¿Es posible dejar de producir los 575 kilos de basura que cada ciudadano genera al año en España? La misión parece titánica, pero cada vez más ciudadanos de todo el mundo se proponen reducir su huella de basura en el planeta. El movimiento global se llama Zero Waste (“residuo cero”). Cristina Cañavate es la coordinadora de la plataforma Zero Waste España en Facebook. Esta comunidad reúne a más de 7.000 ciudadanos que comparten trucos y dudas para acercarse al objetivo #BasuraCero. A continuación Cañavate da sus diez consejos para ayudar a los consumidores a que disminuyan el número de residuos que acaban en el cubo de la basura y, de paso, ahorrar mientras se lleva una vida más amable y sostenible con el planeta.
Imagen: Cristina Cañavate, Zero Waste España1. Reúnase y comparta propuestas de ‘residuo cero’ «Empiece por decir ‘no’: es la forma más sencilla de evitar que entren objetos no deseados en casa que más temprano serán basura», propone Cristina Cañavate, de Zero Waste España en FacebookEl grupo en Facebook Zero Waste España reúne a una comunidad de más de 7.000 personas que intentan poner en marcha el estilo de vida «residuo cero». Es un grupo dinámico y en crecimiento, donde todos pueden compartir propuestas para disminuir la basura en casa, compartir alternativas de «residuo cero», resolver dudas e incluso comentar anécdotas. En definitiva, es el lugar para encontrarse con otras personas conscientes de la enorme cantidad de basura que se genera a diario y que se proponen cambiarlo.
2. Generar cero basura es utópico, ¡pero intentarlo engancha!
El movimiento global «residuo cero» quiere ayudar a los ciudadanos a reducir lo máximo posible la cantidad de basura que se produce cada día. El objetivo es eliminar los vertederos, detener los vertidos al mar y no necesitar el uso de incineradoras, para disminuir la contaminación de suelos, agua y atmósfera. Llegar a cero es utópico, pero si se tiene en mente como un objetivo, es posible reducir la cantidad de residuos de forma drástica. ¡Y este es un reto que engancha!
3. Empiece por decir ‘no’
El estilo de vida «residuo cero» se basa en cinco pilares fundamentales, llamadas las cinco erres, que se deben aplicar en orden.
La primera erre es rechazar: decir «no» a todo lo que no se necesita y sea de usar y tirar. Decir «no» es lo más fácil y también lo más difícil, pero es la forma más sencilla de evitar que entren objetos no deseados en casa, que más temprano que tarde serán basura. Y esto incluye más basura de lo que se piensa: vasos y platos de plástico, facturas en papel y bolígrafos u otros regalos de propaganda que nunca se llegan a utilizar.
4. Pregúntese: ¿en realidad lo necesito?
La siguiente erre es reducir todo aquello que no se puede rechazar del todo, pero sí es posible disminuir su consumo. Pregúntese si de verdad necesita dos botes de gel -o uno es suficiente-, cuatro kilos de naranjas (que pueden aumentar el despilfarro de alimentos) o cuánto detergente precisa en realidad para limpiar los platos. Esta pequeña reflexión hace que el envase llegue más tarde al contenedor de basura. Y, al final, poco a poco, estará generando menos residuos.
5. Los envases tienen más de una vida
Cuando rechazar o reducir no es posible, queda reutilizar. Este gesto implica alargar la vida útil de los envases o residuos que ya no sirven para la función que fueron diseñados, pero que aún pueden resultar valiosos. Reutilizar incluye tareas como reparar objetos (como ruedas de bicicleta o ropa algo rota) y también cambiar su uso: desde aprovechar un bote de salsa de tomate de cristal para conservar otro alimento perecedero hasta transformarlo en un portavelas o en un pequeño jarrón. Y lo mismo se puede hacer con una prenda que ya quede pequeña: arreglarla o dársela a otra persona.
6. Recicle la basura que no pueda reutilizar
Cuando no es posible rechazar, reducir ni reutilizar, todavía queda reciclar. La basura que queda a estas alturas es ya muy reducida. Y ello tiene otra ventaja: la frecuencia con la que se necesitarán emplear los contenedores de reciclaje también será menor, ya que debería bastar con una o dos visitas a la semana.
7. Convierta los restos de alimento en compost
Los restos de alimento pueden convertirse en materia orgánica útil para plantar verduras o abonar el jardín. Este compost (rot en inglés), y por tanto la quinta erre, es un abono que ayuda a la tierra a ser más fértil, cerrando el ciclo de materia orgánica de la naturaleza.
8. No olvide su bolsa de tela en la compra
También hay diversos objetos cotidianos que contribuyen a reducir la basura más de lo que uno se piensa. Llevar una bolsa de tela siempre encima evita tener que pedir bolsas de plástico. También ayuda tener consigo agua en un termo o botella reutilizable, para evitar la botella de plástico de agua.
9. No olvide llevar un táper a la pescadería
Llevar un táper a la carnicería o pescadería para que sirvan en él lo que se adquiere también reduce el uso de más bolsas de plástico que acabarán en la basura. Si además se escoge comprar a granel, también se evitará el alimento demasiado envasado.
10. Tenga una menstruación más sostenible
Este último consejo para reducir los residuos es para las mujeres: la menstruación puede ser más sostenible (y generar menos basura), si se emplea una copa menstrual en lugar de compresas o tampones, que son de un solo uso. Este gesto, además, ¡supone un gran ahorro cada mes!
- Puede seguir a Eva San Martín en Twitter.