¿Sabía que las hembras de perro no tienen menopausia? ¿Y que pueden parir hasta 19 cachorros en un solo embarazo, quedar preñadas de varios machos distintos o aparearse con sus hijos? Además, tienen un gran instinto maternal, padecen embarazos psicológicos y pueden amamantar a cachorros mamíferos de otras especies. Las hembras caninas son distintas de las hembras humanas con respecto a su embarazo y parto. Estas siete grandes curiosidades, explicadas en el siguiente artículo, son conductas instintivas y heredadas de sus ancestros, las lobas.
1. Las hembras de perro no tienen menopausia
La perra ha heredado de la loba la estrategia reproductiva que mantiene el celo a lo largo de toda su vida
Una perra puede procrear hasta el final de sus días porque siempre tiene el celo. Este comportamiento obedece a una pauta de eficacia reproductiva. Heredado de las lobas, las perras domésticas conservan el instinto ancestral de mantener su especie. Es decir, sucede para garantizar la reproducción de la especie y, por tanto, la supervivencia genética de cada individuo.
Es recomendable tener en cuenta esta circunstancia, ya que las molestias propias del celo, como el sangrado o la persecución por parte de los machos, también se mantendrán a lo largo de toda su vida, a menos que se esterilice a la hembra.
2. Las hembras caninas pueden parir hasta 19 cachorros
Una perra puede dar a luz «hasta un total de 19 cachorros» durante un único embarazo, señala Miguel Ibáñez, profesor de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid. No obstante, este número tan alto de crías no es habitual. Ocurre a menudo cuando se ha inseminado de manera artificial a las hembras. «Estos partos tan numerosos tienen el inconveniente de que algunos cachorros no son viables», señala Ibáñez. Esto significa que, o nacen sin vida, o mueren a las pocas horas.
Las perras son multíparas (tienen varios cachorros en cada parto) y la gestación, cornual, es decir, los fetos se alojan en los cuernos uterinos y no en el cuerpo del útero, como en las mujeres. Esto explica que su cuerpo uterino sea muy pequeño y sus cuernos, muy largos.
3. Una perra puede quedar preñada de varios machos
Las perras pueden aceptar a varios machos para aparearse. De esta forma, pueden copular con un macho un día y, al día siguiente o unas horas más tarde, con otro. Si en ese lapso de tiempo se liberan óvulos, la perra puede quedar preñada de ambos machos, porque el esperma de los perros puede fecundar óvulos distintos. De esta forma, unos cachorros de la camada tendrán las características físicas de un macho y el resto, las del otro.
4. Las hembras caninas se aparean con sus hijos
Las perras son fieles a sus instintos sexuales y reproductivos. Si necesitan aparearse y el único macho disponible es su hijo, se producirá el apareamiento. Fruto de ello, la hembra puede quedar preñada. Aunque tendamos a humanizar a nuestros perros, ellos tienen sus propias reglas sociales. Ni mejores ni peores, simplemente distintas.
5. Un gran instinto maternal
Las perras, como en general las hembras mamíferas, cuentan con un instinto maternal muy desarrollado. Las perras atienden a sus cachorros con dedicación desde el momento de su nacimiento. Les lamen para limpiarles restos de placenta, les amamantan, juegan con ellos, les dan calor y les protegen del peligro. «La conducta maternal de la perra surge tras el parto de una manera instintiva», explica Ibáñez, especialista en comportamiento canino.
Su instinto maternal hace que una perra doméstica que, por accidente, pare fuera de casa, traslade a sus cachorros con la boca a una zona segura. Las crías, además, aprenden pronto a estar en silencio mientras su madre se ausenta en busca de alimento. La razón de esta conducta de los cachorros es no llamar la atención de sus depredadores, ya que peligraría su vida.
6. Las hembras caninas padecen embarazos psicológicos
Las hembras caninas pueden padecer embarazos psicológicos tras cada celo. Por lo tanto, los embarazos psicológicos de la perra son mucho más habituales que en las mujeres. La razón es que, de esta manera, su cuerpo se asegura la producción de leche en caso de que sea necesaria para amamantar a los cachorros de otra hembra que haya muerto o que esté enferma.
Esta conducta es similar a la detectada en las manadas de lobos, donde varias hembras funcionan como nodrizas. Las manadas de lobos cuentan con varias lobas alfa -o líderes-, que se encargan de amamantar a los cachorros de otras hembras, en caso de que la madre enferme o muera. De esta manera, se asegura la supervivencia de la camada y, por tanto, también de la especie.
7. La perra puede amamantar a cachorros de otras especies
Las hormonas despiertan el instinto maternal de la perra y la naturaleza hace el resto
La tierna estampa de una perra que amamanta a un gato, a un conejo o a cualquier otro cachorro mamífero que no sea de su especie tiene una explicación. Los embarazos psicológicos estimulan la producción de leche que permitiría a la hembra canina alimentar a un cachorro de cualquier especie.
La hormona prolactina de la leche materna despierta el instinto maternal de la perra y la naturaleza hace el resto. Son capaces de comportarse como si fueran las verdaderas madres de estos cachorros huérfanos: les ofrecen alimento, mimos, calor y protección.