Podenco canario: todo lo que debes saber sobre esta raza

Sus características generales son determinantes en su extraordinaria función como perro de caza.

El podenco canario es un perro esbelto, de tamaño mediano, bien proporcionado y musculoso. Tiene un cuerpo más largo que alto.

Los machos adultos suelen medir entre 55 y 64 cm a la cruz (desde el suelo a la parte más alta de los omoplatos), mientras que las hembras son algo más pequeñas, con una altura de 53 a 60 cm. El peso oscila entre 20 y 25 kg, si bien, las hembras suelen ser más ligeras.

Su cabeza es alargada. Los ojos son pequeños, almendrados, color ámbar más o menos oscuro, con expresión inteligente.

Las orejas son grandes, puntiagudas y de forma triangular. Las lleva erguidas cuando está atento y hacia atrás en reposo.

La cola es de inserción baja, delgada, redondeada, y se estrecha hacia la punta. Normalmente la lleva caída curvada o en forma de hoz.

Los podencos canarios tienen una esperanza de vida de 12 a 14 años.

El pelaje del podenco canario es corto, liso, áspero y denso. Uno de sus rasgos más distintivos es su color, que generalmente es rojo, más o menos intenso, arena o blanco.

Estos colores le permiten camuflarse en los áridos paisajes canarios y acechar a su presa sin ser descubierto.

Como se desprende de su nombre, su origen está en las Islas Canarias. Es una raza numerosa en todo el archipiélago, pero tiene más presencia en Gran Canaria y Tenerife.

Los podencos canarios son un símbolo de la tradición y la historia de las islas, que se remonta a siglos atrás y está vinculada a las necesidades de caza de las poblaciones autóctonas que las habitaron.

La aparición de su linaje en las islas volcánicas se relaciona con la llegada de los griegos, los cartagineses y los fenicios. Pero su origen como raza puede ser milenario, de hace unos 7.000 años en Egipto.

Se han encontrado posibles antepasados en tumbas de faraones y hay infinidad de representaciones pictóricas, figuras, etc. que se parecen al podenco. Incluso la cabeza del Dios egipcio Anubis recuerda a uno.

El estándar de la raza fue registrado por la RSCE (Real Sociedad Canina de España) en 1987 y por la FCI (Federación Cinológica Internacional) en 1999.

El podenco canario tiene un carácter y unas cualidades que lo hacen únicos.

Nervioso, vivaz, inteligente, valiente y dinámico son adjetivos que describen a la perfección el temperamento de este soberbio perro de caza.

Aunque puede ser algo cauto y reservado con los extraños, no es nada agresivo. Por este motivo no podría cumplir bien funciones como perro de defensa o guardián.

El podenco es un perro independiente, pero, a la vez, es cariñoso, noble y un fiel compañero que está muy unido a su dueño.

Es capaz de tolerar altas temperaturas sin que eso merme su capacidad y su resistencia. Puede aguantar cazando sin descanso desde que amanece hasta que se esconde el sol.

Como buen perro de rastro que es, su prodigioso olfato y su desarrollado oído le permiten detectar presas escondidas en matorrales, en el interior de grietas, etc.

También son hábiles en labores de búsqueda y rescate, y detección de sustancias como drogas y explosivos.

La estatura y el peso ligero de los podencos canarios les otorgan una agilidad sobresaliente para cazar en terrenos difíciles. Sus características físicas también les hacen destacar en deportes caninos como el agility y el canicross.

Son perros juguetones  y suelen tener buena conexión con los niños. Sin embargo, su ímpetu y su nivel de intensidad quizás resulten demasiado para los más pequeños. Por eso es recomendable supervisarles siempre cuando interactúen entre ellos.

Su instinto de caza puede complicar su relación con gatos y otros animales domésticos pequeños como conejos, cobayas o hurones. A menudo tendrá tendencia a perseguirlos como si fueran presas.

Con una correcta socialización temprana disfrutarán mucho de los juegos y la compañía de los niños, y tolerarán bien la convivencia con otros animales en casa.

El podenco no requiere de cuidados especiales en su higiene y mantenimiento general.

El pelaje corto de los podencos no precisa mucha atención. Basta un cepillado semanal para eliminar el pelo muerto y la suciedad que se pueda acumular.

No es necesario bañarles a menudo, a menos que estén muy sucios o que lo necesiten después de una jornada de caza. Hacerlo en exceso podría causar problemas en su piel y su pelaje.

Hay que revisar y limpiar con regularidad orejas, ojos y dientes, para evitar infecciones y otros problemas. Las uñas deben arreglarse y cortarse a menudo para que no le generen molestias al caminar o correr.

Es un perro que tiene que realizar actividad física intensa a diario. Disfruta mucho en libertad, dando paseos largos al aire libre. Le encanta correr, saltar y perseguir objetos en movimiento.

Los juegos de olfato son beneficiosos y necesarios para estimular su mente y sus sentidos. Y el entrenamiento de obediencia desde cachorro, para que aprenda ordenes básicas y a controlar su exceso de energía, sobre todo en casa.

Proporcionar a los podencos canarios una alimentación adecuada es fundamental para preservar su buena salud.

La dieta debe ser equilibrada y puede estar formada por alimentos comerciales o caseros. Sea una u otra (o la combinación de ambas) la opción elegida, tiene que ser de alta calidad y nutritiva.

Si los alimentos son de fabricante hay que leer bien las recomendaciones como punto de partida para ajustar las cantidades. Si la dieta es casera, siempre hay que consultar con el veterinario.

Por lo general, en podencos cachorros que están creciendo, hasta los 6 meses, se les puede alimentar tres o cuatro veces al día. A partir de los 6 meses con dos comidas al día suele ser suficiente. Se puede optar por el desayuno y la cena o la comida y la cena.

Las necesidades nutricionales suelen variar según el perro. Por eso, el veterinario es quien mejor puede controlar el peso y establecer cambios en la alimentación. Aumentando o disminuyendo las cantidades en función de si está ganando kilos o los está perdiendo. Teniendo siempre en cuenta su edad, su estado de salud y su nivel de actividad.

El podenco canario goza de muy buena salud, aunque hay ejemplares que pueden desarrollar displasia de codo o de cadera.

Es imprescindible llevar al día el calendario de vacunas y de desparasitación, porque son perros vulnerables a los parásitos internos y a los externos, como pulgas y garrapatas.

Comienza a cazar muy pronto. El fuerte instinto cazador de un podenco canario surge desde que es cachorro. Hay perros que pueden mostrarlo con menos de tres meses.

No son perros que ladran mucho, y, cuando lo hacen, normalmente es cuando corren detrás de una presa de caza para alertar a su dueño. Es un ladrido singular, más agudo y corto que los cazadores llaman latir o latido.

Es un perro que por su naturaleza tiene que mantenerse activo y derrocha mucha energía. Es adecuado para dueños que no sean primerizos, puedan seguirle el ritmo y estén dispuestos a dedicarles tiempo de juego, ejercicio y entrenamiento. Si no es así, puede desarrollar ansiedad y problemas de conducta.

Se puede adaptar bien a vivir en un piso y mostrar un carácter tranquilo, siempre que pueda desfogarse haciendo el ejercicio que necesita. Pero lo ideal es que viva en una casa con jardín cercado o con acceso a zonas verdes.

Aunque tradicionalmente es un perro usado para la caza, cada vez se le valora más como perro de compañía. Con atención y afecto el podenco canario puede ser un perro cariñoso y leal con su familia.