Arabia Saudí ha registrado desde hace dos semanas la muerte repentina por causas hasta el momento desconocidas de unos 2.000 camellos en distintas áreas del país, un fenómeno que está siendo investigado por las autoridades del reino wahabí.
No se trata de ninguna epidemia, según apuntó el ministro de Agricultura saudí, Fahd Balghneim, que añadió que la causa puede ser «algún tipo de veneno en el pienso» que se ofrece a estos animales. Así, especialistas saudíes realizan pruebas del pienso, así como de las muestras del estómago y de la carne de los camellos muertos, mientras que otras han sido enviadas a Francia para su análisis.
Además las autoridades están en coordinación con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) para descubrir la causa de la muerte de los camellos, según indicó el ministro saudí, que cifró en 1.982 el número de animales muertos en todo el reino hasta el sábado, especialmente en la región de Dawaser, al sur de RIAD, la capital del país.