¿Sabía que los perros se aburren? ¿Y cree que la ciudad sea un entorno difícil para ellos? Pues sepa que un ambiente poco estimulante puede causar problemas psicológicos, estrés e incluso depresión en los canes y problemas de comportamiento. No obstante, el enriquecimiento ambiental es un proceso que propone ayudar a los perros urbanitas a liberar el estrés que implica para ellos vivir en la ciudad. A continuación se dan seis ideas sencillas para conseguirlo: entre ellas, fomentar sus relaciones con canes y humanos de forma divertida, hacerles trabajar por su comida, enseñarles nuevos trucos y hasta crear pistas de rastreo durante los paseos.
La ciudad también estresa a los perros
Los perros también se aburren y sufren estrés. Y un entorno poco estimulante puede causarles problemas psicológicos e incluso depresión. La ciencia ya ha demostrado con creces que los canes tienen comportamientos naturales, innatos, que necesitan conservar para crecer felices y sanos. Y no solo eso. «Los perros tienen emociones positivas y negativas. Entre las positivas están el placer de la búsqueda o el rastreo, el juego, el cariño y el cuidado hacia sus seres queridos o el placer sexual; y entre las negativas, el miedo o el enfado, así como la frustración», explica la zoóloga Cheryl Morris.
Un entorno perruno estimulante es un primer paso para evitar el aburrimiento canino y reducir el riesgo de problemas psicológicos asociados; entre ellos, la ansiedad por separación, el estrés, el destrozos de muebles y cojines o que el perro orine dentro de casa. Y ahí entra en juego el enriquecimiento ambiental canino. ¿Y esto qué es? «De forma amplia, lo entendemos como la puesta en marcha de medidas dirigidas a aumentar la complejidad psicológica, social y física del entorno donde vive el perro», describe Kate Mornement, experta en comportamiento animal.
El educador canino Salvador López, autor del blog Lobo Descafeinado, coincide con este análisis. Es más, López afirma que la ciudad puede ser un medio bastante hostil y estresante para los perros, pues ofrece a estos animales pocas posibilidades para socializarse en libertad con otros congéneres. En definitiva, la vida de un can en la ciudad puede ser más que complicada. Y es que el modo de vida de un humano implica una presión enorme para muchos de ellos. «Los perros son lobos descafeinados. Aunque llevan miles de años entre nosotros, proceden del lobo, un animal salvaje. Y esto implica que nuestros canes necesitan saciar sus instintos y dar rienda a sus comportamientos naturales», argumenta López.
Muchos perros viven en entornos que no hacen posible expresar sus comportamientos naturales, como relacionarse con otros canes de forma natural, rastrear, ejercitarse todo lo que necesitan y mantener su mente estimulada. Esto explica que aparezcan emociones negativas como el aburrimiento y la frustración y, con ellas, problemas de comportamiento asociados como ladridos excesivos, destrucción de objetos y orinas dentro de casa.
Pero no solo eso. Los científicos han demostrado que los perros que viven en un entorno pequeño, con restricciones espaciales y poco variado, tienen muchas probabilidades de sufrir estrés crónico, miedo y frustración. Esta situación poco deseable puede conllevar la aparición del temido -y frecuente- problema de ansiedad por separación, cuando el can permanece solo en casa.
El llamado enriquecimiento ambiental, que estimula tanto la mente canina como su entorno social y físico, es importante para el bienestar psicológico del perro, y también para proteger su salud. El objetivo es incrementar las posibilidades de conducta natural del can y facilitar que tenga mayores opciones para comportarse como él decida. Estos son algunos trucos divertidos para llevarlo a cabo:
Idea 1. ¿Qué le gusta hacer al perro? ¡Aprenda y apunte!
No todos los perros son iguales. Las ideas divertidas, por tanto, cambiarán en función de la personalidad del amigo de cuatro patas, pero también de su tamaño, raza e incluso de su edad. En este sentido, es fundamental contemplar al can ¡y tomar nota de todas las actividades de las que disfruta!
La idea es estar atento y observar cuáles son los tipos de juegos o propuestas a las que el animal dedica el tiempo por sí mismo. A su dueño le toca apuntarlos para poder repetirlos y proponerlos y reforzarlos cuando estén juntos. ¿El peludo amigo disfruta cuando juega con otros canes o prefiere el contacto humano? ¿Cuáles son sus juegos favoritos? ¿Al perro le gusta olisquear y perseguir la pelota o es más amigo de los puzles caninos de comida?
Idea 2. Amigos animales y humanos para el perro
Los perros son animales de manada, lo que explica su fuerte conducta social y su necesidad de sentirse aceptados y parte de un grupo. En este sentido, la primera pauta para un can sano es incrementar sus posibilidades de estar acompañado.
Las experiencias positivas con otros congéneres y personas son importantes para un perro feliz. Existen actividades como campamentos para perros o planes caninos, como salidas a la naturaleza con otros animales, que pueden ser divertidos y estimulantes para los amigos de cuatro patas.
Idea 3. ¡Con la comida del perro sí se juega!
«La falta de estimulación mental en perros puede provocarles tantos problemas como una dieta no adecuada», advierte por su parte el nutricionista veterinario Tony Buffington, de la Asociación Americana de Medicina Veterinaria, que lleva 30 años estudiando la nutrición en canes y felinos.
Los cuencos de comida repletos de bolas son cosa del pasado. Los perros mantienen su instinto natural de buscar y encontrar comida, igual que hacen los lobos en la naturaleza. Por ello, la tendencia que se impone es hacer trabajar a canes -y gatos- por su comida. ¿Algunas ideas? Coloque bolitas de pienso ocultas por la casa y use comederos puzle para perros: estos dispensadores de alimentos para animales se han propuesto ponérselo un poco más difícil a los peludos comensales y, sobre todo, lograr que la hora de la comida sea más excitante.
Idea 4. Juguetes para perros, ¡y más juguetes!
¿Juguetes para perros? ¡Es la palabra peluda mágica! Los canes adoran los juegos. Además, los juguetes son una forma genial de promover comportamientos perrunos naturales, como el mordisqueo, el lamido, la persecución (¿aún no sabe por qué a los canes les encantan las pelotas?) e incluso el tira y afloja.
Idea 5. Trucos para perros, ¡muy entrenados!
Aprender trucos nuevos es otra forma divertida de estimular la mente de los perros. Se puede enseñar al can a sentarse, a acudir a la llamada e incluso a no tirar de la correa durante el paseo. Además, se pueden usar premios de comida para mostrar al perro trucos nuevos. Todos estos aprendizajes son, además de muy útiles, divertidos y estimulantes, una manera genial de pasar tiempo de calidad con el peludo compañero de vida.
Idea 6. Paseos para perros muy divertidos
Los trucos estimulantes para canes también tienen su vertiente exterior: disfrutar de la naturaleza y de los parques. ¿Por qué no probar a crear una ruta de rastreo canino en el parque, escondiendo comida o juguetes? Esta opción funcionará mejor si se elige la primera hora de la mañana, cuando el parque aún está mojado por el rocío y no ha sido invadido por centenares de olores.
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