El sobrepeso afecta al 36% de los perros urbanos, mientras que otro 16% padece obesidad, según la Asociación para la Prevención de la Obesidad en las Mascotas. Los kilos de más no solo constituyen un problema de salud para las personas, también implican una pérdida de salud y de bienestar para los canes. El siguiente artículo revela cuándo se puede decir que un perro sufre obesidad y qué problemas de salud le supone ese sobrepeso.
¿Mi perro tiene sobrepeso?
Se considera obesidad canina cuando el peso corporal del perro supera en al menos un 20% su peso ideal. Estos kilos de más impactan en la salud del can de forma negativa: la obesidad es una enfermedad crónica que le puede causar artrosis canina, enfermedades cardiovasculares o merma de la capacidad pulmonar.
La sobrealimentación y la falta de actividad física explican la mayor parte del sobrepeso en perros. La ecuación es sencilla: las calorías que debería gastar, y no lo hace en los paseos y los juegos caninos, se acumulan en los tejidos grasos de su cuerpo. El descontrol alimentario de un animal cuya conducta no se vigila puede derivar en sobrepeso y, con el tiempo, en obesidad.
Los perros obesos respiran peor
La primera consecuencia de la obesidad en el can es que este respira peor. La grasa que se almacena en el abdomen presiona su diafragma y reduce su capacidad pulmonar. Esto explica que el animal gordo encuentre más dificultad para inhalar el aire que necesita.
Pero los problemas respiratorios de un perro con sobrepeso no acaban aquí. «La obesidad aumenta el riesgo de que exista un colapso en la tráquea del can«, concluyen los veterinarios de la Conferencia de Veterinaria Europea, que se reúne cada año. «El peligro es mayor en el caso de perros obesos de pequeño tamaño, más vulnerables a la acumulación de grasa», explican estos expertos.
Las anomalías respiratorias son más frecuentes en las razas de cara aplastada y pliegues faciales, como el bulldog, el carlino y el bóxer, conocidas como síndrome braquicefálico, y se ven agravadas en el caso de los canes obesos de estas mismas razas chatas.
Cardiopatías y otros problemas en perros obesos
La acumulación de grasa en el perro puede desencadenar anomalías cardiacas, otro de los problemas frecuentes en canes con sobrepeso. El incremento del peso corporal tiene efectos sobre el ritmo cardiaco, ya que al corazón le cuesta mayor trabajo bombear la sangre para repartirla por todo el cuerpo. La presión cardiaca, por tanto, aumenta.
«Los perros obesos pueden presentar, asimismo, hipertensión, hipoglucemias, resistencia a la insulina o tumores de mama, en el caso de las hembras», concluye una investigación realizada por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria sobre obesidad canina y dirigida por José Alberto Montoya.
Un incremento del riesgo a la hora de enfrentarse a una intervención quirúrgica, problemas de esterilidad o incluso complicaciones en los partos de las perras embarazadas son otras de las patologías que el equipo de científicos de la Universidad de Las Palmas relaciona con el exceso de peso en los canes.
Los perros obesos sufren de articulaciones
El cuerpo de un perro que padece obesidad responde a la concentración de grasas en sus tejidos redondeando su figura. El peso de los lípidos que se acumulan en los tejidos explica la aparición de pliegues en la zona del abdomen, que se balancean cuando el animal anda o corre. Las calorías no consumidas se guardan en unos tejidos denominados grasos o adiposos.
Pero el esqueleto del can no siempre está preparado para soportar un peso muy por encima de su talla adecuada. Los kilos excesivos ejercen una presión extra sobre sus huesos. No es extraño que aparezcan entonces cojeras en el perro, dolores articulares o artritis, como consecuencia de la compresión sobre sus articulaciones.
Además, la grasa innecesaria que se acumula en los tejidos del can obeso está relacionada, en ocasiones, con afecciones de la piel como alopecias o seborreas.
Los perros obesos viven menos años
Como ocurre en el caso de las personas con esta enfermedad, la esperanza de vida del perro obeso se acorta con respecto a los que gozan de un peso adecuado.
«La obesidad está relacionada con un aumento de la mortalidad en los canes, ya que los perros gordos no suelen, de media, vivir tantos años», advierte la Conferencia de Veterinaria Europea. La menor longevidad del can gordo, recuerda el congreso, se explica en ocasiones no tanto por la acumulación de kilos, como por las enfermedades relacionadas con la obesidad.
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