La falta de tiempo para compartir con nuestro perro explica, en parte, la mayor oferta de actividades para realizar con nuestros animales. Una de las más llamativas es el doga: yoga para perros y, en consecuencia, para sus dueños. Se practica en EE.UU., China y Europa, incluido nuestro país. El tamaño del perro influye en el tipo de yoga que se realice, cada tamaño de perro tiene su propio “doga”. Entre los beneficios que reporta a los animales, puede ayudarles a sentirse más tranquilos y a liberar la posible ansiedad que sientan.
El yoga ha dejado de ser exclusivo de las personas: ahora los canes también lo practican. La diferencia está en que, cuando un perro participa en una sesión de yoga, la técnica se denomina «doga»: un juego de palabras entre dog (perro en inglés) y yoga. Esto explica que se conozca como doga al yoga pensado para perros, o mejor, a las sesiones de yoga en las cuales los dueños comparten los ejercicios de relajación con sus mascotas.
El «doga» es una clase de yoga en parejas, pensada para el dueño y para su mascota
«No solo las personas padecemos la falta de tiempo. Nuestros canes viven, asimismo, inmersos en nuestro mundo de prisas y horarios que nos llevan al estrés y a perder la capacidad de relajarnos«, señalan desde la empresa de adiestradores canino madrileña Leal Can, que cuenta entre sus actividades con clases de doga.
Millones de personas en todo el mundo han probado ya las bondades del yoga y ahora les toca también a los canes. Esta técnica de relajación nació en la India pero, sin embargo, ha logrado extenderse en todo el mundo. La combinación de ejercicios físicos con prácticas de relajación, todo ello acompañado por un control de la respiración, logran que los adeptos a esta práctica no solo se relajen, sino que consigan potenciar algunas habilidades corporales, como la flexibilidad.
Doga: aúne la afición al yoga con la compañía de su perro
Esta curiosa invención se atribuye a la profesora de yoga Suzi Teitelman, quien decidió contar con su mascota en sus clases, tras comprobar el relajo que suponía para el animal verla practicar estos ejercicios.
Además, el origen del doga se justifica por la falta de tiempo libre del que disponemos muchos urbanitas, aferrados al extenuante ritmo de las ciudades. Esta escasez de ocio supone que, en ciertas ocasiones, los dueños de un perro carezcan de las horas necesarias para disfrutar en compañía de sus mascotas. Esta falta de tiempo, unida a la gran aceptación que despierta en todo el mundo la práctica del yoga, explicaría la extensión del doga.
«El doga es una oportunidad para practicar sesiones de yoga en compañía del perro. Se trata de una clase de yoga en parejas, pensada para el dueño y para su mascota», se indica en la web Dogadog.com, especializada en impartir lecciones de yoga con perros.
El hecho de compartir la sesión de relajación con el can no implica, sin embargo, limitaciones importantes al ejecutar los ejercicios de respiración y equilibrios que caracterizan al yoga. «No hay ninguna posición que no pueda ser incorporada a las sesiones habituales por el hecho de que los perros participen en la clase», apuntan desde Dogadog.com.
Para cada tamaño de perro, su «doga»
Al contar con el perro en la práctica del yoga, importa la envergadura de la mascota. No es lo mismo practicar doga con un pequeño Bichón Maltés, que podrá dejarse coger o mantenerse sobre nuestro cuerpo cuando practicamos los ejercicios, que con un Pastor Belga o un perro Sabueso.
«Cada perro tiene un tamaño distinto, por lo que se trata de adaptar el doga a la talla de tu compañero canino. Las únicas precauciones que conviene tener en cuenta son no provocar daño y realizar el ejercicio con cuidado. Se trata de evitar riesgos innecesarios para usted o su mascota», añaden desde Dogadog.com.
Beneficios del «doga» para el perro
El «doga» es una oportunidad para practicar sesiones de yoga en la compañía del perro
Las sesiones de doga pueden resultar una experiencia muy agradable para el perro. Pueden ayudar al animal a sentirse más tranquilo y a liberarse de la posible ansiedad.
Entre las ventajas de practicar doga figuran la relajación de los músculos y la tranquilidad que implica sincronizar la respiración con su dueño, añaden los adiestradores y profesores de doga de Leal Can. «El doga, asimismo, ayuda a mejorar la circulación y la flexibilidad de nuestros perros, mientras que potencia su concentración y obediencia, lo que fortalece el vínculo entre el propietario y su perro», concluyen.
Recuerde que el doga es una sesión de yoga adaptada a la compañía de su perro: los dueños comparten la sesión y los ejercicios de relajación con sus mascotas.
El origen del doga se explica por la falta de tiempo libre de los dueños para compartir con el perro, aferrados al extenuante ritmo de las ciudades.
El hecho de compartir la sesión de relajación con el can no debería implicar limitaciones al ejecutar los ejercicios de respiración y equilibrios que caracterizan al yoga.
Al realizar esta práctica con nuestro perro, importa la envergadura de la mascota: no es lo mismo practicar doga con un pequeño Bichón maltés, que con un perro Sabueso.
Las sesiones de doga pueden ser una experiencia muy agradable para la mascota. Pueden ayudar al animal a sentirse más tranquilo y a liberar la posible ansiedad que sienta.