Los gatos que se pierden tienen muchas posibilidades de no volver nunca a casa. Mientras que el 70% de los perros extraviados logra regresar con su familia humana, esta cifra se reduce hasta el 5% en el caso de los felinos, según un reciente y poco habitual estudio. En este artículo se desgrana por qué los gatos se pierden más que los canes, por qué es tan peligroso que se extravíen, cómo extremar los cuidados para que no se pierdan y qué se puede hacer para ser más responsables con ellos.
¿Por qué los gatos se pierden más que los perros?
Cuando Toby se pierde tras perseguir durante horas el rastro de una perrita en celo por el parque, existe un buen puñado de posibilidades de que regrese a casa a los brazos de su querida familia humana. Pero si es el gato Tom quien se despista y salta por la ventana, el riesgo de que nunca vuelva al hogar aumenta de forma drástica.
Esta es la conclusión de un exhaustivo estudio realizado entre 168 asociaciones protectoras: mientras que cerca del 70% de los canes extraviados que llegan a un refugio o comisaría de policía vuelve a encontrarse con sus dueños, según el estudio realizado por la Federación Canadiense de Sociedades Protectoras de los Animales, el porcentaje baja de manera acusada para sus compañeros felinos. Solo el 5% de los gatos perdidos vuelve a los brazos de sus desesperados humanos.
Los gatos se pierden porque no llevan microchip
Agnès Dufau, presidenta de la Plataforma Gatera, sabe bien lo angustioso que es que un felino se extravíe: no solo para su familia humana sino también -y mucho- para la mascota. Dufau ha visto a demasiados gatos domésticos perdidos -cuando no abandonados- sufrir y malvivir sin las herramientas, el refugio ni la comida apropiada para hacer frente a la dureza de una vida callejera.
«El gran problema es que hay demasiados felinos sin microchip en España: ¡solo el 20% de los gatos recogidos en las calles tiene microchip, a pesar de que este sistema de identificación es obligatorio«, lamenta Dufau, quien también preside el Santuario Daya Cervelló, un refugio donde viven 120 felinos enfermos o ancianos y que necesita ayuda, socios y financiación para seguir su importante labor.
Un gato perdido con microchip que llegue a un veterinario, comisaría o protectora podrá reencontrarse con sus dueños en cuestión de minutos. Este dispositivo contiene todos los datos de su domicilio y familia humana, que con prontitud será localizada. No tendrá la misma suerte un felino no identificado: para él, las posibilidades de volver a casa se reducen al mínimo.
Los gatos no «se valen por sí mismos»
Casi 40.000 gatos perdidos o abandonados son recogidos por las protectoras cada año en España
«Cuando un gato se pierde, aún existe esa idea de que volverá, antes o después. Los dueños esperan hasta una o dos semanas con los brazos cruzados; entonces ya será demasiado tarde y es muy probable que el animal esté completamente perdido«, dice la veterinaria Barbara Cartwright, de la Federación Canadiense de Sociedades Protectoras de los Animales.
Ya parece que se está comprendiendo lo que significa una tenencia responsable cuando se trata de un can: pasear con correa, limpiar los excrementos de la calle, usar correas de identificación, cuidados veterinarios y el microchip. Sin embargo, en el caso de los felinos, muchas veces se les trata como si fueran «animales de segunda, cuando ya son mayoría en EE.UU. y muchos países europeos como Francia», dice Dufau. «Los llevamos menos al veterinario que a los perros, descuidamos sus vacunas y desparasitaciones y los identificamos menos con el microchip«, añade Cartwright.
Mientras que es extraño encontrar un can sin correa, y por fortuna sin microchip, con los gatos es otra historia. «Los felinos rara vez están chipados o tienen un collar con un número de teléfono que les identifique como gatos caseros; y sus familias rara vez los buscan de forma activa cuando se pierden, hasta que ya es demasiado tarde», afirma Cartwright. Y estos descuidos tienen consecuencias: el número de felinos sacrificados en los centros de recogida también duplica al de perros.
La falta de responsabilidad con estos animales provoca que cada año casi 40.000 gatos sean recogidos por alguna sociedad protectora en España, según el estudio de Abandono y Adopción de Animales Domésticos de la Fundación Affinity. Pero las asociaciones en defensa de los animales saben que esa cifra es mucho mayor. «Sin microchip, no podemos hacer un registro o censo certero de los felinos en España. No podemos seguir sin datos oficiales: nadie conoce cuántos gatos callejeros o abandonados hay, ni existe un censo fiable de nuestros felinos domésticos. No podremos protegerles si no están identificados; sin datos, no existen», advierte Dufau.
Consejos para no perder al gato
Identificar al gato con el microchip: no solo es obligatorio por ley, sino que facilitará su vuelta a casa en caso de extravío. Su precio ronda los 30 euros en el veterinario.
Ventanas seguras para los felinos. Cuando hay gatos en el domicilio, se deben proteger las ventanas, balcones y terrazas para que no caigan ni puedan irse por ellas.
Los collares para felinos son una forma sencilla de identificarle como el gato casero que es. También es recomendable añadir un teléfono de contacto para facilitar la vuelta del animal a su hogar.
En caso de pérdida, hay que comenzar su búsqueda de inmediato. Se debe avisar a los veterinarios, policía y protectoras y poner anuncios en las páginas de Facebook y Twitter animalistas de la zona. Es aconsejable llenar el barrio con fotografías y buscar al peludo amigo con tranquilidad y una linterna: el felino no responderá a los gritos, sino que es más fácil que acuda si se le llama con el tono cariñoso al que se le tiene acostumbrado.
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