¡Me aburro! Es uno de los soniquetes que durante las vacaciones más escuchan padres y adultos en general por parte de los más pequeños de la casa. El antídoto puede encontrarse en la naturaleza, con algún plan que puede realizarse con ellos tanto en la ciudad como en el campo, siempre de manera respetuosa con el entorno. Este artículo señala 10 planes ambientales con niños para que no se aburran en las vacaciones, sobre todo en las de verano.
1. Acercarse a un centro educativo de naturaleza
En una ciudad, o cerca de ella, se puede pasar el día en algún centro educativo de temática ambiental. Los niños, además de aprender, estarán entretenidos descubriendo algunas de las maravillas de la naturaleza. Dependiendo de la ciudad, las opciones son muy diversas: museos de la ciencia y de la naturaleza con exposiciones, áreas recreativas, espacios lúdico-educativos, etc.; acuarios para descubrir la biodiversidad marina; jardines botánicos para conocer las especies arbóreas y de flora; centros de documentación y educación ambiental donde se pueden consultar revistas, libros e información en formatos varios sobre medio ambiente, así como la posibilidad de apuntarse a cursos; granjas-escuela para entrar en contacto con animales domésticos y descubrir, entre otras cosas, que la leche no viene del tetrabrik, etc.
2. Pasear y jugar por un parque urbano o una zona verde
Un plan para niños barato y al alcance de todos es el «birdwatching» o ir a observar avesLas ciudades españolas poseen gran diversidad de parques urbanos y zonas verdes. Estas áreas naturales en plena urbe, algunas de gran extensión, cuentan con atractivos para todas las edades: pasear por sus avenidas arboladas, jugar en sus zonas específicas para niños, descansar a la sombra, ver especies de animales o de flores y árboles autóctonos y de otros países, etc.
3. Observar aves
Barato y al alcance de cualquiera, el «birdwatching» o ir a observar aves es un fenómeno de masas en países como Estados Unidos y Reino Unido. En España logra cada vez más aficionados. Con los pequeños se puede empezar con las especies de aves comunes urbanas o preparar una excursión para adentrarse por algún espacio natural próximo donde buscar sus especies más emblemáticas. De hecho, nuestro país es un paraíso para los observadores de aves, que vienen de todo el mundo para «pajarear».
4. Aprender a reciclar bien
Las vacaciones de verano, cuando los niños se encuentran más horas en casa y con más tiempo disponible, puede ser un buen momento para conocer y afianzar los conceptos ambientales básicos, como los del reciclaje. Si ya conocen lo del contenedor verde para el vidrio, el amarillo para envases de plástico y metal y azul para papel y cartón, se puede intentar concretar algunas de las dudas más frecuentes sobre el reciclaje que se nos presentan a todos al acercarnos al contenedor.
5. Hacer una excursión a un espacio natural protegido cercano
España cuenta con gran número de espacios naturales protegidos, como Parques Naturales y Nacionales, Reservas de la Biosfera, etc. Por ello, no es difícil tener cerca uno donde hacer una excursión en compañía de los hijos. Antes de visitarlos, es conveniente informarse de sus condiciones específicas, los horarios de los puntos de información, etc., a fin de aprovechar mejor la visita y no tener problemas.
6. Andar en bicicleta
Las vacaciones, en especial las del verano, con más tiempo libre y días más largos y soleados, son idóneas para que los niños anden en bicicleta. Darse un paseo con ellos por los cada vez más extensos carriles bici urbanos o preparar una excursión por alguna ruta ciclista que mejor se adapte a ellos, como las Vías Verdes, es una buena opción.
7. Organizar una yincana en plena naturaleza
Las yincanas son juegos en los que se deben superar una serie de actividades de competición y habilidad. Los participantes se divierten, ponen a prueba su capacidad de superación y pueden aprender en función de lo que realicen. Organizar una yincana con enfoque ambiental puede ser una buena idea para que los menores se conciencien por el cuidado de su entorno.
8. Alternar playa y monte cercanos
Las vacaciones de verano plantean el dilema de ir a la playa o al monte. Cualquiera de estas actividades, respetando el entorno, es un buen plan con niños. Y según de donde se esté, incluso es posible compaginar ambos espacios naturales.
9. Visitar una cueva
Arte rupestre, estalactitas y estalagmitas de extravagantes figuras, recorridos por ríos subterráneos… Las cuevas y minas turísticas españolas forman parte de un rico patrimonio geológico cuya variedad y calidad supone un enorme atractivo para ir con los pequeños.
10. Iniciarse en el mundo de la fotografía de naturaleza
Aprovechando alguno de los planes anteriores, una idea para sacarles más partido es llevar una cámara. Con ella los niños pueden comenzar en el mundo de la fotografía y el vídeo de naturaleza y, de paso, quedarse con bellos recuerdos.