Los felinos no son amigos de los viajes, ni de los cambios de territorio. Aunque hay excepciones notables, entre ellas gatos tan aventureros como Jesper, convertido en estrella felina de las redes sociales. Pero, ¿qué hacer con los gatos que no son tan aventureros en vacaciones? Como se detalla en las siguientes líneas, toca encontrar un cuidador para los felinos, revisar su comida y el arenero y tener cerca el teléfono del veterinario.
¿Qué hago con mi gato en vacaciones?
En España viven cerca de cuatro millones de gatos domésticos. Los felinos, a diferencia de los perros y otras peludas excepciones, no disfrutan de los viajes. «Los gatos son animales muy sensibles a los cambios y los viajes suelen ser un motivo de estrés importante y un peligro para su bienestar», concluye un extenso informe sobre comportamiento felino realizado por la Universidad de Ohio (EE.UU.).
1. Buscar un cuidador
El primer paso antes de viajar es asegurarse de que los gatos estarán bien cuidados. Un cuidador que acuda a casa es la alternativa más amigable, la más sencilla y menos estresante. Los felinos podrán mantener su territorio, hábitos y espacios habituales. Los familiares y amigos sensibilizados con las atenciones que requieren los gatos son la opción más adecuada, puesto que conocerán a los peludos compañeros.
También hay cuidadores profesionales de gatos. Hay muchas opciones en los portales de cuidadores profesionales de mascotas, así como en Nidmi y Cuido tu mascota.
2. Preparar la comida
Las provisiones de comida para mininos disponibles en el hogar se han de revisar antes de salir de viaje. ¿Tendrán comida suficiente para los días de vacaciones?
No solo es importante comprobar el pienso, sino también cerciorarse de que los felinos tendrán latas de comida húmeda suficientes para ese periodo (entre una y dos a la semana, unos 140 gramos).
La forma más sencilla de facilitar al cuidador la tarea de alimentar a los gatos es escribir de forma clara un cuadro con las raciones diarias para cada felino. Esto le facilitará mucho las cosas.
3. Revisar su arenero
El arenero de los gatos es otro accesorio que no se puede descuidar cuando se prepara un viaje.
Hay que asegurarse de que hay arena suficiente y de dar las instrucciones convenientes al cuidador para que la bandeja se limpie una vez al día y quede rellena con arena suficiente.
4. Contactar con el veterinario
Las cartillas sanitarias de los felinos y el teléfono de contacto del veterinario también deben quedar al alcance del cuidador. No se puede descartar una emergencia y estos preparativos serán de suma utilidad.
Tampoco está de más llamar al médico para advertirle de que se sale de viaje y de que, en caso de urgencia, acudirá el cuidador con el animal.
¿Qué preparativos hace usted antes de viajar sin sus gatos? Puede compartir sus consejos en la siguiente sección de comentarios.
- Sigue a Eva San Martín en Twitter