Las glándulas anales del perro fabrican y contienen una sustancia con un olor muy intenso. Estas moléculas que expulsa le sirven al animal para comunicar información al resto de canes. Este artículo describe esta cuestión y ofrece claves para el correcto aseo y vaciado de las glándulas anales del can.
El perro arrastra su ano, ¿por qué lo hace?
Si su perro arrastra el ano por el suelo puede deberse a dos causas: padece lombrices intestinales o tiene problemas con el vaciado de sus glándulas anales. Por ello, frente a este comportamiento del animal, es recomendable acudir al veterinario para que revise el estado de sus sacos anales y cuidar el aseo de esta delicada e importante zona del cuerpo del animal.
Las glándulas o sacos anales son dos, situados a ambos lados del esfínter del perro. Desde el exterior solo se ven dos orificios pequeños que se comunican en el interior con el ano del can.
Las glándulas anales del perro emiten feromonas olfativas a otros canesCuando un perro huele a otro sus cuartos traseros, lo que en realidad pretende es captar las feromonas olfativas que emiten sus glándulas anales.
Los canes son animales que comunican y transmiten gran cantidad de información a través de las señales olfativas que emiten. Por ello las glándulas anales son fábricas de olor o de feromonas que otros perros pueden captar. De esta manera, una perra que esté en celo utilizará estas sustancias que fabrican sus sacos anales para contárselo al resto de sus congéneres a través de señales olfativas.
De igual modo, un macho vacía sus glándulas para decir a otro macho que es sumiso y que se somete a la voluntad de otro can.
El vaciado de las glándulas anales y las relaciones sociales
Los perros que no vacían sus glándulas anales cuando se encuentran con otro perro que les huele el ano transmiten un mensaje: «Soy el líder y no me someto a ti». Según Javier Miner, veterinario, «los animales son jerárquicos, incluidos los perros, y cuando se huelen el ano descifran información de la escala social que ocupan».
Los canes que vacían los sacos de su esfínter cuando entran en contacto con otro congénere, le transmiten un mensaje de sumisión.
Problemas cuando no se descargan las glándulas
El carácter dominante de un perro le pasa factura a sus glándulas anales. Si no se descargan de manera habitual, el líquido se espesa y acaba por taponar el orificio de la glándula. Las consecuencias no se hacen esperar y el perro comenzará a tener molestias, que pueden derivar en abscesos (cúmulo de pus).
«Todas las variantes de raza de los terrier tienen mucho carácter y son muy territoriales, por eso son los perros que más problemas suelen tener con el vaciado de sus glándulas», asegura Miner.
Una hembra en celo también puede ser la causa de que un macho cierre el conducto de sus glándulas anales para mostrar su dominancia frente a otros machos. «Las hormonas influyen en el funcionamiento de las glándulas del perro: los sacos del esfínter se cierran y no segregan líquido», añade el veterinario. Esto ocurre en perros no esterilizados.
Unas glándulas anales limpias en el perro
Mantener los sacos anales del perro vacíos puede resultar una labor complicada de hacer en casa. «Los animales se suelen mostrar menos colaboradores para que el dueño les manipule las glándulas del esfínter, sobre todo, si son perros con mucho carácter», asegura Miner. Es recomendable acudir a la clínica para hacer el vaciado de estas glándulas, que se limpian en las revisiones veterinarias habituales del perro y de manera gratuita.
Según Miner, en primavera hay un aumento de las consultas para limpiar los sacos del esfínter, debido al aumento de hembras en celo. En este contexto, las glándulas del macho se llenan más, pero no se vacían, el líquido se compacta y se bloquea la salida de la glándula.
Algunos perros tienen problemas para vaciar sus glándulas anales
Debido al miedo, algunos canes sueltan este líquido de manera espontánea en la clínica veterinaria. No es fácil manipular la zona del esfínter del perro.
Hay canes más propensos a tener problema para segregar el líquido, debido a pliegues en la zona del orificio de las glándulas que impiden su vaciado. En estos casos, el veterinario recomienda la limpieza sistemática de los sacos anales una vez al mes. No obstante, hay que tener cuidado, ya que el líquido que segregan las glándulas anales es fétido.
1. Los machos dominantes o poco sumisos en sus relaciones sociales, como los terrier, suelen padecer problemas en sus glándulas anales.
2. Los perros que tienen entre tres y ocho años son propensos a tener más dificultades con el vaciado de sus sacos anales.
3. Los perros que no están esterilizados y tienen contacto con perras en celo también pueden tener problemas. Las hormonas sexuales influyen en el funcionamiento de las glándulas anales caninas. Se llenan de líquido, pero no lo evacuan.