La ansiedad por separación en perros es un miedo exacerbado a la soledad y al alejamiento de sus dueños. Los canes que sufren este trastorno de conducta ladran, rascan las puertas, destrozan los cojines y hasta hacen sus necesidades en casa. En este artículo se explica qué es el estrés por separación en perros, por qué se produce y cómo reconocerlo. También se ofrecen cinco consejos para evitar este doloroso problema de ansiedad a nuestro amigo.
Perros con estrés por separación, un miedo frecuente
El estrés en perros por quedarse solos en casa es motivo frecuente de consulta en veterinariosPerros que rascan las puertas en ausencia de sus dueños, canes que no cesan de ladrar cuando se quedan solos en casa, animales que aúllan de un modo desesperado a la espera de que llegue su familia humana…
Estas señales son solo algunas de las alertas que advierten de que el perro padece ansiedad por separación de sus amos. «El estrés por el alejamiento de sus dueños es uno de los miedos más frecuentes en estos animales«, concluye un estudio encabezado por la veterinaria experta en comportamiento canino, Barbara Lynn Sherman.
Pero, ¿por qué se produce la ansiedad por separación en perros? El miedo a alejarse de sus madres es natural en los cachorros: se trata de un mecanismo de defensa que evita que el pequeño explorador canino se aleje en exceso de su progenitora.
Los cachorros que son separados de su madre a una edad muy temprana suelen agudizar este estrés: se sienten desvalidos, fuera de protección. «La cría de perro que aún no está preparada para el alejamiento de su madre puede desarrollar, como respuesta, un apego excesivo por su nueva familia humana«, explica la Sociedad Protectora de Houston, que ha elaborado una interesante documentación sobre el problema.
Este aprecio desmesurado del can por su amigo de dos piernas puede transformarse en una poco saludable falta de autonomía. La ansiedad por separación es un doloroso trastorno de conducta en el perro.
Perros con ansiedad por separación: ¿cómo reconocerlos?
Un can con ansiedad por separación es habitual que lo manifieste con destrozos en casa: mordiscos en cojines o arañazos en el sofá pueden ser avisos de que el animal adolece de un temor inusitado a la soledad.
Otras alertas que pueden revelar que el perro sufre el síndrome de la ansiedad por separación son los ladridos y lloros continuados, los arañazos en la puerta tras haber abandonado la casa o las defecaciones y micciones dentro del hogar.
Síntomas menos frecuentes en un animal que padece esta ansiedad son los vómitos y las diarreas durante la ausencia. Cuando la angustia es muy pronunciada, el perro puede incluso llegar a provocarse calvas y heridas en la piel (dermatitis), como consecuencia del lamido constante de determinadas zonas de su cuerpo.
«Cuando los problemas de conducta de un can están acompañados de otras señales de estrés, como un babeo excesivo o un nerviosismo en el momento de nuestras salidas, es más que posible que el perro sufra ansiedad por separación«, señala, por su parte, la Asociación Americana contra la Crueldad hacia los Animales.
El perro se estresa solo en casa: qué hacer en cinco pasos
Un perro temeroso y dependiente no es un animal feliz. Pero, ¿qué hacer cuando el can sufre ansiedad por separación? Algunos sencillos consejos pueden ayudan al peludo amigo a recuperar la confianza en sí mismo y a no angustiarse en sus momentos de soledad.
1. Enseñar al perro que coger las llaves no siempre implica salir de casa. Un can temeroso a la soledad no tardará en identificar las señales que anteceden a la partida del dueño (calzarse, coger las llaves, etc.). Por ello, el primer paso para evitar la ansiedad por separación del perro es enseñarle que estos gestos no siempre van acompañados de una salida. Tomar las llaves en las manos mientras se descansa en el salón, y juguetear con ellas, o pasear calzado por el hogar pueden ayudar al can.
2. Salidas de casa cada vez más largas. Un perro es un amigo y es responsabilidad de sus dueños cuidarle como precisa. Esto incluye evitar al animal los momentos de soledad excesivos. Sin embargo, las ausencias de su familia humana son normales y el can debe habituarse a ellas. Una clave es comenzar con partidas cortas e ir alargándolas poco a poco, con el fin de que se habitúe.
3. Un perro con la cabeza ocupada es un animal menos ansioso. El ejercicio, los juegos mentales para canes, así como las tareas encomendadas al peludo amigo -como transportar su propia mochila durante los paseos- sirven para ocupar la cabeza del animal y evitar su aburrimiento. De este modo, además, se reducirán algunos de sus problemas de ansiedad.
4. Respetar los horarios de las comidas y de los paseos favorece que el perro recobre la serenidad. Estos cambios tratan de potenciar la felicidad de nuestro amigo y reducir la angustia que experimenta cuando llega el momento de la separación.
5. Tratamiento veterinario o del educador canino. La ansiedad por separación del perro puede agudizarse y convertirse en un problema de salud para el animal. El veterinario de confianza o educador canino será el mejor consejero en cada caso, ya que en ocasiones puede ser incluso preciso recurrir a algún tratamiento.
