Algunos canes nunca sienten saciado su apetito: siempre tienen hambre y están ansiosos por recibir más alimento. Es entonces cuando algunos se convierten en perros que roban comida. No permitir al perro la entrada en la cocina, utilizar un “no” para evitar que robe alimentos, concederle premios cuando no hurte comida, respetar su rutina y ofrecerle alimentos caseros son cinco técnicas que disuaden al perro que roba comida y frenan este comportamiento.
Muchos perros ansiosos o aburridos se convierten en ladrones de comida
Hay varios motivos por los que un perro puede apoderarse de alimentos que no están destinados a él. Es posible que un perro glotón se muestre siempre ansioso por recibir más comida y que la hurte de no ser así. Otras veces, la costumbre del animal de hacerse con más alimento es una forma de expresar que se siente solo y de reclamar, en consecuencia, la atención de su dueño.
Estas circunstancias convierten a algunos canes en ladrones de alimentos: hurtan comida de la mesa, se apoderan de las raciones olvidadas por algún miembro de la familia o aprovechan para rebuscar entre los restos de alimentos que acaban en el cubo de la basura orgánica de la cocina.
Esta costumbre, sin embargo, es contraproducente para el can. La sobrealimentación del perro que roba comida puede provocarle, entre otras posibles dolencias, un problema de obesidad. Entre el 20% y el 40% de los canes padece una gordura excesiva que compromete su salud, asegura la Asociación Mundial de Veterinarios de Pequeños Animales (WSAVA).
Cinco técnicas sencillas pueden ayudarnos a corregir al can que roba comida.
1. No permitir al perro la entrada en la cocina
Los amantes de los perros ya lo saben: un can es capaz de hacer un sinfín de monerías para lograr lo que quiere. Para una animal simpático obsesionado con los alimentos, una mesa con niños a la hora de la comida es un escenario poco complicado donde cumplir su objetivo.
Para los pequeños de la casa, además, ofrecer al perro parte de su comida puede ser un juego divertido. En otras ocasiones, el can avispado aprovecha un despiste infantil para apoderarse de los alimentos del plato cuando el niño está distraído.
Se debe enseñar al perro desde cachorro a no entrar en sitios con alimentos, como la cocina
«El perro, por su naturaleza, intenta coger la comida que queda a su alcance. Por ese motivo, debemos enseñarle desde cachorro a respetar ciertos sitios donde no debe acceder, entre ellos la cocina», explica la experta en comportamiento del perro Rosana Álvarez Bueno, coautora de la guía científica ‘Manual de etología canina’. Entre los sitios «prohibidos» para nuestro amigo peludo figuran los alrededores de la mesa donde come la familia.
Poder entrar a lugares con alimentos no destinados para el perro favorece que el animal sienta impulso por «lamer los platos sucios, recoger restos de comida que se nos caen, e incluso, alcanzar restos que dejamos olvidados», afirma Álvarez Bueno. Este tipo de descuidos propician que nuestro can desarrolle las conductas típicas de un perro ladrón de alimentos.
Una buena opción para evitar que la comida de la familia (o sus restos) acabe en poder del perro es alejarle de la mesa a la hora de la comida. «Mientras nosotros comemos, podemos colocar su cama alejada de la zona y colocarle allí el cuenco, con su propio alimento», señala la etóloga canina. Esto rebajará el nivel de ansiedad de nuestro amigo de cuatro patas y evitará que se convierta en un perro que roba comida.
2. Un «no» para evitar que el can robe alimentos
El perro ladrón de comida debe entender que su cuenco es el único lugar donde encontrará su alimento. Esto explica la importancia que tiene no entregarle raciones comestibles fuera de este recipiente. «Y jamás debemos ofrecerle alimentos cuando estemos sentados a la mesa», apunta Álvarez Bueno.
Pronunciar la palabra «no» de forma clara y contundente, nunca agresiva, es eficaz para disuadir al perro de que se apodere de alimentos que no están en su cuenco y, por lo tanto, no destinados a él. Extremar la vigilancia cuando él no sea consciente de que se le observa ayuda a corregir esta mala conducta. Hay que articular un «no» firme cada vez que trate de apoderarse de un alimento que no esté en su recipiente.
3. Premios cuando el perro no hurta comida
Un «no» al perro debe complementarse con un premio cuando se comporte del modo adecuado
Sin embargo, cada «no» debe acompañarse por un refuerzo positivo. «Detrás de un ‘no’ siempre debe haber un ‘muy bien’ «, advierte la experta en comportamiento canino. «Un perro no entenderá por qué se le prohíbe hacer algo si después no le indicamos qué es lo que está bien que haga». Por ello, una vez que el animal abandone el alimento que pensaba robar, conviene ofrecerle comida de nuestra mano «y acompañar el gesto con una clave, para que el can entienda que eso es lo correcto».
Los paseos al aire libre son otra situación de riesgo para un perro que roba alimentos, ya que no es extraño que en verano el animal encuentre restos comestibles en la vía pública o alrededor de las terrazas de locales de comida. «En esas ocasiones, también ayuda que el perro se alimente antes de salir a la calle, ya que evita que el animal hambriento se abalance sobre cualquier resto que halle en la vía pública», añade el nutricionista canino Carlos Alberto Gutiérrez, autor del blog nutricionista de perros.
4. La rutina ayuda a que el perro deje de robar alimentos
Respetar el horario de las comidas del perro, así como su rutina de salidas, favorece que el animal recobre la serenidad y abandone el hábito de buscar alimentos a su alcance. «Cuanto más marcadas estén las rutinas del perro, más las respetará y, por lo tanto, menos buscará alimentarse fuera de sus horarios habituales», afirma Rosana Álvarez Bueno. Es importante, no obstante, que los horarios los respete toda la familia, para no despistar a nuestro amigo.
A menudo, el aburrimiento explica el comportamiento que caracteriza a los cacos caninos de comida. Para un can al que apenas se le ofrecen actividades divertidas, robar alimentos descuidados puede acabar por convertirse en una excitante propuesta de ocio.
Incluir los juego de rastreo en las caminatas al aire libre con nuestro amigo, ofrecerle juguetes, pasar tiempo de calidad con él, así como proporcionarle muestras de afecto y cariño son formas de reducir su aburrimiento y, por lo tanto, su poco saludable costumbre de robar comida.
5. Usar alimentos caseros para que el perro no robe comida
Una dieta del perro basada de forma exclusiva en bolitas o pienso comercial puede llegar a resultar aburrida para el animal, en opinión del nutricionista canino Carlos Alberto Gutiérrez. El experto en alimentación canina no comparte la opinión de que el perro deba comer solo pienso, aunque este sea de buena calidad. «La primera razón que empuja a un animal a robar comida es que solo consuma alimento procesado», precisa.
Para frenar el robo de alimentos por parte del perro, Gutiérrez recomienda mezclar sus bolitas habituales con alimentos como «huevos revueltos, pollo, e incluso, con sobras nuestras de comida», siempre con cuidado de que la alimentación sea saludable y equilibrada.
«Los nutrientes naturales de la comida casera se metabolizan para crear serotonina, un neurotransmisor relacionado con el control de la ansiedad y la angustia del perro», añade el nutricionista. Un perro que coma alimentos naturales, defiende, será un perro menos nervioso, también cuando pase delante de un plato de comida que no esté destinado para él.