Agricultura de precisión: ventajas y desafíos de los cultivos 4.0

La agricultura de precisión, también conocida como agricultura 4.0, integra herramientas tecnológicas como sensores, satélites, drones y sistemas de información geográfica (GIS) para monitorear y analizar las condiciones del suelo, el clima y el estado de los cultivos. Aunque la AP comenzó en la década de los 80, es ahora cuando está experimentando un gran auge y expansión.

Gracias a esta información, precisa y georreferenciada, los agricultores pueden tomar decisiones estratégicas y oportunas en tiempo real, adaptando las prácticas agrícolas a las necesidades específicas de cada zona del campo. El objetivo final es optimizar el uso de recursos, aumentar la productividad, mejorar la calidad, incrementar la rentabilidad y promover la sostenibilidad de los cultivos.

La agricultura de precisión se basa en la integración de diversas tecnologías para la recolección, análisis y gestión de datos. Entre las herramientas utilizadas están las siguientes:

• Sensores. Dispositivos instalados en el campo o en la maquinaria agrícola que miden variables como la humedad del suelo, la temperatura, la conductividad eléctrica y la presencia de plagas.
• GPS y sistemas de guiado. Ayudan a localizar y rastrear la posición de la maquinaria agrícola y los cultivos, permitiendo una gestión más eficiente y precisa de los procesos agrícolas.
• Satélites e imágenes aéreas. Proporcionan información detallada sobre el estado de la superficie del campo, como el vigor de los cultivos, la presencia de estrés hídrico o enfermedades y la detección de zonas con diferente potencial productivo.
• Drones. Ofrecen una visión más cercana y precisa del cultivo, lo que facilita la identificación de problemas específicos y la toma de decisiones a nivel de cada planta.
• Sistemas de Información Geográfica (GIS). Integran y analizan toda la información recopilada, a través de la creación de mapas georreferenciados que permiten visualizar la variabilidad del campo y tomar decisiones precisas para cada zona.

La agricultura de precisión ofrece una serie de ventajas que la convierten en una herramienta esencial para optimizar y hacer más sostenible la producción agrícola. Estos son los principales beneficios:

• Optimización del consumo de agua. La AP permite aplicar la cantidad exacta de agua en cada zona del campo según las necesidades específicas del cultivo y las condiciones climáticas. De esta forma, se evita el derroche y la sobreexplotación de este recurso vital.
• Reducción del uso de fertilizantes y pesticidas. Con un conocimiento preciso de las necesidades del suelo y el estado de los cultivos se pueden aplicar insumos de manera selectiva, con lo que se impide un empleo innecesario y se minimiza el impacto ambiental.
• Disminución de costes. La optimización del uso de recursos y la reducción de pérdidas por plagas y enfermedades se traducen en una disminución significativa de los costes de producción.
• Menor impacto medioambiental. La AP facilita la implementación de prácticas como la labranza mínima y la rotación de cultivos, que ayudan a mantener la salud del suelo, reducen la erosión y mejoran la retención de nutrientes. El empleo eficiente de recursos y la reducción de químicos también promueven un entorno más saludable para la flora y fauna local, que contribuye a la conservación de la biodiversidad.

• Datos precisos para decisiones informadas. La AP proporciona información detallada y georreferenciada sobre el estado del campo, lo que permite a los agricultores tomar decisiones más acertadas en cuanto al manejo del cultivo, como la siembra, el riego, la fertilización y el control de plagas.
• Aumento de los rendimientos. Con un manejo preciso y oportuno del cultivo, se maximiza el potencial productivo de cada metro cuadrado de tierra; así se incrementan los rendimientos y la rentabilidad de la explotación.

• Monitoreo constante del cultivo. La AP posibilita un seguimiento continuo del estado de salud de los cultivos, lo que facilita la detección temprana de problemas como plagas, enfermedades o estrés hídrico.
• Intervenciones oportunas. La identificación temprana de estos problemas permite tomar medidas rápidas para controlarlos; de esta manera, se minimizan las pérdidas de producción y evita el uso excesivo de productos fitosanitarios.

Implementar la agricultura de precisión supone superar algunos retos, como el elevado costo de los equipos y la necesidad de formación especializada.

El proyecto AGRISME, desarrollado por AINIA con el respaldo del IVACE (Instituto Valenciano de Competitividad e Innovación), investiga la aplicación de tecnologías digitales en pequeñas y medianas explotaciones agrícolas. ¿Su objetivo? Facilitar a los profesionales del campo el uso de tecnologías accesibles que mejoren la productividad y la competitividad de los cultivos. 

Durante su primer año, AGRISME se ha enfocado en tres áreas: 

• Acceso a imágenes satelitales.
• Desarrollo de un sistema de teledetección económico, basado en una cámara multiespectral integrada en dron para caracterizar árboles y extraer índices agronómicos de las parcelas de manera eficiente.
• Creación de una plataforma para almacenar, analizar y compartir datos de diversas fuentes, facilitando la gestión de información por parte de agricultores y técnicos de campo.

En el periodo 2024-2025, AGRISME avanzará con una segunda fase, integrando y probando estas tecnologías en campos de cítricos de la Comunidad Valenciana. AINIA coordina este proyecto con el objetivo de promover una agricultura inteligente y sostenible a explotaciones de pequeño y mediano tamaño. La colaboración con ANECOOP y REVACITRUS, importantes empresas agrícolas, asegura que estas soluciones tecnológicas sean relevantes y aplicables en el contexto de la agricultura valenciana, especialmente en el sector citrícola.