Las diarreas en perros son más frecuentes durante el verano. El motivo son los cambios de horarios, nuevas comidas y un mayor peligro de que el can coma alimentos de la calle y plantas que no le sienten bien. Pero tratar la diarrea en estas mascotas es importante, ya que el exceso de gases es doloroso para el animal y hasta puede causarle una peligrosa deshidratación. En este artículo se aborda por qué las diarreas en canes son más habituales durante el verano, qué hacer en casa cuando aparecen, cómo preparar una dieta blanda para el perro con diarrea y cuándo por las heces blandas caninas se necesita una visita urgente al veterinario.
Perros con diarrea: peligros del verano
La diarrea en perros es frecuente en verano, explican los expertos. Se aprecia porque el animal evacúa heces blandas con mucho líquido. Aunque se trata de una dolencia habitual, esta también puede ocultar enfermedades intestinales.
Los excesos de la época estival afectan a la salud intestinal de los canes, por eso, el calor y los cambios en su dieta son factores que pueden provocar gastroenteritis con ciertos malestares. En las vacaciones de verano, los dueños de perros y gatos modifican sus hábitos y con ellos también, sin ser en ocasiones conscientes, el de sus mascotas. Además, las altas temperaturas aumenta el número y duración de los paseos al aire libre. Por ello, los canes suelen ingerir más plantas y hierbas de lo normal, lo que a menudo hace que les siente mal, con las consecuentes diarreas.
La gastroenteritis leve no precisa de tratamiento veterinario. Pero, en los casos más extremos, es posible que el animal presente heces con sangre y esteatorrea, problemas en la absorción o digestión de los alimentos, que pueden derivar en una pancreatitis. Por eso conviene consultar con el médico canino.
Diarrea en el perro en verano, ¿qué le pasa?
El alimento que ingiere un perro tarda unas ocho horas en recorrer los túneles y conductos que conforman su intestino. Durante ese trayecto, la comida pierde cerca del 80% del agua que contiene. Pero esto es así solo en condiciones normales.
Un can con diarrea evacúa heces muy blandas y, además, en un volumen por encima de lo normal. ¿Por qué se producen? Cuando el animal sufre diarrea, el alimento recorre el intestino a una velocidad mucho mayor: llega antes al ano, sin tiempo para que el cuerpo absorba el agua y los nutrientes de la comida. Por ello, las heces salen de forma abrupta y muy líquida. «La diarrea en perros es frecuente e implica el 30% de las visitas en una clínica básica de atención primaria», explica el veterinario Fausto Andrés.
Un cambio en la comida del can, sin la supervisión de un veterinario, es causa frecuente de diarrea. También sucede «cuando ingiere objetos extraños o toma alimentos que no son los apropiados por la calle», añade Andrés. En otras ocasiones, la diarrea puede ser provocada por una reacción alérgica en el animal. Por ello, cuando aparece, conviene consultar pronto con el veterinario.
Perros con diarrea, ¿cómo preparar una dieta blanda canina?
Un perro con diarrea debe ayunar durante unas 24 horas. La retirada de alimento, sin embargo, no incluye eliminar el líquido. El can debe ingerir agua, en pequeñas tomas y frecuentes. El motivo es que el animal elimina mucha cantidad de líquido a través de las heces líquidas, así que contar con agua disponible contrarresta el riesgo de deshidratación. «El ayuno es lo más importante, pero como puede haber otras causas para la diarrea, como un fallo renal o intoxicación, tras el ayuno lo importante es visitar al veterinario», advierte Andrés.
Una vez que el perro se reponga, hay que procurarle una dieta blanda, amable con su estómago dañado. Conviene optar por una alimentación baja en grasas y sencilla de digerir, para no hacer trabajar de golpe al debilitado y molesto estómago del can. Un plato de arroz cocido con un poco de pollo hervido o de pescado, hervido o a la plancha, es una buena propuesta de cocina casera que ayude al peludo amigo a recobrar sus fuerzas. Si la causa es alimentaria, la dieta de arroz con pescado o pollo es buena, siempre que no exista conocimiento de alergia a estos alimentos.
Además, repartir el alimento en tres o cuatro raciones distribuidas a lo largo del día es mejor que ofrecerle toda la comida de golpe. El estómago del perro que ha sufrido diarrea aún estará delicado, por lo que no hay que forzarlo.
El veterinario apunta otro consejo relevante: «Darle agua de arroz para beber«. Para prepararla hay que cubrir una taza de arroz con agua fría durante la noche, retirar el arroz por la mañana y darle esa mezcla por la mañana.
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