El Gobierno del Estado de Australia del Sur ha anunciado la esterilización de unos 8.000 koalas de la isla Canguro en los próximos cuatro años para evitar que su apetito acabe con la vegetación autóctona de la zona. Se calcula que la población actual de estos animales, que llegan a duplicarse cada cinco años, es de 27.000 y es «demasiado».
La directora ejecutiva de la Fundación Australiana para los Koalas (AKF, sus siglas en inglés), Deborah Tabart, indicó que «es positivo que el Gobierno de Australia del Sur no haya decidido sacrificarlos», pero espera que la campaña, que costará más de tres millones de dólares, sea «efectiva» y no un gasto inútil de dinero. Tabart apuntó, no obstante, que la preservación de la flora autóctona de la isla pasa por «plantar más árboles para crear mejores hábitats».
La decisión es considerada como una alternativa para evitar que estos animales sufran el mismo destino que los canguros, que son sacrificados anualmente debido a que su presencia amenaza, principalmente, los intereses del sector ganadero australiano porque compiten por los alimentos con el ganado.
«Se ha satanizado a los koalas, pero hay otros factores que afectan al medio ambiente, como la agricultura, que ha generado la deforestación de unas 70.000 hectáreas de bosque en Canguro», explicó Tabart.
En otras zonas del país, los koalas son víctimas del desarrollo urbano debido a la deforestación de las tierras en favor de la ganadería. Por ello, la AKF, que cuestiona los métodos de esterilización porque causan un gran número de muertes y problemas de salud en los koalas, insta a que se les incluya en la lista roja de animales en peligro de extinción.