Los roedores son animales afectuosos, ocupan poco espacio, se adaptan con facilidad a las rutinas y apenas demandan cuidados; con poco tiempo que los dediquemos, vivirán contentos y felices. A cambio, su compañía nos aportará incontables momentos de entretenimiento, ya que son unas mascotas activas y muy inteligentes.
Jerbos, hámsteres, cobayas, chinchillas, ratas, degús y conejos (ojo, porque no son roedores como se suele pensar, sino lagomorfos) se encuentran entre las especies más populares. Todas comparten necesidades similares, pero cada una posee unas particularidades únicas. Antes de escoger, es esencial evaluar con detenimiento las características distintivas de cada especie. En este artículo te damos algunas pistas que te pueden ayudar en la elección.
Jerbo
Este pequeño roedor tiene un tamaño similar al de un ratón, mide unos 12 cm de longitud. Sus características físicas más notables son su larga y peluda cola, de aproximadamente 10 cm, y sus largas patas traseras, semejantes a las de un canguro, que le permiten desplazarse dando saltos. Esta circunstancia y su hábitat de procedencia (la zona septentrional de África y Asia) hace que sea conocido como “canguro del desierto”. El jerbo posee grandes ojos para la visión nocturna y pequeñas orejas que ofrecen una excelente audición.
Su esperanza de vida de es de 3 a 4 años. Como mascota, el jerbo es muy activo y juguetón, disfruta mucho de la interacción con los humanos. Es un animal sociable y, por lo general, se siente más cómodo viviendo en grupos.
Necesita hacer mucho ejercicio, por lo que es esencial colocar una rueda en la jaula; también le gusta trepar y escarbar, así que será una buena idea escoger un sustrato para la jaula en el que puedan cavar túneles.
Hámster
Este roedor de pequeño tamaño, pelaje suave y adorables ojos redondos puede ser de distintas razas. Entre las más populares están el hámster sirio o común, el ruso, el chino, de campbell y roborowski. Si en casa hay niños, es mejor escoger el común, ya que son más sociables, tienen a mordisquear menos y son algo más robustos, por lo que manipularlos resultará más sencillo.
La esperanza de vida de un hámster común oscila entre 1,5 y 3 años. Su longevidad, como suele ocurrir, dependerá del entorno, la calidad de su cuidado y su tamaño; en general, las razas más pequeñas viven menos.
Animal activo, disfruta explorando su entorno, corriendo en las ruedas de ejercicio y jugando con los accesorios que coloquemos en su jaula, como los túneles y corredores de plástico. Observar sus travesuras es muy entretenido. Además, como roedor muy meticuloso en su higiene, dedica mucho tiempo a acicalarse y mantener su entorno limpio.
Chinchilla
La chinchilla es un roedor encantador, reconocible por sus grandes orejas, ojos redondos y larga cola. La esperanza de vida de la chinchilla resulta envidiable: vive aproximadamente 15 años, pudiendo alcanzar las dos décadas con la atención adecuada.
Es un animal muy inteligente y sensible, que expresa sus emociones y estados de ánimo a través de chillidos o mordisquitos cariñosos. De hecho, se muestra cariñosa especialmente con aquellos humanos que la cuidan, con los que establece vínculos duraderos.
Para ser feliz, necesita cierta tranquilidad, lo que la convierte en una elección poco adecuada si hay niños pequeños en casa. El estrés o ser manipulada contra su voluntad pueden provocarle la pérdida de pelo o, incluso, de su cola, de manera similar a como ocurre con las lagartijas. En cuanto a su jaula, debe ser amplia y espaciosa, para permitirle moverse y saltar a su gusto.
Rata
La rata es un roedor de tamaño mediano, con grandes ojos y una larga cola sin pelo. Animal bastante resistente, puede llegar a vivir entre 3 y 5 años.
Existen distintas razas, como la rata común parda y negra, visible en la ciudad y la naturaleza; la rata de agua, que prefiere ambientes húmedos; la rata Dumbo, con orejas grandes; y la rata calva, muy solicitada por su rareza al carecer de pelo.
A pesar de lo que nos pueda parecer, es un roedor cariñoso, juguetón, sociable y muy inteligente. Con paciencia y habilidad, la rata puede aprender sencillos trucos, especialmente si se le enseña desde pequeña nada más llegar a nuestro hogar.
En cuanto a la jaula, tiene que ser amplia y contar con varios juguetes colgantes para su entretenimiento. Además, es esencial permitir que la rata salga a diario para hacer ejercicio y explorar a sus anchas.
Cobaya
Es un animal gregario, muy sociable y expresivo. Debido a su tamaño y a su peso, puede alcanzar hasta un kilo, está entre las más elegidas por familias con niños.
La cobaya puede ser de distintas razas, siendo las más frecuentes la americana, de pelo liso y corto en tonalidades blancas, negras, marrones o combinaciones de estos colores; la abisinia, de pelo áspero y repleto de remolinos; y la peruana, con un pelaje largo y suave. Su esperanza de vida oscila entre 5 y 6 años.
Es vital proporcionar a la cobaya una jaula amplia que le permita moverse cómodamente, con áreas donde pueda esconderse y resguardarse, como un túnel de troncos o una casita. Respecto a los juguetes, es preferible no sobrecargar el espacio y probar a introducir alguno en momentos concretos. El mejor plan para este roedor es dejarlo salir a diario para ejercitarse y combatir el aburrimiento.
Degú
El degú alcanza unos 20 cm de longitud y pesa alrededor de 250 gramos. A diferencia de otros roedores, es diurno, lo que facilita la interacción y su adaptación a las rutinas humanas.
Aunque al llegar a casa puede parecer bastante tímido, es muy sociable y cariñoso. Por este motivo, no se recomienda tener un solo degú, ya que podría deprimirse y mostrar comportamientos agresivos. En cautividad, la esperanza de vida de este animal está en los 5-8 años.
Ágil y enérgico, el degú es un excelente saltador y escalador, disfruta jugando y royendo cualquier cosa. Hay que proporcionarle un hábitat espacioso para que se mueva y haga ejercicio. Lo mejor es escoger una jaula con múltiples niveles y equiparla con juguetes como ruedas o un parque para roedores. Interactuar a diario con el degú es importante para entretenerlo y estimular su curiosidad. Si te atreves, puedes sacarlo de la jaula y enseñarle algunos trucos sencillos.
Conejo
A pesar de que muchas personas los confunden con roedores, el conejo no pertenece a este grupo, sino que es un mamífero lagomorfo. De entre las más de trescientas razas reconocidas, aproximadamente solo 50 se consideran apropiadas como mascotas. La mayoría son enanas, perfectas para la vida hogareña.
El conejo tiene un temperamento tranquilo, afable y cariñoso, es un magnífico compañero de vida, sobre todo para los niños. Puede vivir entre 8 y 12 años.
Animal enérgico, requiere realizar actividad física durante varias horas al día. Además de proporcionarle una jaula con suficiente espacio para moverse, es fundamental dejarle salir para que corra y salte a sus anchas. En estos momentos, hay que supervisarlo, ya que su instinto natural le llevará a mordisquear casi todo lo que encuentre a su alcance, pudiendo dañar muebles, alfombras o papeles durante su exploración por la casa.