La prevención de tumores en las mamas o en el útero y evitar los maullidos descontrolados, el marcaje en casa y las escapadas de la gata en busca de un macho felino. Estas son algunas de las razones por las que los veterinarios recomiendan esterilizar a las gatas antes de que cumplan el año de edad. En este artículo se aclara en qué consiste la operación de esterilización en felinas, los cuidados que precisan en casa y los signos que alertan de que algo mal.
La esterilización de la gata reduce el cáncer de mama
«Una gata esterilizada a los seis meses, o antes de su primer celo, tiene un 95% de posibilidades de no padecer tumores cancerígenos de mama«, calcula Isabel Callealta, veterinaria especializada en felinos. Este porcentaje que se reduce a un 85% entre el primer y el segundo celo.
Una gata esterilizada antes de su primer celo tiene un 95% de posibilidades de no padecer tumores de mama
Esta es una de las buenas razones por las que el colectivo veterinario recomienda la esterilización de las gatas que no tendrán camadas. Además, con esta operación se evitan los embarazos de felinas de manera descontrolada y los consecuentes abandonos.
Esterilizar a una gata, ventajas
La convivencia con una gata que no está esterilizada puede resultar muy complicada, según señala Raquel Sierro, presidenta de la Asociación Felina Española. «El marcaje del territorio por parte de la hembra felina puede ser exhaustivo y complicar la convivencia en casa«, añade Sierro.
Las ventajas derivadas de esta intervención vienen determinadas por los problemas de convivencia con la gata no esterilizada y por la prevención de determinadas enfermedades:
La esterilización evita el molesto marcaje de la hembra en celo con orina, heces y garras.
Reduce los maullidos insistentes y escandalosos de la felina en celo.
Previene la aparición de tumores de mama y de útero.
Esterilización de la gata, ¿cómo es la operación?
Esterilizar a una gata consiste en la extirpación de ovarios o útero, o bien ambas cosas, para evitar que tenga descendencia, ya que los efectos son irreversibles (infertilidad). Será extirpación de los ovarios, cuando la felina es joven, o de ovarios y útero, si es más mayor y presenta algún problema en el útero, como la presencia de quistes.
En la fase previa a la cirugía de la esterilización, se llevan a cabo unas pruebas que incluyen una analítica de sangre y una radiografía para comprobar su estado general de salud.
El veterinario realiza una operación quirúrgica, que dura alrededor de 20 minutos y de la que el animal se recupera en 24 horas, aunque curar la herida y los puntos lleva algo más de tiempo.
El coste de la esterilización varía en cada clínica veterinaria, pero oscila entre los 120 y los 200 euros.
Gata esterilizada, cuidados en casa
Tras la cirugía, una vez que la gata ha superado los efectos de la anestesia y está estabilizada, puede regresar a casa el mismo día en que se le ha practicado la intervención. Allí la felina esterilizada puede comer con normalidad y realizar la actividad que precise.
Sin embargo, su recuperación no es tan rápida como en el caso de los machos. «Puede producirse entre 24 y 48 horas después y a partir de ahí retomar su actividad habitual», afirma Callealta.
Una gata esterilizada se recupera en dos días, aunque puede alargarse un poco más si la herida es externa y tarda en cerrar
En algunos casos, en cambio, la gata puede tener problemas para cicatrizar los puntos de la operación de esterilización, y precisa un poco más de tiempo. Entonces, el veterinario prescribe al animal convaleciente antibiótico, analgésico y antiinflamatorio durante una semana.
Los puntos quirúrgicos pueden ser externos o internos. En el primer caso, se coloca durante una semana un collar isabelino, que impide que el animal se lama la herida, lo que puede complicar el proceso de cicatrización de la herida. El veterinario de la gata recetará entonces un antiséptico para que los dueños lo apliquen en la herida durante una semana en casa, con el fin de evitar que los puntos se infecten.
Si la sutura es interna, el collar isabelino no es necesario: los puntos son subcutáneos y no existe riesgo de que la felina se lama la herida. Tampoco será preciso el uso de antiséptico.
Esterilización de la gata, señales de que algo va mal
Las complicaciones posoperatorias del animal tras la esterilización no son habituales, pero si surgen, conviene reconocerlas y acudir al veterinario. Algunas señales de riesgo son:
La gata se muestra apática e inactiva.
Una vez transcurridas 48 horas tras la operación, la hembra felina no ha ingerido alimento.
La herida quirúrgica presenta aspecto enrojecido o inflamado, supura o la gata se lame de manera insistente.
La felina tiene fiebre o una temperatura más elevada de lo habitual (39 ºC).
El 95% de las gatas que pasan por las clínicas veterinarias están esterilizadas
La esterilización de las gatas se realiza de manera habitual en las clínicas veterinarias, donde se recomienda junto con la vacunación. “Sus dueños están más concienciados que hace 10 años con respecto a las ventajas que implica la esterilización para la salud de su animal, por lo que el 95% de las felinas que pasan por las clínicas están esterilizadas”, afirma la veterinaria Isabel Callealta.
Las clínicas pertenecientes a sociedades protectoras de animales, así como todos los albergues, tanto públicos como privados, tienen como política la esterilización de todos los animales que se adoptan en sus instalaciones.
Según el último estudio sobre abandono de animales de la Fundación Affinity, durante un año se pueden recoger en los albergues españoles cerca de 36.000 gatos.
“La esterilización es la solución más eficaz para evitar la superpoblación de gatos que acaban abandonados, sobre todo los que provienen de camadas indeseadas”, comenta José Luis Torres, veterinario de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid, quien asegura que el 100% de las gatas que se adoptan en las protectoras de animales se entregan esterilizadas.