Cine, televisión, ferias, circos y fiestas populares son algunos de los lugares públicos donde animales como perros pueden estar presentes. Sin embargo, las asociaciones de protección animal tramitan cada año cientos de denuncias sobre maltrato de animales en espectáculos públicos. En este artículo se expone cómo regulan las leyes autonómicas los espectáculos públicos con animales.
Leyes y espectáculos públicos con animales
Las leyes de protección animal de las 17 comunidades autónomas españolas prohíben el maltrato de perros, gatos y cualquier otra especie salvaje o silvestre que esté domesticada. En todas ellas, se menciona la prohibición de emplear animales en exhibiciones que conlleven su sufrimiento, dolor o un tratamiento antinatural.Las leyes de las comunidades autónomas españolas en materia de protección animal señalan, de una manera u otra, la obligatoriedad de proteger a los animales del maltrato dentro del marco de las exhibiciones o espectáculos públicos.
Algunas de ellas recogen lo siguiente:
La Ley 1/1990, de Protección de Animales Domésticos de la Comunidad de Madrid, «prohíbe la utilización de animales en espectáculos, peleas, fiestas populares y otras actividades que impliquen crueldad o maltrato, puedan ocasionarles sufrimientos o hacerles objeto de tratamientos antinaturales».
También «la filmación de escenas con animales para cine o televisión que conlleven crueldad, maltrato o sufrimiento, requerirá autorización previa del órgano competente de la Comunidad de Madrid», y que el daño al animal sea en todo caso un simulacro.
En Andalucía, la Ley 11/2003 de protección de los animales prohíbe emplear animales en exhibiciones, circos, publicidad, fiestas populares y otras actividades, «si ello supone para el animal sufrimiento, dolor u objeto de tratamientos antinaturales».
Cerca de 120 municipios españoles prohíben los espectáculos de circos con animales
En Euskadi, la Ley 6/1993, de protección de los Animales del País Vasco prohíbe «maltratar o someter a los animales a cualquier práctica que les pueda producir sufrimientos, daños y angustia injustificados».
La Ley 10/1990, de protección de los animales de la Región de Murcia «prohíbe la utilización de animales de compañía en espectáculos, peleas, fiestas populares y otras actividades que impliquen crueldad o maltrato» y que puedan ocasionarles sufrimientos o hacerles objeto de tratamientos antinaturales.
Peleas de perros prohibidas
Las peleas de perros también están prohibidas en todas las leyes autonómicas españolas de protección animal. En comunidades autónomas como Madrid o Cataluña su celebración se considera como falta muy grave, con sanciones económicas de 30.000 y 20.000 euros en cada caso.Por su parte, fuentes de la Guardia Civil informan que durante el año 2012 se ha instruido una diligencia por delito de maltrato a animales en espectáculos públicos, se han denunciado 26 infracciones y se han emitido 13 informes al respecto. Estos datos suponen que casi se han duplicado (de 14 a 26) las infracciones en esta materia con respecto a los datos de 2011.
Perros y gatos en espectáculos audiovisuales, la ley les protege
El uso de animales en espectáculos audiovisuales, como el cine o la televisión, también queda regulado en leyes autonómicas como la madrileña, donde se especifica que «la filmación de escenas con animales para cine o televisión, que conlleve crueldad, maltrato o sufrimiento, requerirá autorización previa del órgano competente de la Comunidad de Madrid, y que el daño al animal sea en todo caso un simulacro».La ley autonómica de protección de animales canaria protege también a los animales que protagonizan escenas audiovisuales.
La ley catalana especifica sobre el uso de animales en actividades publicitarias la prohibición de ocasionarles «sufrimiento, degradación, parodias, burlas, tratamientos antinaturales o que puedan herir la sensibilidad de las personas que lo contemplan».
Las consecuencias de la participación de perros en espectáculos audiovisuales han sido estudiadas por la organización inglesa de defensa animal PETA .
El uso de perros de raza pura en películas como ‘101 dálmatas’ y ‘Beverly Hills chihuahua’ ha provocado un salto a la popularidad de ciertas razas caninas , que se ha traducido en su posterior abandono, en algunos casos. «Cuando la gente se da cuenta de lo difícil que es entrenar a los dálmatas, o de que la sordera es común en la raza, los deja en los albergues», explica PETA.