El desorden de casa, además de hacer más incómodo el día a día y ofrecer un peor aspecto en el hogar, no es bueno para el medio ambiente. La cantidad de productos acumulados no tiene por qué crecer, sino que se pueden organizar mejor, reaprovecharlos o, cuando no se puede alargar su vida, reciclarlos. Este artículo ofrece nueve trucos para organizar la vivienda de manera ecológica: desde evitar los correos en papel no deseados, hasta poner orden en los armarios y limpiar con productos menos dañinos para el entorno.
Truco 1. Dejar de recibir correo no deseado
El primer paso para reducir el desorden en casa es dejar de traer lo que no se quiere o necesita. Uno de los elementos más evidentes es la publicidad o el correo no deseado que inundan los buzones. Se puede poner un cartel en la entrada señalando que no se quiere publicidad o dar de baja el envío de las cartas postales que las empresas mandan. Las facturas y demás documentación se pueden recibir en formato digital, sustituyendo de esa forma a los correspondientes en papel.
Truco 2. Evitar productos de usar y tirar en la cocina
Una de las maneras más comunes de generar residuos y desorden en la cocina es acumular todo tipo de productos de usar y tirar. En este sentido, es mejor emplear unas pocas y buenas bolsas y envases reutilizables y guardarlas en un sitio adecuado. Con el agua embotellada pasa algo parecido, de modo que es preferible tener una botella para rellenarla con el agua de grifo.
Truco 3. Utilizar cubos de reciclaje
Un cubo que permita separar los residuos más frecuentes para su posterior reciclaje (espacio verde para el vidrio, azul para papel y cartón y amarillo para envases) cumple más funciones de las que parece: además de contribuir a esta práctica ambiental, ayuda a poner más orden en la cocina, e incluso con un toque de estilo, ya que hay modelos muy atractivos estéticamente.
Truco 4. Reducir los productos de limpieza
Sin darse uno cuenta, la cantidad de productos del hogar para usos muy concretos van llenando el espacio de cada estancia. Lo idóneo es reducir su empleo, utilizando productos que puedan tener distintas funciones, y si son ecológicos o con certificado de sostenibilidad, mejor.
Truco 5. Reciclar viejos componentes electrónicos
Tras años de revolución tecnológica, en los hogares se han podido generar una pequeña montaña de residuos electrónicos: televisores de tubo o incluso algunos planos de primera generación, reproductores de CD y DVD, videojuegos, teléfonos móviles, agendas electrónicas, contestadores, etc. y todo el lío de cables, cargadores y accesorios relacionados.
Todo ello se puede reciclar, ya sea por el propio fabricante, en las tiendas de electrónica, en los puntos limpios o por ONG especializadas en la recuperación de estos aparatos con fines sociales y ambientales. Y si algún dispositivo está todavía en funcionamiento, se puede reutilizar tanto por parte de empresas y ONG que las aprovechan o regalar a un amigo o familiar que pueda servirse de él.
Truco 6. Dar una nueva vida a libros y revistas
La pila de libros y revistas puede llegar a amontonarse en casa hasta el punto de que la mesita de noche acabe confundiéndose con una estantería. Para evitarlo, los ejemplares se pueden donar a una biblioteca cercana, dejarlos en algún punto de intercambio y, si ya no se encuentran en buen estado, reciclar en el contenedor azul.
Truco 7. Limpiar el armario
Los armarios son otro de los lugares donde se van acumulando objetos, ropa en este caso, sin ser uno consciente de ello. Para empezar, hay que retirar todas esas prendas que se piensan que podrían servir para algún día pero que en realidad ya no se utilizan. Hay que ser honesto con uno mismo y quedarse solo con lo que de verdad se usa de forma cotidiana y hace sentirse mejor.
Con la ropa desechada se pueden hacer varias cosas, como regalarla a amigos o familiares a los que les pueda sentar mejor, venderla en Internet a través de las diferentes plataformas de compraventa que hay y, si ya no se puede reutilizar, donarla a alguna ONG que aprovecha los materiales de prendas antiguas.
Truco 8. No acumular juguetes
La habitación de los pequeños del hogar es también otro terreno abonado al posible desorden. Por si fuera poca la falta de ganas que tienen de recoger sus pertenencias, los niños reciben cada vez más juguetes y acaban llenando su dormitorio en poco tiempo. Para evitarlo, es conveniente reducir el número de juguetes, primando la calidad por la cantidad, y ofrecerles baldas y estanterías donde puedan guardarlas y vean el espacio disponible.
Truco 9. El trastero también puede estar ordenado
Los trasteros son una especie de agujero negro donde llegan todos los objetos que se piensa que pueden servir para más adelante o que no entran en casa. Pero aquí también se puede poner un poco de orden. Para empezar, hay que reflexionar y ser autocríticos: ¿de verdad se necesita todo lo que allí se guarda? En cuanto a las cosas que se dejan, se pueden ubicar en anaqueles para distribuirlos y tener un mejor acceso a ellos.
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