Las Navidades son unas fiestas para compartirlas con familiares y amigos y disfrutarlas con buenos deseos para todos. El medio ambiente también se puede beneficiar de este clima con buenas acciones: los ciudadanos pueden asumir determinadas medidas que contribuyan a hacer frente a los principales problemas ambientales, como el cambio climático, la pérdida de especies o la contaminación urbana. Este artículo señala 10 buenos deseos navideños que los consumidores pueden hacer para mejorar el medio ambiente.
1. Combatir el cambio climático
El cambio climático es uno de los principales problemas ambientales a los que se enfrenta la humanidad, según Naciones Unidas. Causado por el incremento de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) de origen humano, los consumidores pueden realizar varias acciones para reducirlas, como no derrochar energía, desplazarse de forma sostenible o seguir una dieta baja en carbono.
2. Evitar el contrabando y abandono de animales
En las fiestas navideñas se tiran hasta un 40% de los alimentos producidos, según Ecologistas en AcciónJunto al tráfico de armas y drogas, el de animales es el mercado ilegal más lucrativo, recuerdan desde la organización conservacionista WWF. En Navidades, época de compras y regalos, es muy importante que antes de adquirir uno, incluso de forma legal y sea o no exótico, es necesario informarse para evitar que se convierta en uno de los más de los 200.000 animales que se abandonan en España cada año.
3. Utilizar más energías renovables
Las renovables producen una energía limpia e inagotable y son la alternativa ecológica a los combustibles fósiles y contaminantes que dominan el panorama energético actual. Una manera por la que los consumidores pueden utilizarlas y contribuir así a su generalización es hacerse cliente de alguna de las cada vez más numerosas comercializadoras de electricidad 100% verde.
4. Proteger la biodiversidad
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la tasa de desaparición de especies en el último siglo es mil veces superior a la natural, como consecuencia del impacto de las actividades humanas. Todos los seres vivos, incluidas las personas, dependen de la biodiversidad y los recursos naturales que esta proporciona. Los ciudadanos pueden ayudar a protegerla mediante un consumo sostenible de los productos.
5. Viajar menos en coche y más en bicicleta
El tráfico rodado es la principal causa de la contaminación atmosférica en las ciudades, un problema que causa cada año más de 25.000 muertes prematuras en España, según las últimas estimaciones de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA). Dejar de utilizar el coche en lo posible es clave para combatir este problema. La bicicleta, un transporte más sostenible, económico y saludable, es una de las soluciones.
6. Tirar menos comida
La tercera parte de los alimentos producidos al año en el mundo para el consumo humano se pierden o desperdician, según Naciones Unidas. Este problema ambiental, económico y social se acentúa en las fiestas navideñas: se tiran hasta un 40% de los alimentos producidos, según Ecologistas en Acción. Los consumidores pueden asumir diferentes pautas ecológicas para impedirlo, como organizar las compras, congelar los alimentos para que duren más o no fijarse en los productos solo por su aspecto exterior.
7. Reducir la deforestación
Aunque la deforestación ha disminuido a nivel global en los últimos años, continúa a un ritmo «alarmante» en muchos países, en especial en Sudamérica o África, según la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación). Los ciudadanos pueden llevar a cabo varias medidas para cuidar los bosques, desde plantar un árbol (varias organizaciones lo hacen posible) hasta consumir papel y productos de madera con el sello FSC, que certifica su origen sostenible.
8. Ahorrar agua
El acceso al agua y su escasez en el mundo son cada vez más preocupantes, según Naciones Unidas. Su ahorro se puede conseguir con diversos consejos, como instalar tecnologías para ello, arreglar posibles fugas, ducharse en vez de bañarse, usar el lavavajillas y no lavar a mano, etc. Por otra parte, el impacto ambiental del agua embotellada se puede evitar con bidones reutilizables y agua del grifo, de buena calidad en España.
9. Ser más activos en la defensa ambiental
Los ciudadanos pueden asumir una actitud más activa para defender el medio ambiente. Ser unos consumidores más reflexivos y críticos, rechazar productos que no tengan en cuenta el aspecto ambiental, reclamar a las instituciones y empresas que lleven a cabo medidas para conservar y recuperar el entorno natural o participar en proyectos de voluntariado ambiental son algunas iniciativas posibles.
10. Hacer un consumo más sostenible
En definitiva, los ciudadanos pueden contribuir a mejorar el medio ambiente con un consumo más sostenible. Para ello se pueden aplicar las «tres erres» en su orden de mayor a menor importancia: reducir en lo posible la producción de residuos y, para ello, consumir lo imprescindible; reutilizar lo más posible los productos; y reciclar, llevarlos a su contenedor correspondiente cuando han llegado al final de su vida útil.