Los refugios para adoptar perros y gatos y las asociaciones protectoras de animales son espacios a los que se puede acudir cuando se tiene la intención de incrementar la familia con una adopción responsable. Pero los centros de adopción de mascotas son mucho más. También son espacios donde ejercer un voluntariado mientras se ayuda a canes y felinos sin hogar, donde participar de forma activa en la defensa de los animales y aprender mucho sobre su bienestar. A continuación se explica qué son y cómo funcionan los centros de adopción de perros y gatos en España, además de las pautas para saber cómo ayudar a estos animales.
Refugios de adopción de perros y gatos
En España miles de voluntarios y decenas de asociaciones protectoras de animales sin ánimo de lucro se ocupan, de forma altruista, de encontrar una casa a los más cerca de 150.000 perros y gatos que son abandonados cada año en nuestro país, según el Observatorio de la Fundación Affinity.
Las asociaciones protectoras que acogen a los canes y felinos sin hogar persiguen que estos animales no acaben en las perreras municipales, donde es habitual que sean sacrificados después de pocas semanas de estancia.
Asociaciones de defensa de los animales
Existen decenas de colectivos sin ánimo de lucro dedicados a facilitar la adopción de estos animales abandonados con los que colaborar o ayudar como voluntarios.
La Asociación Nacional Amigos de los Animales, El Refugio o Alma Exóticos, en Madrid; Fundación Arca de Noé, en Andalucía; Fundación Altarriba en Cataluña; y el centro Capegabi y la asociación Laylayzarpas en el País Vasco son solo algunos nombres de estos colectivos que se reparten por todo el territorio nacional.
«Existen asociaciones de todo tipo: desde las virtuales, que solo prestan una plataforma en Internet para exhibir a los perros en adopción, hasta otras que cuentan con centro de acogida físico«, comenta la Asociación Nacional Amigos de los Animales (ANAA). Hay una opción intermedia: la de los voluntarios que acogen temporalmente animales abandonados en su propio hogar y que funcionan como casa de acogida de canes y felinos para ayudarles mientras hallen un hogar definitivo.
El motor que mueve a las protectoras de animales es que los perros que tienen acogidos encuentren casa en el menor tiempo posible. «Nuestra pretensión es que su paso por el centro sea siempre transitorio», explica la asociación El Refugio.
Una adopción no es solo brindar la oportunidad a un can de dar con un nuevo dueño. Significa que otro perro abandonado ocupará de inmediato su lugar y podrá ser ayudado.
La ocupación media de los centros gestionados por asociaciones protectoras en España es del 90%. «Aunque hay muchos casos en los que la saturación es evidente», revela el estudio de la Fundación Affinity. Esta falta de espacio explica que muchas asociaciones pidan a los ciudadanos que se hagan cargo de forma provisional del animal que encuentren desamparado, hasta que el centro tenga sitio para acogerlo.
¿Cómo trabajan las asociaciones protectoras?
Un correo electrónico o una llamada telefónica de una persona avisando de que ha hallado una mascota abandonada en la calle hacen que los voluntarios de los centros de acogida se pongan a trabajar. Comprueban que el animal no está identificado con microchip y se pide al ciudadano que coloque carteles con la foto del perro o gato en la zona donde lo ha encontrado con la esperanza de que el dueño aparezca.
La llegada de un animal a un centro de acogida puede ser traumática. «Muchos se sienten tristes o deprimidos», explica la portavoz de ANAA. El can o felino percibe que ha sido abandonado y se encuentra despistado.
Lo primero que se le hace es someterle a un examen veterinario exhaustivo para descartar cualquier enfermedad o tratarla en caso de que aparezca.
«El perro o gato que llega debe pasar un periodo de cuarentena de 15 o 18 días en el que estará separado del resto de los animales», asegura. En esta fase los veterinarios del centro le desparasitan, vacunan y esterilizan. Es ahora también cuando asoma el carácter del animal. «El periodo de cuarentena nos sirve para conocer su personalidad y su modo de comportarse», señala María. Para los trabajadores de los centros de adopción de perros esto es un punto clave, ya que saber su temperamento es una valiosa información para encontrar una casa adoptante adecuada.