Los perros sienten verdadera fascinación por las pelotas. ¿Qué hay detrás de la emoción que experimentan los canes cuando se les lanza una bola mientras se juega con ellos? Los expertos explican que los perros persiguen pelotas en movimiento como parte de un comportamiento instintivo, cuyo origen se remonta a la época de cuando eran lobos. Este artículo explica por qué los canes van detrás de las pelotas y de dónde procede esa historia de amor entre estos animales y las bolas. También recoge vídeos virales en Internet que protagonizan perros, bebés y unos especiales recogepelotas de cuatro patas.
¿Por qué los perros persiguen las pelotas?
Los perros persiguen la pelota que se les lanza por la simple emoción que les provoca perseguir objetos en movimiento. Este comportamiento de juego canino tiene mucho de instintivo. «Los perros salvajes usan la carrera para cazar; por eso nuestros canes, cuando ven algo pequeño moverse, que encima rebota y cambia su dirección como lo hacen pequeñas presas en la naturaleza como los conejos, su instinto natural le dice que deben perseguirlo y darle caza», explica Caroline Coile, experta en comportamiento canino de la Universidad de Florida (EE.UU.) y autora del manual ‘¿Por qué los perros aman las pelotas?’ (Sterling, 2008).
Aunque no todos los canes tienen tan despiertos su instinto de caza, esto no impide que la mayoría de ellos sí disfruten, y mucho, de los juegos que incluyen persecuciones de una saltarina pelota que bota delante de ellos. «El instinto de persecución está aún en el corazón de la pasión que experimentan los perros por estos juegos, de su fascinación por las actividades que incluyen las carreras y las búsquedas de objetos», añade esta experta canina.
Perros y pelotas, una larga historia de amor
Las persecuciones de pelotas son algo natural para los canes, ya que en la naturaleza debieron adecuarse a cazar pequeñas presas. Cuando los perros aún eran lobos, el mejor corredor, el más rápido sería quien cazara la presa y sobreviviera. El resultado es que estas persecuciones se han convertido en instintivas para los canes, explican los especialistas.
«Los objetos y pelotas en movimiento desencadenan una respuesta natural de persecución en la mayoría de los perros; en otras palabras, una pelota que rebota es una invitación casi instantánea al juego para el can», añade el científico John Bradshaw, de la Universidad de Bristol (Reino Unido) y autor del libro ‘En defensa de los perros‘, (Allen Lane, 2012).
Perros con pelotas: juegos y vídeos
«Los juegos de persecución con pelotas no solo divierten a los canes, también nos proporcionan buenas horas de ejercicio saludable en compañía de ellos», añade la Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales.Pero mientras que la persecución de la pelota sí es un instinto natural para muchos perros, no lo es tanto ofrecer el juguete a sus dueños una vez capturado. «Muy pocos canes entienden de forma instintiva la acción de recuperar o devolver la pelota a las personas con las que juegan«, advierten estos expertos.
Los perros son inteligentes, y no confunden las pelotas con un conejo al que perseguir. La mayoría de ellos ya no necesita cazar para sobrevivir. Van detrás de la pelota por simple placer de jugar y… ¡vaya si se divierten! Incluso cuando los juegos incluyen a bebés, como ocurre con la bonita pareja que juega en este vídeo…
O cuando los canes se transforman en peludos recogepelotas de un partido de tenis profesional, como sucede en la siguiente grabación.
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