El año termina con retos ecológicos importantes. Por un lado, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha anunciado un nuevo récord en los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera: la concentración de dióxido de carbono (CO2) registrada ya alcanza las 405,5 partes por millón. Mientras, se acaba de celebrar la 24ª Cumbre del Clima (COP24), donde más de 3.000 personas y 197 países han negociado y llegado a acuerdos para intentar disminuir el calentamiento global. Con estos dos motivos, hemos realizado una selección de regalos ecológicos y divertidos para sorprender esta Navidad. Porque también podemos aportar nuestro granito de arena para ayudar al planeta al consumir menos recursos naturales y tan valiosos como el agua, gastar menos energía y recortar nuestra contaminación.
1. Reloj de arena para duchas más eco
Cada ciudadano consume de media 100 litros de agua al día, según datos del Foro de la Economía del Agua, de la Universidad de Alcalá. Aunque solo el 15 % de este uso se hace en las ciudades -el 70 % restante es consumo agrícola-, hay gestos que permiten ahorrar agua en casa.
Este es el objetivo del reloj de arena de ducha, un pequeño dispositivo que vigila el tiempo que pasamos bajo el agua caliente y evita el despilfarro. Este regalo sencillo y barato (entre 2 y 7 euros) que calcula cuatro o cinco minutos -tiempos de ducha más que razonables- es resistente al agua e incluso los hay que llevan una pequeña ventosa para fijarlos en los azulejos.Imagen: Pixabay
2. Alcachofas para una ducha sostenible
El agua caliente supone casi una cuarta parte del consumo total de energía en casa, según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE). Y la mayoría del gasto de agua caliente corresponde a la ducha. Por eso es tan importante instalar rociadores de ducha de bajo consumo.
Estos sencillos artilugios reducen el consumo de agua caliente a casi la mitad y permiten recortar el gasto energético en el hogar en cerca de un 10 %. Su precio oscila entre los 10 y los 40 euros.
3. Chubasquero de patata
Una de cada cuatro hortalizas frescas que consumimos son patatas, según cifras del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Pero este tubérculo tiene mucha vida más allá de la cocina.Equilicuá, una compañía de productos ecológicos, fabrica chubasqueros amables con el planeta a base de fibra de patata y maíz. Estas prendas cuestan desde unos 6 euros y, tras su empleo, pueden descomponerse y mineralizarse para crear compost o abono donde plantar otros vegetales. En otras palabras: es una ropa de usar y tirar.
4. Colmenas para apicultores urbanitas
Las colmenas ayudan a las poblaciones de abejas, en peligro de extinción, a polinizar las plantas y producir frutos y semillas. Estos insectos son esenciales para nuestros ecosistemas, por lo que una colmena colocada en la azotea de un edificio en la ciudad o en un jardín es un obsequio interesante para quienes están preocupados por el medio ambiente y la alimentación sostenible.El precio de una colmena ronda entre los 70 y los 100 euros. Para quienes quieran iniciarse, la Fundación Amigos de las Abejas es un buen punto de partida, ya que ofrece información, cursos, así como un directorio de asociaciones de apicultores de toda España.
5. Juguetes solares para niños que cuidan el planeta
Los juguetes solares son un buen recurso para concienciar a los más pequeños de la casa acerca de la importancia de proteger el medio ambiente y sus recursos naturales finitos.
En este sentido, un coche teledirigido movido con la energía de sol es idóneo para los apasionados de la mecánica y la tecnología. Estos juguetes se venden en piezas (hay que montarlos) y funcionan movidos con energía solar gracias a un pequeño panel fotovoltaico. Están recomendados para niños y niñas mayores de 10 años, y su coste está entre los 30 y los 60 euros.
Pero además de este vehículo teledirigido, hay otros juguetes solares en el mercado, como robots, barcas solares y molinos de viento de madera para montar.
6. Cestas ecológicas y solidarias
Los productos sostenibles y solidarios están en auge, y cada europeo ya gasta cerca de 14 euros al año en comida y objetos de comercio justo. En España el consumo de este tipo de artículos ya supone 40 millones de euros al año, según datos de la Coordinadora Estatal de Comercio Justo.Regalar una cesta de productos procedentes de la agricultura ecológica, de origen próximo o de comercio justo es una idea tan divertida como saludable para sorprender esta Navidad.