Los perros no son animales acuáticos, pero hay canes como el labrador o el terranova que se desenvuelven muy bien en el agua. También hay perros nadadores que rescatan la vida de personas en el agua y que son capaces de remolcar barcas. Este artículo aborda cómo son los perros nadadores y los canes que rescatan personas en el agua y ayudan a los pescadores. También se explica cómo evitar el riesgo de ahogamiento de los perros.
Como perro en el agua
Un perro que cae al agua sabe nadar de manera instintiva. «Moverá las patas, de forma que conseguirá flotar y avanzar hasta salir del agua», explica Gregorio Sánchez, educador canino dedicados a labores de rescate y salvamento.
Los perros nadadores son resistentes, pero no demasiado rápidos
Los canes son nadadores resistentes, pero no demasiado rápidos. Además de nadar, los perros pueden bucear. Las razas caninas mejor dotadas para manejarse en el medio acuático son terranova, labrador y el perro de agua español. Su físico está adaptado para manejarse con soltura en el agua.
Los perros de raza terranova y labrador tienen, además, membranas interdigitales para nadar con más rapidez. Su pelo tiene una capa más grasa que en el caso de otros canes. Esto le permite que el agua resbale por su cuerpo, lo que se traduce en una menor resistencia en el agua al nadar.
Perros nadadores que rescatan y ayudan a pescadores
Los perros con aptitudes para nadar han sido de gran ayuda a los pescadores. Estos canes, por su fuerza y capacidad de resistencia en el agua, ayudaban a los pescadores a recoger las redes con peces.
Los perros terranova están muy bien dotados para tareas de salvamento y rescate acuático. «Estos animales son muy fuertes y tienen una musculatura más blanda y menos pesada que otros, por lo que pueden llegar a remolcar una barca con seis personas», explica Sánchez,
Estos perros, asimismo, tienen gran resistencia en el agua y son capaces de nadar incluso cuando en la mar hay oleaje fuerte. Cuando se dedican a tareas de rescate y salvamento acuático, se les coloca un arnés con una anilla. La persona que corre riesgo de ahogarse puede agarrarse a la anilla con el fin de que el perro le arrastre hasta la orilla.
Estos perros son muy útiles como apoyo para las personas que forman parte del equipo de rescate. Les ayudan a mantener a flote a la persona que necesita ayuda y pueden arrastrar una barca, si se les lanza un cabo.
Perros nadadores e intrépidos
Las razas mejor dotadas para manejarse en el medio acuático son terranova, labrador y el perro de agua españolLos canes que ayudan en tareas de rescate acuático están entrenados para actuar en situaciones extremas de peligro. Hay perros de rescate que saltan desde helicópteros para nadar hasta el náufrago con el fin de que se agarre a él hasta que llegan los equipos de rescate. Según explica Roy Tantín, director de Formación de la Federación de Salvamento de Socorrismo de Galicia, este tipo de modalidad de rescate con perros en el agua se lleva a cabo en Nueva Zelanda. Tantín añade al respecto: «Intentamos que el perro sea lo más polivalente posible y que trabaje con el socorrista en labores de apoyo«.
En países como Nueva Zelanda e Italia las labores de rescate acuático con perros están muy implantadas. En España, este tipo de actividades son menos utilizadas. «En España todavía no está bien vista la presencia de los perros en la playa y las instituciones no apoyan tanto la formación y la actividad de este tipo de rescate con animales», lamenta Tantín.
Perros nadadores de andar por casa
Los perros no siempre son atletas acuáticos. Podemos tener en casa un perro que no tenga especialidades cualidades para desenvolverse en el agua, pero que se defienda y disfrute con los baños.
Sin embargo, un can también corre riesgo de ahogarse. Por ello, la supervisión mientras nada es recomendable para evitar ahogamientos. Si el perro está en el mar puede sufrir asimismo la picadura de una medusa, un tirón muscular o cansarse en medio del agua.
Las corrientes marinas y el oleaje pueden resultar peligrosos para un perro, sobre todo si no está acostumbrado a nadar en el mar. Es recomendable no dejarle que se aleje demasiado y tener en cuenta que los perros pueden bucear, así que no hay que alarmarse si se introduce bajo el agua.
La sal del mar y el cloro de la piscina resecan la piel del perro y pueden provocarle irritaciones dermatológicas, sobre todo si el can tiene la piel sensible. Por ello, tras el baño en el mar o en la piscina, conviene aclararle el pelo con agua y secarle bien con una toalla.