Tener en casa un guacamayo, una boa, un chimpancé, un mapache, un Kinkajou o un escorpión es una moda que, además de peligrosa para sus dueños, resulta muy perjudicial para estas especies y la biodiversidad en general. Estos animales son una pequeña muestra de una extensa lista repleta de muchos otros tipos. Este artículo señala ocho razones para no adquirir de mascota a un animal salvaje o exótico y cómo evitar que estas especies que habitan en todo el mundo acaben como animales de compañía.
1. Pueden volverse agresivos en cualquier momento
Imagen: Carlos Alejo
De pequeños parecen adorables e inofensivos. Sin embargo, sobre todo cuando crecen, pueden atacar a quien sea de forma impredecible llevados por su instinto, por estar en un espacio que no es el suyo o por sentirse estresados, intimidados o amenazados. Sus capacidades físicas les pueden volver letales, desde el ataque furibundo de un chimpancé a la mordedura venenosa de una víbora. En definitiva, se comportan como lo que son: animales salvajes que no están en su hábitat natural.
2. Contagian enfermedades
Desde 1973, el tráfico de especies amenazadas es un delitoEstos animales pueden portar o padecer enfermedades sin mostrar síntomas que luego transmiten. Por ejemplo, en EE.UU., miles de personas se contagian de salmonella por tener reptiles o anfibios, según datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de este país. Además, para los veterinarios es más difícil atender un animal de este tipo al no tratar de forma habitual con ellos.
Imagen: Carnal Contessa
3. Es ilegal
Desde la aprobación en 1973 de la Convención de Comercio Internacional sobre Especies de Fauna Salvaje y Flora en Peligro de Extinción (CITES), el tráfico de especies amenazadas es un delito. En la Unión Europea (UE) puede suponer penas de cárcel de varios años. Si a pesar de todo se decide tener un animal exótico, conviene acudir a un centro de venta homologado donde se debe exigir que el animal tiene todas las vacunas y la documentación en regla. Asimismo, hay que desconfiar de las ventas en Internet, donde se produce un mercadeo «masivo» de especies exóticas invasoras ilegales, según la organización conservacionista WWF.
4. Se contribuye al contrabando ilegal de especies amenazadas
El contrabando de especies se ha convertido en la segunda causa de degradación de los ecosistemas, según la Organización de Naciones Unidas (ONU). Los contrabandistas utilizan pésimas condiciones de captura, transporte y manipulación: solo uno de cada diez animales sobrevive. Conscientes de ello, estos delincuentes ambientales elevan el número de capturas, de forma que la situación se agrava aún más.
5. Sufren al no estar en su hábitat
Una casa, por mucho que se le busque un lugar cómodo para vivir, no es el hogar natural de estos animales, en especial de los de gran tamaño o con necesidad de espacios abiertos.
6. No necesitan nuestra ayuda
No hay que recoger un animal de la naturaleza y llevarlo a casa, aunque parezca desvalido. Primero, porque puede que no lo esté, y segundo, porque de estar en apuros, no sabremos ayudarlo como necesita. Lo mejor es llamar a instituciones locales de medio ambiente, centros de recuperación y acogida de animales o al teléfono 062 del Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (Seprona).
Imagen: Javier Ábalos Alvarez
7. No se les puede «domesticar»
Los perros y gatos domésticos actuales fueron en su día salvajes, pero su domesticación se ha producido desde hace varios miles de años. Este proceso, por tanto, no puede imponerse en un animal que continúa siendo salvaje.
8. Si se les abandona morirán o se convertirán en invasores
En España, cada año se abandonan 200.000 animales que causan un grave perjuicio a la naturaleza y a la sociedad, recuerda WWF. Si no se les puede cuidar no hay que abandonarlos pensando que «volverán a la naturaleza». En realidad, se encontrarán en un hábitat extraño en el que o morirán o se convertirán en una especie invasora que puede causar importantes daños ambientales y económicos. El Listado y Catálogo de Especies Exóticas Invasoras del Ministerio de Medio Ambiente (MAGRAMA) destaca las más peligrosas.
Los expertos en contrabando de especies proponen diversas medidas frente a este problema:
- Denunciar a las autoridades, si se detecta uno de estos casos. Instituciones como el Seprona, el Servicio de Aduanas de Comercio Exterior o el Ministerio de Industria y Comercio agradecen cualquier información para detener a los contrabandistas y sus redes.
- Poner en marcha un plan serio de inspecciones que involucre a todas las instituciones con competencias en la materia.
- Concienciar a los consumidores de la importancia de no comprar animales exóticos.
- Si se quiere un animal, es preferible adoptarlo a través de protectoras de animales. Si no, al menos adquirirlo en establecimientos con toda la información y las garantías legales.
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