El Consejo de Ministros extraordinario celebrado esta mañana ha aprobado las ayudas para los afectados por los incendios en Canarias. Se trata de un decreto-ley, similar al aprobado el año pasado cuando el fuego devoró Galicia, con ayudas fiscales y laborales que también irán destinadas a restablecer algunas infraestructuras dañadas.
Los incendios que han afectado sobre todo a las islas de Gran Canaria y Tenerife, si bien se han producido otros en algunas zonas boscosas de La Palma y La Gomera, han arrasado, en total, unas 31.500 hectáreas y han obligado al desalojo de 12.000 personas, según el balance provisional.
Estos daños se tratarán de subsanar mediante el decreto-ley aprobado, que entrará en vigor el próximo lunes. Incluye bonificaciones fiscales, ayudas a quienes hayan perdido su empleo, fondos para restablecer las infraestructuras afectadas, y prestaciones para los que se hayan quedado sin vivienda a causa de las llamas. Estas ayudas serán complementarias con las que decreten los cabildos insulares y el Gobierno canario.
Una disposición adicional establece, además, los créditos que hagan falta para crear en las islas una sede específica de la Unidad Militar de Emergencia.
Medios permanentes
Por otro lado, el Ejecutivo insular ha pedido al estatal que destine al archipiélago de forma permanente algunas de las unidades contraincendios desplazadas a las islas para luchar contra el fuego, porque la lejanía de su territorio lo «exige y requiere».
En concreto, solicita la permanencia de, al menos, dos helicópteros y sus correspondientes brigadas forestales, que, en las épocas del año de menor alarma, se dedicarían a labores de prevención y entrenamiento.
Además, el Gobierno canario quiere que la Administración central colabore en la elaboración de sendos planes destinados a paliar los daños provocados por el fuego: uno contra la erosión del suelo, que evite que se agraven las secuelas en monte y terrenos agrícolas, y otro de dinamización económica
Focos humeantes
El incendio de Gran Canaria todavía presenta algunos focos humeantes que están siendo controlados por un dispositivo de emergencia. El Cabildo insular espera que este viernes el fuego quede completamente extinguido.
Uno de los objetivos de las tareas que se están desarrollando es salvar los árboles centenarios situados entre las casas de Pajonales y la Presa de las Niñas. Para ello se están vertiendo productos espumógenos que permiten retardar el calor y refrescar la zona.
En las labores de extinción participan, desde el aire, dos helicópteros, mientras que en tierra trabajan cerca de un centenar de personas del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, así como analistas y técnicos de la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo y personal de la Unidad Militar de Emergencias, de Protección Civil y de las fuerzas de seguridad del Estado.
El fuego ha quemado una superficie de menos de 8.000 hectáreas según las primeras estimaciones, y el perímetro de la superficie afectada es de unas 16.000 hectáreas, menos de lo que se calculó en un principio (20.000 hectáreas).