La Asociación Nacional de Empresas de Control de Plagas (Anecpla) ha advertido de que el entorno urbano, los edificios y los complejos residenciales «constituyen unas de las zonas de mayor riesgo para la aparición y asentamiento de diferentes plagas y organismos nocivos». Las plagas de cucarachas, hormigas, avispas, moscas, arañas, ratas y ratones, palomas o termitas son las más frecuentes en las zonas comunes de los edificios, pero también en las viviendas particulares, locales u oficinas, señala esta Asociación.
Anecpla asegura que, si no se controlan, estas plagas suponen una seria amenaza para la salud de las personas y animales domésticos, por lo que ha instado a vigilar, en especial, garajes, saneamientos, trasteros y zonas de estancia de basuras. También considera oportuno controlar las zonas comunes y de recreo, como piscinas, áreas deportivas, gimnasios o parques infantiles.
Estos organismos causan incomodidad y daños estructurales a las propiedades, junto con graves problemas de salud. La directora general de Anecpla indicó que todas las plagas son «contaminantes potenciales y transmisoras de enfermedades que, en muchos casos, pueden llegar a ser de extrema gravedad». Las plagas de ratas y ratones transmiten enfermedades como la salmonelosis, la leptospirosis, el tifus, neumonías, fiebres por mordeduras y diarreas. En el caso de los insectos, las moscas y cucarachas son transmisoras de disentería y salmonelosis, mientras que las picaduras de avispas «pueden crear serios problemas a personas alérgicas o niños y las hormigas contaminan los alimentos».
Respecto a los daños económicos y estructurales, Anecpla estima que pueden ser significativos, ya que, en el caso de las termitas, afectan a la estructura del edificio. Por ello, recomienda mantener estos espacios en óptimas condiciones higiénico-sanitarias y recurrir a sistemas de control de plagas para prevenir, erradicar y controlar a los organismos nocivos.