La crecida del Ebro a su paso por Zaragoza ha encendido las alarmas. El río lleva un caudal en torno a los 1.300 metros cúbicos por segundo, lo que significa que la crecida es muy prolongada en el tiempo. No obstante, la punta estará en torno a los 1.400-1.450 metros cúbicos.
Fuentes de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) han dicho que los caudales están «dentro de lo previsto», a pesar de que al tratarse de una crecida por lluvias es más difícil determinar el comportamiento del cauce.
Durante toda la noche el caudal ha ido subiendo despacio y paulatinamente, desde los 1.302 metros cúbicos por segundo registrados a las dos de la mañana, hasta los 1.321,36 de las 4:00 horas, los 1.340,4 de las 7:00, o los 1.359,44 de las 10:00 horas.
Como se ve la punta de la crecida es muy prolongada, pero aún no ha llegado a sus máximos niveles, que están fijados en torno a los 1.400 ó 1.450 metros cúbicos, alejados de los 2.000 en los que está establecida la avenida ordinaria.
Para hacerse una idea de la importante crecida del Ebro en Zaragoza un dato: el caudal a primeras horas del pasado 25 de marzo era de 400 metros cúbicos por segundo.