El microchip es un pequeño dispositivo, que se coloca bajo la piel, y que sirve para guardar los datos del dueño del animal. Este método se implantó con el objetivo de recuperar al perro en caso de pérdida, pero también como forma de frenar y controlar el abandono de animales. Sin embargo, a pesar de que el microchip es obligatorio en toda España, hay animales que ingresan en los albergues con él y sus dueños no se quieren hacer cargo de ellos.
Los datos que se registran en el microchip consisten en un código personalizado formado por números y letras, junto con los datos del propietario (nombre, teléfono). Esta información queda registrada en un archivo central, conectado incluso, con los archivos que contienen este tipo de datos en el resto de Europa.
El microchip es una cápsula del tamaño de un grano de arroz. Se coloca bajo la piel, con la ayuda de una inyección, en el lado izquierdo del cuello. No es necesario usar anestesia y no tiene efectos secundarios. El código del chip se descifra con un lector de datos, que se activa al colocarlo encima del microchip.
La identificación del perro es importante, porque relaciona de manera rápida al animal con su propietario. Es muy útil para localizar al perro en caso de: desapariciones, robos, abandonos o uso de perros para peleas o ventas ilegales.
Uso obligatorio
El uso del microchip, obligatorio en España, permite tener un censo actualizado de la población canina. Aunque el marco jurídico para el cumplimiento de la identificación existe, sin embargo, Arancha Sanz, Abogada de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid, opina que «los mecanismos de control no son eficaces y hay propietarios que no colocan el microchip a su perro».
La identificación del perro es importante, porque relaciona de manera rápida al animal con su propietarioDe hecho, en el albergue de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid, el año 2011, el 31% de los animales que ingresaron tenían microchip. Arancha Sanz explica en este sentido que: «aunque algunos de estos perros son reclamados por sus dueños porque se han extraviado, la mayoría se quedan en el albergue, porque sus propietarios no quieren saber nada de ellos».
La identificación del perro se puede llevar a cabo a cualquier edad. En el caso de los cachorros, se suele hacer cuando ya está vacunado. Sólo los veterinarios están autorizados para identificar a los animales con microchip.
Otro método de identificación, que se usó hace años, pero que ya está obsoleto, es el del tatuaje. Consiste en marcar en las caras internas de las orejas o de las extremidades posteriores del perro, un código de números y letras, con tinta negra. Este método es doloroso, por lo que es necesaria la anestesia general.
Perro perdido
Cuando se encuentra un perro perdido o abandonado, hay que ser solidario y ayudar al animal. En caso de no hacerlo, es fácil que, en unas horas, muera atropellado, sea víctima de desaprensivos, o sufra: hambre, sed, frío o calor.
Si el animal está identificado con el microchip, será cuestión de minutos localizar al propietario y lograr un final feliz. Si el perro se deja manejar con facilidad, se le puede llevar a la clínica veterinaria más cercana y solicitar que le pasen el lector del microchip. Esta operación no tiene coste alguno. En caso de que el perro no tenga microchip, en la propia clínica, pueden avisar a un servicio de recogida para llevar al perro a un albergue, donde tenga la oportunidad de ser adoptado.
Encontré un perro abandonado con microchip
«Encontré un perro abandonado, que resultó estar identificado con microchip. Por más que intentamos ponernos en contacto con el dueño, fue imposible, pero ahora, después de dos meses ha aparecido y reclama al animal, del que yo me hice cargo y al que he cogido mucho cariño». Este caso fue puesto en conocimiento del gabinete jurídico de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid, pero nos puede ocurrir a cualquiera, así que; sepamos cómo actuar:
La solución para esta difícil situación está a caballo entre la Ley y la atención a un ser vivo que tiene sentimientos. Conforme a la Ley, y en el supuesto de que se viva en una región de España donde no existen leyes autonómicas al respecto, según el artículo 612 del Código Penal: el propietario de animales domésticos, podrá reclamar el animal en un plazo de 20 días, a contar desde que ha sido recogido por otras personas. Una vez transcurrido este plazo, pertenecería a quien lo haya recogido.
En algunas ocasiones, no es que el animal se haya abandonado , sino que se ha perdido o extraviado, así que la pregunta sería:
¿Cuáles son las gestiones que ha hecho el dueño para encontrar a su perro?
Si, efectivamente, el dueño ha llevado a cabo estas gestiones para recuperar a su perro, el plazo antes citado no contaría, pero esto tendría que dilucidarse en un juicio. Sin embargo, según explica Alicia Muñoz, Abogada, «lo recomendable es buscar el bienestar del animal y no hacerle objeto de juicios ni transacciones».
Si el animal está identificado con el microchip, será cuestión de minutos localizar al propietario y lograr un final felizY añade que habría que saber si el dueño original es una persona que quiere a su perro. Aunque, en este caso, el hecho de tener un microchip, ya es un síntoma de que existe un apego hacia el animal. Si el antiguo dueño tiene ese cariño y la persona que recogió el perro también, se plantea un conflicto de afectos.
Alicia Muñoz, abogada, cree que «quizás el asunto podría hallar una vía para aplicar la solución deseada, si se permitiera al perro elegir con qué persona quiere irse. Así, si ambas partes implicadas quieren de verdad al animal, darán una prueba de afecto y permitirán que el perro elija su felicidad».
Identificar al perro cuando es un cachorro.
La implantación del microchip debe llevarla a cabo un veterinario.
En caso de encontrar un perro perdido, acudir a la clínica veterinaria para que comprueben si el animal tiene microchip.