Crear trabajo a la vez que se cuida el medio ambiente. El empleo verde tiene cada vez más importancia en todo el mundo, como lo reflejan diversos estudios. Una forma de conseguirlo es hacerlo por uno mismo, es decir, convertirse en un emprendedor ambiental. Varios expertos en emprendizaje verde destacan en este artículo siete consejos para conseguirlo con éxito.
1. Desterrar la palabra «difícil»
Poner en marcha un proyecto empresarial, ya sea en general o ambiental en particular, no es un camino de rosas. Ahora bien, «la palabra difícil hay que desterrarla del lenguaje emprendedor, y quien crea que se necesita mucho dinero está confundido», subraya Agustín Valentín-Gamazo, experto en emprendizaje verde e impulsor de Greenweekend, un evento para ayudar a los emprendedores verdes, y Enviroo, un portal de empleo verde. En su opinión, «el emprendedor es aquel que va resolviendo los retos que otros tachan de problemas imposibles sin tratar de solucionarlos».
2. Buscar y conseguir ayudas para emprendedores
«La palabra difícil hay que desterrarla del lenguaje emprendedor»Las ayudas son una de las principales formas de impulsar un proyecto de emprendizaje. En España, uno de los principales impulsores públicos de convocatorias para emprendedores verdes es la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (MAGRAMA). El coordinador de su Área de Comunicación, Relaciones Institucionales y Social Media, Sergio Fernández Ramos, señala que este año tienen en marcha cuatro convocatorias que pueden consultarse en su página web. «Hay otras fundaciones privadas que también tienen ayudas, pero de tema público no hay mucho más que lo nuestro», reconoce.
Luis Morales, director de Relaciones Institucionales y Asuntos Públicos de la Asociación de Empresas de la Economía Verde (ECOVE) y de Ecopreneurs for the Climate, asegura que el problema de las ayudas públicas es que «parten de las administraciones, que tienen una lógica y manejan unos tiempos muy distintos a los de los emprendedores. A veces es como si estuviéramos en dos mundos distintos. Además, dedican más tiempo y recursos a decir que están ayudando, que a ayudar realmente». No obstante, recomienda las ayudas de la Fundación Biodiversidad y ofrece varias propuestas del ámbito privado: «Las aceleradoras empresariales suelen apoyar financieramente a los proyectos y startups a través de mecanismos de equity. También existen asociaciones y redes de inversores, business angels, etc., como la Asociación Española de Business Angels (AEBAN) o la Red Española de Business Angels (ESBAN), una fundación privada que agrupa a las redes de business angels y foros de inversores privados en España».
Valentín-Gamazo apunta que «desde la Unión Europea (UE) se ayuda a través del Programa LIFE, por ejemplo. Además, desde Bruselas se apostará en los próximos años por invertir dinero en todo lo relacionado con la economía circular«.
3. Testar la idea en condiciones reales de mercado
El tiempo necesario para poner en marcha un proyecto de emprendizaje verde es muy relativo, ya que depende de muchos factores. Puede oscilar entre unas pocas semanas hasta varios años, según los expertos consultados. Para no agobiarse, aconsejan probar la idea lo antes posible en condiciones reales de mercado. Morales añade que «si tienes validada tu idea tras un riguroso testeo, lánzate, consigue financiación y escala».
4. Localizar posibles clientes
A la vez que se prueba el proyecto, el impulsor de Greenweekend y Enviroo recomienda localizar posibles clientes «para que luego sea más fácil facturar cuando empieces a realizar tu trabajo». Asimismo, aconseja no darse de alta como autónomo hasta que no se haga esa primera factura.
5. Rodearse de otros emprendedores
Los expertos consultados recomiendan estar en contacto con otros emprendedores. Valentín-Gamazo propone conocer proyectos en marcha, integrarse en reuniones, congresos, ponencias, foros, etc. para dejarse aconsejar, siempre con «ganas, valor, determinación, ilusión, e ímpetu». Morales sugiere además ir a un coworking, en lugar de trabajar en casa, para «mezclarse con otros emprendedores, compartir ideas, buscar feedback y cultivar relaciones con grupos de interés».
6. Valorar ir a otro país con más cultura emprendedora y ambiental
Otra opción para emprender, sobre todo si se tiene una visión internacional, es irse a un país con mayor tradición y empuje emprendedor. Tanto Valentín-Gamazo como Morales destacan a Estados Unidos. El experto de ECOVE y Greenbiz añade también a Reino Unido, Suecia, Japón e Israel, como países con cultura emprendedora en general, y a Alemania, Austria y Suiza, «donde además la conciencia ambiental está más asentada y hay una demanda de estos productos y servicios».
7. No tener miedo de cambiar si algo no funciona
Morales advierte de que hay un periodo de tiempo para poner una idea en el mercado: «Superado este periodo, ya no se podrá hacer. Otro habrá ocupado ese nicho». Ahora bien, ya sea por esta u otras razones, recomienda no tener miedo en cambiar si algo no funciona, «aunque eso pueda suponer desterrar por completo la idea inicial».
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