Perro o gato, ¿qué prefieres? La decisión no solo influye en el peludo inquilino de la casa sino que dice mucho de nuestra personalidad, explican los científicos. Mientras que las personas que optan por el can son más familiares y responsables, quienes prefieren convivir con un gato suelen ser más creativos y urbanos. Este artículo desgrana estas claves.
Perro o gato, ¿con quién vives?
¿Eres más de perro o más de gato? El animal por el que se muestra preferencia -o el elegido para convivir- dice mucho de nuestra personalidad, según los científicos.
Los amantes del perros muestran su afinidad por sus animales con mayor entusiasmo
«Existen diferencias notables entre las personas que se sienten más cercanas al perro y aquellas que, por el contrario, prefieren a los gatos«, asegura la psicóloga Sam Goslin, de la Universidad de Texas, que ha estudiado cómo cambia la personalidad en función de la afinidad por canes o felinos en 4.565 ciudadanos.
¿El primer dato curioso? A juzgar por los resultados de Goslin, los amantes de los cánidos expresan sus sentimientos hacia el perro con mayor entusiasmo. El 46% de los encuestados afirma sentirse más cercano a los perros, mientras que el 28% se declara más amante de los gatos. ¿Y el resto? O son poco amigos de estos peludos compañeros o quieren igual a canes y felinos.
Los dueños de perros son más extrovertidos
Los ciudadanos encuestados debían definirse a mí mismos, a través de un cuestionario y sucesivas preguntas sobre su personalidad y estilo de vida. Y, resulta que sí hay discrepancias notables entre quienes se declaran más afines a los perros y los entusiastas de los gatos.
Los dueños de gatos se ven más creativos y urbanitas que los de perros
Los amantes de los canes «son más extrovertidos (un 15% más) y menos neuróticos que los partidarios de los gatos», concluye la psicóloga. «Además, los dueños de canes se describen como personas más amables (13%) y responsables que los propietarios de felinos», señala la investigadora.
Por el contrario, los amantes de los gatos se perciben a sí mismos como más creativos y aventureros, aunque también admiten ser más propensos a la ansiedad.
Los dueños de gatos, más dispuestos a vivir solos
El gato suele percibirse como un animal más independiente que el perro. Y esta característica afecta a las personas que deciden convivir con un peludo minino. Es la conclusión de otro interesante estudio sobre las diferencias entre dueños de perros y gatos, realizado por el psicólogo Stanley Coren, de la Universidad de British Columbia, en Vancouver (Canadá), y miembro de la Asociación Americana de Psicología.
«Las personas que viven con gatos son distintas a las que comparten su vida con un perro», coincide Coren. Hasta el punto de que quienes prefieren a los felinos disfrutan más de su soledad. Y tienen un 30% más de probabilidades de vivir solos, sin otros humanos en casa, según este investigador.«Casarse, vivir en una casa unifamiliar y tener niños es más propio de quienes se declaran amantes de los perros», dice Coren, que ha estudiado estas preferencias en un total de 6.149 personas, entre 16 y 94 años.
La gente se identifica con sus animales
Pero, ¿cómo se explican las diferencias de personalidad entre amantes de gatos y de perros? Goslin afirma que hay un cierto contagio entre el carácter que se atribuye al animal (cierto o no) y la percepción que se tiene de uno mismo. El perro suele verse como un animal más sociable y amable con los desconocidos. Mientras que al gato se le vincula un carácter más solitario, pero creativo y divertido en la intimidad. «Cuando alguien se declara más amante del perro que del gato, o viceversa, de forma indirecta proyecta en sí mismo esta personalidad canina o felina», explica Goslin.
Este contagio entre el carácter de perros y gatos con sus dueños también ha sido estudiado por un equipo científico de la Universidad de Ball (en EE.UU.). «La gente «gatera» busca animales más independientes mientras que los propietarios de perros suelen buscar un animal más amigable y sociable», concluye este estudio. Discrepancias y afinidades aparte, el amor por los peludos compañeros tiene tantas formas como animales y humanos hay. Sean perros o gatos.
En España hay 4.720.378 perros, según el censo de mascotas de la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para animales de compañía. Y 3.360.706 de gatos (casi un millón y medio menos que canes).
Estos datos implican que el 10% de los ciudadanos comparte su vida con un perro. Mientras que el 7% opta por un gato. (En España hay casi 47 millones de personas, según el Instituto Nacional de Estadística)