La denominación de perro de presa se refiere a un animal con determinadas características físicas, que le confiere mucha fuerza. Sus potentes mandíbulas les ofrecen una gran capacidad para agarrar y morder con mucha potencia. Razas de perro como el Pit Bull o el Bulldog tienen fama de peligrosos y agresivos debido a estas características de los llamados perros de presa, sin embargo, no tiene por qué ser así, si el perro está bien educado y socializado.
El término presa alude a un mecanismo que se activa como consecuencia del instinto de caza. El perro tiende a perseguir lo que se mueve y corre para atraparlo. Por ejemplo, el Bulldog se enfrentaba hace siglos a los toros, a los que agarraba por las patas y el hocico, en peleas que se convertían en un espectáculo.
Se suele creer que los perros de presa se tiran al cuello y no sueltan a su presa. Sin embargo, todos los perros, e incluso otras especies de animales depredadores y cazadores, como los leones o los tigres, incluso el ser humano, tienden a elegir el cuello como punto de ataque del adversario. En muchas ocasiones esta forma de actuar tiene como única finalidad la de atemorizar y buscar la sumisión del contrincante.
Hay que tener en cuenta que los perros no identifican el cuello humano como el de alguien de su especie, así que no es cierto que haya perros que tengan el instinto de morder el cuello de las personas. Si un perro quiere morder, lo hace en la parte del cuerpo que tiene más cerca, como las extremidades.
Comportamiento y educación
Los perros de presa tienen determinadas características físicas, pero ello no implica que sean asesinos en potencia y ataquen por sistema. Lo que sí influye de manera determinante en la conducta de estos perros es la educación y el ambiente en que se crían.
La Ley dice que el propietario del animal es su responsable en todos los sentidosEstos factores influyen, y mucho, en el carácter y la forma de actuar del perro, aunque no se trate de los llamados perros de presa. Y es que el hábito no hace al monje, aunque es cierto que está de moda, entre personas de dudosos escrúpulos, tener perros fuertes como si se trataran de armas y los entrenan para que así sea. Pero un perro es un amigo y un compañero, no un guardaespaldas o un arma.
«Razas potencialmente peligrosas»
En el caso de perros considerados de «razas potencialmente peligrosas» es obligatorio contratar un seguro. Se trata de animales con determinadas características físicas en cuanto a: complexión, mandíbula o peso, entre otras. Algunas de estas razas son: American Staffordshire Terrier, Bóxer, Pit Bull Terrier, Bullmastiff, Dóberman, Dogo Argentino, Dogo de Burdeos, Dogo del Tibet, Fila Brasileiro, Mastín Napolitano, Presa Canario, Presa Mallorquín, Rottweiler y Stafforshire Bull Terrier. En el caso de estas razas, hay que cumplir otros requisitos específicos, sobre los que se puede obtener información en el Ayuntamiento del municipio donde se reside. Algunos de ellos como: ser mayor de edad, no tener antecedentes penales, aprobar un test psicotécnico o registrar al perro en un censo específico.
Peleas de perros
Por desgracia, los perros de presa se emplean en las peleas de perros, que son ilegales y conllevan una gran crueldad con estos animales, a los que se considera meras máquinas a las que entrenar hasta la extenuación para ganar dinero. Hay muchas historias de perros de raza Pit Bull, que tienen fama de peligrosos y agresivos, sobre los que sus dueños cuentan tiernas historias sobre su nobleza y docilidad. Y qué decir del Bóxer, un perro que es un excelente compañero de los niños y con un carácter tranquilo y amigable y que sin embargo, según la ley nacional al respecto, se ajusta por su tipología física a lo que se puede considerar un perro de una raza «potencialmente peligrosa».
La educación es la clave
Entonces, ¿cuál es la diferencia entre un Pit Bull agresivo y peligroso y uno que no lo es? La educación que el perro ha recibido, porque si a un animal se le enseña a ser violento y se fomenta su comportamiento agresivo, acabará siendo peligroso, sobre todo si tiene una mandíbula potente y un tamaño considerable.
Los perros de presa tienen determinadas características físicas, pero ello no implica que sean asesinos en potenciaEs un error demonizar y estigmatizar ciertas razas caninas, de hecho, como asegura el adiestrador canino Miguel Velasco: «últimamente recibimos muchos perros de pequeño tamaño con problemas de conducta», por lo tanto un carácter conflictivo no tiene que ir asociado necesariamente a un perro de presa.
Dueños responsables
La Ley especifica las obligaciones del propietario con respecto al perro en cuanto a: cuidados sanitarios, prohibición de malos tratos o abandonos y la obligación general de una tenencia responsable. La Ley dice que el propietario del animal es su responsable en todos los sentidos, incluso de sus actos y de las consecuencias que puedan acarrear.
Y es que tener un perro implica muchas responsabilidades, entre ellas, el procurarles una educación adecuada, que garantice el cumplimiento de unas normas básicas. En el caso de los perros de determinadas razas, que tienen una fuerza excepcional, la responsabilidad es mayor en este sentido. No se puede adquirir un perro con determinadas características físicas por capricho, curiosidad o por tener un «feroz guardián», sino para cuidarlo, respetar su naturaleza y sacar a relucir su lado más noble.