatos olerse y oírse sin someterse al estrés que implicaría un contacto directo. «Hay que asegurarse de que la habitación esté aislada del resto de gatos y que la puerta permanezca bloqueada. Esta estancia tranquila ayudará al felino recién llegado a sentirse seguro y a adaptarse antes a su nueva casa», recomienda la asociación protectora 4 Paws (cuatro patas).
Una buena idea es ofrecer al gato adoptado juguetes que ya hayan usado el resto de habitantes peludos de la casa. Y viceversa: una vez que el nuevo inquilino los haya utilizado, estos accesorios pueden sacarse al resto de los gatos para que ellos también puedan familiarizarse, poco a poco, con el olor de su nuevo peludo amigo.
3. Lograr que el gato nuevo coja confianza
Estos primeros días servirán asimismo al dueño para conocer mejor la personalidad del gato adoptado, y para estrechar los lazos afectivos con el recién llegado. Las caricias, los juguetes, rascador para el gato, las palabras suaves así como los juegos con el felino serán imprescindibles para que el recién llegado tome la confianza que precisa en casa.
«Los gatos recién llegados a una nueva vivienda no suelen estar de humor para jugar, por lo que la adaptación debe ser lo más tranquila posible, y el ambiente muy sosegado y libre de ruidos», apunta la asociación Humane Society, dedicada a encontrar casa a los perros y gatos sin hogar que la necesitan.
Otro consejo: los cachorros de gato y felinos adultos temerosos tienden a buscar el rincón más recóndito de la habitación, un refugio donde ocultarse. Este espacio puede ser la parte trasera del sofá, un hueco detrás de la estantería de los libros o cualquier hueco similar.
Lo recomendable es invitar al gato a que ocupe el centro de la habitación y evitar que se esconda. Una vez que se sienta seguro, esto logrará que gane confianza en sí mismo y pierda el temor. Pero, ¿cómo lograr que un felino asustado no trate de ocultarse?
Unas toallas o mantas pueden valer para tapar los bajos del sofá y evitar así que este inmueble le proporcione el escondite que busca. La cama del gato (mejor en alto) puede colocarse en mitad de la habitación: llenarla de juguetes y colgarle algún móvil para golpear y corretear también será un apoyo para que el tímido recién llegado gane confianza en sí mismo.
Por supuesto, las caricias y cuidados al resto de los gatos de la casa también deben incrementarse.
4. Presentaciones felinas en transportín, paso a paso
Las peleas entre gatos que aún no se conocen hay que evitarlas con ayuda del transportín y de los brazos del dueño durante las presentaciones
Las presentaciones entre los distintos gatos que aún no se conocen no pueden forzarse. «Los encuentros deben realizarse paso a paso», explica González. Lo ideal es utilizar el transportín para estos primeros acercamientos.
¿Cómo? Hay que colocar al gato nuevo en un lugar central de una habitación principal y frecuentada por los gatos de la casa. «Los demás gatos se acercarán a olerle, a reconocerle, poco a poco, cada uno a su ritmo», explica la veterinaria.
Un truco que funciona para animar estas primeras reuniones es colocar algunas golosinas o latas de comida para gatos a una distancia reducida del transportín. Estos comestibles ayudarán a los felinos a acercarse al gato. Y a que vean su llegada como algo positivo.
La distancia de los premios al transportín puede ir reduciéndose a lo largo de los días, con el fin de que el contacto entre los distintos felinos sea cada vez más cercano. «El intercambio de olores entre los felinos favorecerá que se acepten y a reducir el estrés, algo que puede también conseguirse con el cepillado de los gatos con el mismo accesorio«, añade 4 Paws.
Estos primeros encuentros con transportín deben ser el único contacto durante los cuatro o cinco primeros días del gato en casa. Las reuniones protegidas de este modo pueden realizarse, por ejemplo, durante media hora, varias veces repartidas a lo largo del día.
5. Encuentros felinos con el gato en brazos
Tras estos primeros cuatro o cinco días de contactos con la protección del transportín y premios, los gatos ya están preparados para entablar un acercamiento algo mayor. Sin embargo, en esta nueva etapa los felinos también necesitarán nuestra ayuda. ¿Cómo hacerlo?
Lo correcto es tomar al gato nuevo en brazos y sentarnos en un sofá o sillón cómodo, con el fin de que el resto de los peludos inquilinos puedan acercarse y tocarle. Sin embargo, no hay que soltar al nuevo gato: nosotros debemos ser mediadores de estos acercamientos.
Los gatos podrán olerse, rozar sus cuerpos y tocarse con la protección de nuestros brazos. Las palabras amables, pronunciadas en un tono suave y cariñoso serán agradecidas por todos los peludos inquilinos, y ayudarán a liberar tensiones. Si además las acompañamos de caricias y premios comestibles, el estrés se reducirá de forma notable.
Esta fase de presentaciones dura otros cuatro o cinco días. Una vez que termine el encuentro en los brazos del dueño, el nuevo inquilino debe volver a su habitación. «Todos estos encuentros controlados por nosotros servirán a los gatos para reubicar poco a poco al nuevo felino en la familia, y encontrarle su espacio», dice González.
Los gatos tienden a organizarse y repartirse tanto el espacio como los horarios. Por ello, estas reuniones vigiladas servirán para que los gatos de casa encuentren, poco a poco, el hueco que le corresponde al nuevo peludo inquilino de casa.
La llegada de un nuevo gato a casa puede ser motivo de conflictos con los demás miembros felinos de la familia, pero desaparecerán si conseguimos que la toma de contacto entre ellos sea adecuada.
6. Encuentros entre gatos vigilados
Diez días después de su llegada a casa, los gatos ya están preparados para encontrarse sin la mediación física del transportín o la protección total de los brazos del dueño. Llega el ansiado momento de que los felinos puedan inspeccionarse, olerse, tocarse y, por supuesto, de jugar en libertad.
Estos encuentros, sin embargo, también deben ser supervisados por nosotros. Tampoco hay que dejarles juntos si nos vamos de casa hasta que no se esté seguro de que los conflictos han cesado.
Aunque es normal que algún felino bufe un poco o sea algo más gruñón que los demás, las peleas entre gatos no son productivas y deben evitarse: solo servirán para hacerse daño y aumentar la agresividad entre los felinos. Las refriegas entre felinos, si se dan, hay que pararlas de golpe: separar a los gatos y volver a intentarlo más tarde. Este tipo de peleas, sin embargo, no siempre se dan, y cuando ocurren, se reducen con el tiempo.
Sin embargo, si la adaptación se hace del modo correcto, es muy extraño que haya problemas o que las refriegas entre los peludos inquilinos se prolonguen. Con nuestra ayuda, los bufidos darán -poco a poco- paso a los juegos y, con ellos, lo normal es que florezca la amistad entre los gatos de casa.
¡Feliz bienvenida a la familia felina, amigo gato!
Dos gatos amigos pueden pelearse, o tratar de hacerlo, de modo ocasional durante los primeros meses de convivencia. “Estas peleas suelen ser algo más frecuentes cuando se trata de dos gatas”, explica la veterinaria Patricia González.
Las trifulcas entre felinos deben ser frenadas: hay que convencer a los gatos de que deben ser amigos y de que, además, esta amistad les reportará más beneficios que perjuicios. En la mayor parte de las ocasiones, las peleas entre gatos que viven en la misma casa desaparecen, de forma que solo el 10% de los felinos compañeros de piso las mantienen a lo largo de los meses de forma esporádica, según la estadística de tenencia de animales domésticos elaborada por la Asociación Americana de Veterinarios.
La paciencia, los premios duplicados, los mimos multiplicados, los juegos compartidos y animados por el dueño y las caricias a dos, tres o cuatro bandas (en función de los gatos que haya en casa) serán una ayuda esencial para lograr que los gatos adoptados tengan el hogar que se merecen. Y unos amigos peludos con el que compartirlo.