¿Cuáles son las mejores razas de perro para un hogar con niños?
Si hay niños en casa, la raza, el carácter del animal, el tamaño o la edad parecen importantes condicionantes a la hora de escoger perro. Sin embargo, es un error pensar que hay razas buenas y malas. Cualquier can debidamente socializado y adiestrado en positivo puede convertirse en el mejor compañero de juegos, aventuras, alegrías y penas.
Según un reciente estudio publicado en la revista Science, la raza tiene poca influencia en la personalidad de un perro: solo determina el 9 % del comportamiento de los animales. Según explica Elinor Karlsson, bióloga computacional de la Universidad de Massachusetts (EE. UU.) y responsable de la investigación (se analizaron más de 18.000 canes), “en lo que respecta al comportamiento del animal, es como la suerte en un sorteo”.
El comportamiento de los perros depende, principalmente, de la socialización, de la educación y del entorno que le proporcionemos los humanos. Los adultos son responsables de que el niño y el animal tengan una buena relación y generen un vínculo saludable. Tal y como destacan en la Fundación Affinity, “no solo es importante educar al perro, sino también educar y acompañar al niño en el proceso”.
¿Qué piensan los niños de sus perros y gatos?
Además de los perros, convivir con otros animales domésticos como los gatos es una experiencia enriquecedora para los más pequeños de la casa. Para conocer el vínculo entre los animales de compañía y los niños, la Fundación Affinity ha realizado un estudio, único en en España, entre menores de entre 9 y 13 años. La principal conclusión es no solo existe una atracción natural entre humanos y mascotas, sino que los niños se sienten reconfortados con su compañía.
La mayoría de los niños confiesan que disfrutan o les gustaría disfrutar de la compañía de un perro o un gato. Del 94 % que ya convive con un animal, 6 de cada 10 afirma sentirse mejor cuando su mascota está cerca. “Comprobamos que el animal de compañía ayuda al niño a manejar momentos de ansiedad y de estrés, tal y como también observamos en los adultos. Por ejemplo, los niños que participaron en el estudio nos dijeron que cuando tenían un mal día o al despertarse de una pesadilla, el animal de compañía es aquel en quien buscan consuelo en primer lugar, además de en sus padres”, explica Jaume Fatjó, director de la cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Cómo incorporar un animal a la familia
Antes de dar la bienvenida a una mascota al hogar debemos meditarlo con calma. En mayor o menor medida, un animal cambia por completo las rutinas y las costumbres de la casa.
Para verificar que estamos preparados para la adopción, la Fundación Affinity aconseja seguir estas pautas:
- Reflexionar. ¿Cuál es el motivo por el que queremos un animal en la familia?
- Consensuar la decisión. La adopción es un compromiso de todos. Los menores tienen que saber qué papel desempeñarán en su cuidado.
- Dedicar tiempo a buscar. No todos los animales son adecuados para un hogar. Hay que dejarse aconsejar por un veterinario o un responsable del centro de adopción.
- Encontrar al compañero ideal. Será el que mejor se adapte a nuestros hábitos, rutinas y espacios.
- Comprometerse con el cuidado. No son accesorios que podamos sacar de nuestra vida cuando queramos.
- Valorar los recursos disponibles. Los cuidados pueden ser muy distintos dependiendo del animal. Algunos tendrán que visitar más al veterinario, otros requerirán más tiempo de ejercicio físico y otros necesitarán mucho espacio. ¿Sabes cuánto cuesta mantener a un perro?
- Recuento de obligaciones. Como cuidador hay que procurar el bienestar físico y emocional del animal de compañía.
- Ser realista con las expectativas. Sin duda habrá momentos preciosos, pero otros se harán algo más cuesta arriba. Debemos estar preparados para entender la naturaleza del animal.