Una parte importante de los gases de efecto invernadero han ido siendo absorbidos por los océanos. Sin embargo, la acidez de estas masas de agua está aumentando a una velocidad tan impresionante que amenaza seriamente la supervivencia de los arrecifes de coral, de los crustáceos y de la cadena alimentaria marina en general, alerta un panel internacional de científicos marinos, que hace un llamamiento a una «acción urgente» para reducir drásticamente las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Estos expertos advierten de que «los severos daños son inminentes». En un informe, el grupo indica que el aumento de la acidez está interfiriendo en el crecimiento y la salud del marisco y corroyendo los arrecifes de coral, procesos que pueden afectar a la cadena alimentaria marina en general. Así, se ha detectado ya una disminución en el peso de los mariscos y una interferencia en el crecimiento de la estructura del coral, aseguran.
«Ya no existen dudas» de que este proceso de aumento de la acidez de los océanos es el principal problema, afirmó Jeremy Jackson, un experto en coral en el Scripps Institution of Oceanography de San Diego (Estados Unidos). «Nadie se ha centrado hasta ahora en ello porque todos estamos demasiado preocupados en el calentamiento», indicó Jackson.
Los océanos absorben cerca de la cuarta parte de las emisiones de CO2 que se generan. A medida que este gas se disuelve en el agua se produce lo que se conoce como ácido carbónico. Desde el siglo XVII, se estima que la acidez en la superficie del agua se ha incrementado un 30%. «El aumento de la acidez de los océanos puede provocar que muchas regiones se vuelvan químicamente inhabitables para los arrecifes de coral en 2050», apunta el informe de estos científicos, que creen que este problema sólo se podría controlar limitando los futuros niveles de estos gases.