Cada año, miles de animales de diversas especies sufren algún tipo de percance, ya sea de forma natural o por acción del ser humano. Una manera de contribuir a la conservación de la naturaleza pasa por una correcta actuación ante un animal herido.
Los servicios veterinarios profesionales son la manera más recomendable de curar y recuperar a los animales heridos, pero hasta que se les traslada al centro adecuado, y dependiendo de la gravedad de las heridas y de la especie en cuestión, los primeros auxilios y cuidados pueden ser de vital importancia. Si se encuentra un animal silvestre en mal estado lo mejor es no tocarlo y avisar y esperar a cualquiera de los responsables de protección animal. No obstante, si no hubiera más remedio que tener que trasladarlo, resulta necesario actuar con mucha cautela para evitar males mayores, ya que se encuentra en una situación de estrés y sus reacciones frente a la presencia humana son de carácter defensivo y agresivo. El modo de inmovilización depende de la especie, siendo conveniente no actuar en solitario. En general, se recomienda cubrirlo cuidadosamente con una toalla y transportarlo dentro de una caja de cartón con orificios para que pueda respirar. Si hay más de un animal, se deben colocar en cajas separadas. En el momento del traslado, hay que tener cuidado de que el animal no se asfixie debido a una inmovilización muy brusca o por una temperatura indebida. Asimismo, no se deben ofrecer alimentos o líquidos ni antes ni durante el transporte al centro de recuperación.
El reconocimiento del estado del animal es importante a la hora de actuar con rapidezEl reconocimiento del estado del animal también es importante a la hora de actuar con rapidez: se recomienda un traslado urgente si se observa un nivel de alerta reducido o ausente, dificultad respiratoria, palidez o color violáceo de las mucosas, pulso débil, deshidratación, temperatura muy baja o muy elevada. En caso de existir hemorragias externas severas se tratarán de contener antes de llevarlo al veterinario. La estabilización de fracturas óseas requiere un tratamiento distinto según el grupo zoológico, pues cada uno precisa distintas formas de estabilización. El animal puede estar también sufriendo una enfermedad infecciosa, por lo que se recomienda no intentar capturarlo, usar guantes desechables si fuera imprescindible realizar cualquier manipulación y tomar notas y fotografías para comunicarlo a los Servicios de Protección de Fauna y de Sanidad Ganadera de la Comunidad Autónoma. Algunos síntomas reconocibles de una enfermedad infecciosa son una excesiva delgadez, plumajes o pelajes en mal estado, parásitos externos, ojos enrojecidos o lagrimeo abundante, tos o dificultad para respirar, salivación intensa, diarrea, o varios animales de la misma especie en situación parecida. Si se trata de animales envenenados, no se deben mover ni tocar, para que las autoridades tomen constancia y puedan poner en marcha la actuación judicial pertinente.
La responsabilidad en materia de protección, conservación y sanidad de los animales está compartida entre las distintas Administraciones Públicas, que han desarrollado diversos instrumentos legales para afrontar las acciones cometidas contra animales. Los ciudadanos pueden denunciar los posibles abusos, aportando datos concretos sobre los presuntos infractores y sobre los hechos delictivos, ante las Policías locales o autonómicas, llamando al teléfono de emergencias 112; ante los servicios veterinarios de sanidad y de protección animal autonómicos; o ante el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA), en el teléfono 062. Asimismo, las Comunidades Autónomas disponen de Centros de Recuperación a los que se puede acudir y en donde se acogen, curan y devuelven a su hábitat a los animales heridos. Por su parte, las asociaciones conservacionistas y ecologistas más importantes del país disponen del denominado Programa Antídoto (Teléfono 900 713 182), para hacer frente a los envenenamientos de animales.
El Ministerio de Medio Ambiente, la Fundación Biodiversidad y el Banco Central Hispano, con la colaboración del Grupo para la Recuperación de la Fauna Autóctona (GREFA), ADENA, la Coordinadora Española de Centros de Recuperación de Fauna Salvaje (CONCERN) y SEO han editado el “Manual para el manejo de animales heridos“, en el que se recogen consejos y recomendaciones para actuar ante los casos más frecuentes de animales en mal estado, así como un listado de todos los centros de recuperación de fauna del país.
El libro destaca que lo más importante para garantizar la eficacia de una actuación es que sean los profesionales, y no los particulares, quienes se encarguen de los trabajos de manejo de los animales heridos. Asimismo, los responsables de este manual indican que los motivos más comunes de heridas en animales son disparos, golpes y traumatismos contra vallados o por atropellos, electrocuciones, intoxicaciones (por plomo o por cebos envenenados), polluelos caídos del nido, incendios, envenenamiento intencionado y vertidos tóxicos.